Aquamarine es una sirena que no se sabe de dónde coño ha salido. Se ha enfadado con su papa porque éste quieres que su hija se case con un tritón que según ella es un superficial. Ahora, la tía lista tendrá que demostrarle a su padre que el amor existe, y cuando hablo de amor me refiero a AMOR con mayúsculas, ése sentimiento imperecedero que vemos en las películas y que nos vuelve idiotas. Evidentemente es una característica humana y a la sirenita se le antoja porque una vez lo vio reflejado en una pareja que navegaba en su yate. Para dicha empresa tendrá la ayuda de dos niñas insoportables, cada una con su trauma, que intentarán que un joven apuesto de sonrisa de dentífrico que hasta ahora era el objeto de sus infantiles miradas (míralas qué pervertidas) se enamore perdidamente de la sirenita de las narices.
'Aquamarine' es una película que se estrenó la semana pasada probablemente intentando aprovechar el futuro estreno en nuestro país con el nuevo film de M. Night Shyamalan, 'La Joven del Agua', que se estrenará el último viernes de este mes y que yo espero como agua de mayo después de conocer un par de opiniones de gente que ya la ha visto. Sólo ruego a Dios que el film del genio hindú no tenga aboslutamente nada que ver con la cosa esta dirigida por Elizabeth Allen, más que el hecho de ver a una joven desnuda metida en una piscina.
'Aquamarine' es además un tipo de película que lleva haciéndose desde mediados de los 80. Ese tipo de comedia para toda la familia con mensaje incluído, protagonizada por jóvenes actores que normalmente parecen idiotas debido a la simpleza y planteamiento de sus historias. Hace 20 años estas películas me repateaban bastante, y ahora creo sinceramente que han ido a peor, moviéndose evidentemente con los tiempos que corren. Incluso considero perjudicial que un film de estos, de apariencia inofensiva, sea visto por un niño ya que corre el serio peligro de idiotizarse más de lo que la sociedad lo tiene idiotizado.
Cualquier aspecto técnico o artístico de la película da verdadera pena, o recurriendo al chiste fácil hace aguas por todos los lados. La realización es simplemente plana y sin personalidad alguna, con cambios de ritmo asombrosos y escenas a cámara lenta muy mal filmadas (¿por qué en la actualidad usan tan mal la cámara lenta?). Los actores no es que estén horrorosamente mal, es que están peor. A Sara Paxton no hay quién se la crea como sirena y su presencia es de lo más insoportable. Jake McDorman es el guaperas que no tiene ni la más mínima idea de lo que significa expresarse. Y las adolescentes Joanna 'JoJo' Levesque y Emma Roberts (de cierto parecido físico con su tía) nos estropean la función durante toda la proyección, ya que apenas hay secuencias donde no salgan. Y ya no hablo de cierto personaje secundario, al que podríamos denominar como el malo de la función, que es sencillamente deplorable por exagerado.
Un bodrio espantoso, y que a más de uno le hará perder la paciencia, pero no porque sea una película larga, sino por cosas mucho peores como el querer entretener sin más al personal con un producto deleznable hasta la saciedad, y que goza de un guión lleno de estupideces, y que además pretende lanzar un mensaje sobre el amor, la amistad, la independencia, el miedo y las gominolas.