Un título como 'La criatura perfecta' nos lo pone demasiado a huevo para escribir los titulares de las críticas. Con un inmenso retraso, el 18 de este mes se estrena en nuestro país 'Perfect Creature' (2004), de Glenn Standring, autor de 'The Irrefutable Truth About Demons'. Está producida por Tim Sanders ('El Señor de los Anillos' y 'Whale Rider').
En un alternativo y retro-futurista 1960, vampiros y humanos coexisten en "harmonía" (como dicen los carteles del inicio). Pero cuando un vampiro empieza a alimentarse de humanos, este delicado equilibrio se rompe y una violenta guerra civil amenaza a la sociedad. Dougray Scott interpreta al hermano de este vampiro descarriado, que se aliará con una agente de policía, Saffron Burrows, para detenerlo. Pronto los hermanos comenzarán a disputarse a la agente.
Aunque sea lo que suena más raro, lo del 1960 retro-futurista es lo más interesante de 'La criatura perfecta'. La ambientación que combina la elegancia de una época pretérita con un empleo de la tecnología muy similar al actual y una sociedad avanzada, es un valor que se podría constituir en razón suficiente para acercarse a las salas a contemplar este espectáculo. A la plasticidad de la apuesta estética hay que sumar el atractivo de sus protagonistas, en especial la admirable belleza de Saffron Burrows, pese a su delgadez.
El film tiene algo del romanticismo de los vampiros como los concibió Bram Stoker, pero también se acerca al lado oscuro y maligno al que estamos más acostumbrados en el cine de género. El empleo de la sangre y las heridas abiertas es valiente y realista, sin acercase ni por asomo al gore.
Pero incluso en los aspectos externos se puede reprochar al film uno de los montajes más caóticos e ininteligibles que he visto en mucho tiempo, no sé si debido a un intento de acercarse a lo innovador o si por pura torpeza. Además de cortes que casi dotan a los personajes de ubicuidad, el empleo de un fingido estrobo, creado probablemente eliminando fotogramas, es muy cuestionable.
Resulta triste comprobar que esta atmósfera tan lograda no va acompañada de un guión brillante. No es que se puedan encontrar fallos en la trama, pero el argumento peca de simple y canónico. Nos repartimos entre momentos previsibles y otros que nos importan poco. A pesar de que se intentan introducir motivaciones emocionales en los personajes, todo el film despide una frialdad pasmosa que te aleja de cualquier posible identificación. Un antagonista amenazador por su fuerza, pero que no supone un reto intelectual impide que la película tenga mayor profundidad o juegue en un nivel más alto de exigencia argumental. Aunque hay escenas de acción rodadas con solvencia, predominan los parlamentos serios y las explicaciones que pueden hacerse pesadas. Por lo tanto, aunque 'La criatura perfecta' no llega ni a la hora y media, da la impresión de haber sido mucho más larga.
Los actores no están mal, pero se ven contagiados de esa frialdad que mencionaba. La voz original de Dougray Scott (Ian en 'Mujeres desesperadas' y 'Hitman') es un tanto fea y monocorde, así que ni siquiera será un problema ver la película doblada.
'La criatura perfecta' no se puede decir que sea una buena película, pero quizá tampoco desdeñable para los coleccionistas de títulos del género que quieran añadir una muesca más al elevado número de ellos que probablemente habrán visto. Para deleitarse, pero no para engancharse.
En Blogdecine | Tráiler de 'La criatura perfecta', un film de vampiros retro-futurista.