Hace poco más de un año moría asesinada Adrienne Shelly, directora, guionista y sobre todo actriz, que había empezado de la mano de Hart Harley a finales de los 80. Antes de su desaparición nos había dejado lista su última película como directora, y que en nuestro país se estrenó con cierto retraso hace casi un mes, llevando consigo la etiqueta de película pequeña independiente, con buena acogida en ciertos circuitos críticos, y que una vez más ha servido para mostrar la lamentable distribución que algunas películas tienen entre nosotros.
No estamos hablando de ninguna maravilla, ni muchísimo menos, pero desde luego 'La Camarera' ('Waitress', 2006) es, dentro de sus limitaciones, un film que está por encima de la media de lo que nos suele venir del otro lado del charco. La película narra las vivencias de Jenna, una camarera en un bar de comida rápida, que además es una experta haciendo pasteles, algo que heredó de su madre. Dependiendo de su estado de ánimo, cocina un determinado tipo de pastel, siempre con receta propia. Casada con un imbécil de mucho cuidado que la tiene controlada a todas horas, un día descubre que está embarazada de ese imbécil, y cree que el mundo se le viene encima.
'La Camarera' es una de esas películas llenas de tópicos y lugares comunes, pero que en determinados momentos desprenden una simpatía que pocos films del estilo poseen. Esto se debe a la total y absoluta falta de pretensiones por parte de su directora y guionista, Adrienne Shelly, quien nos ofrece una sencilla historia que camina por senderos demasiado trillados, pero donde lo que importa de verdad son sus personajes, arquetipos mil veces vistos en otros films, pero con un encanto especial que hace que sigamos la película con interés. Y es en este punto donde la directora sale triunfante, en ese estudio, por así llamarlo, de sus personajes. Un estudio donde el hombre, en general, sale mal parado por decirlo suavemente. El marido de la protagonista es un hijo de puta de armas tomar, personaje tal vez un pelín exagerado por sacar única y exclusivamente ese lado de su carácter. Luego, un doctor que es un santo, de quien se enamora nuestra camarera, pero que está casado. También el jefe del bar que siempre está riñendo con sus empleadas y quejándose de todo. Un pretendiente de una de las chicas enamorado hasta la médula y pesadísimo. Y por último, un cliente del mencionado bar, un hombre ya bastante mayor, y que es el único personaje masculino que parece tener algo de madurez y cordura, algo que parece sólo alcanzaremos en nuestra vejez (y me refiero a los hombres). Clarísimas pues, las intenciones de Shelly al hablar del género masculino.
En cuanto a los personajes femeninos, el film gana enteros por lógica, a pesar de algunos tópicos. Evidentemente el personaje más rico en matices es el central, una mujer resignada a su vida, vacía y falta de emoción, encontrando su vía de escape en unos pasteles cocinados con todo el alma. Sorprende ver a Keri Russell interpretar este personaje a la perfección, dotándole de la naturalidad, tristeza, sensualidad y fragilidad necesarios. A su lado, un elenco de actores y actrices totalmente entregados a sus papeles, logrando una galería casi entrañable. Nathan Fillion, que ha comandado una nave en una serie televisiva de inmerecido fracaso (con posterior adaptación cinematográfica), consigue una actuación totalmente clásica, como las de antes. Una pena que este actor esté relegado a películas de poca categoría. Adrienne Shelly hace de camarera totalmente frustrada por no tener suerte en el amor con un personaje que casi da pena. Jeremy Sisto logra caer tan antipático como en la maravillosa serie 'A Dos Metros Bajo Tierra', aunque me gustaría subrayar el hecho de que su personaje es un poco maniqueo. Andy Griffith pone el punto veterano al conjunto con un personaje crucial en la trama, que aunque tiene su peso, parece que lo despachan de un plumazo.
Todos ellos dan vida a personas auténticas y cercanas, sin lugar a dudas lo mejor de la película. Una sinceridad a la que no se atreven todos, y que aquí se convierte en la mejor baza del film, un film correcto, entretenido que no pasará a la historia, pero que nos proporciona un rato muy agradable. Cuidado con su falsa apariencia de comedia, hay pocos motivos para reír en esta película, sus situaciones son más bien dramáticas y llenas de amargura, pero al no cargar las tintas en este aspecto el film parece más amable de lo que en realidad es. Si no fuera tan elemental y típica en muchas de sus situaciones, y tuviera una puesta en escena más trabajada, estaríamos hablando de una gran película.
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6 comentarios
marv
Nathan Fillion debe de estar maldito…en todo lo que sale…pff si es el Harrison Ford de esta generación…
Kouros
Dice Alberto/Red: "Sorprende ver a Keri Russell interpretar este personaje a la perfección, dotándole de la naturalidad, tristeza, sensualidad y fragilidad necesarios."
Estoy muy de acuerdo contigo Alberto en tus comentarios…
Alberto, sabes yo te considero a ti como uno de los mejores críticos de cine y el mejor en este Blog; realmente tus opiniones siento yo que son originales (tuyas) eres fiel a tus convicciones y por eso tomo muy en serio lo que escribes, a tal punto que me afecta a la hora de tomar la desición de ver o no una película que hayas criticado…
Ojala Beatriz aprendiera un poco de ti, sería muy bueno para ella, ya que ella (a mi juicio) ha dejado de ser "original", y ya no me interesa leer lo que ella escribe…
Deseos de Exitos para ti Alberto y dale Plomo!!!
rae
La crítica de "Cahiers-España" decía precisamente lo contrario: que bajo esa apariencia de película independiente se escondía un artefacto reaccionario, machista y lamentable.
Fox
>>>A mi es una película que me interesa ver única y exclusivamente por sus protagonistas: tanto Rusell como Fillion son dos auténticos artesandos de la interpretación, y su trabajo en Felicity y Firefly siempre me ha parecido merecedor de numerosos premios (hasta el punto de que acuando los veo en otra película, no consigo olvidarme de esos papeles, :P ). Ojalá contasen con ellos más a menudo.
FOXXXXXXXX
willchebat
se me escapó de la cartelera…. esperaré al DVD
desafortunao
Pero aquí se dice algo que chirría mucho: "…la maravillosa serie A 2 metros bajo tierra…". Logicamente a mi la serie no me parece nada maravillosa sino todo lo contrario, aunque reconozco que tiene algunas cosillas buenas, pero son muy pocas y no la salvan de la quema (cualquier capítulo de Mujeres desesperadas que toca temas que se tocaron en esa serie, le gana por goleada pq lo hace mucho mejor).
Por esta frase me hago una idea que el cine que se defiende por el autor de este post como bueno puede ser tan malo como esa serie.