Walter Gibson, "Gib" (John Cusack) esta deseando perder la virginidad, pero no encuentra compañera ideal para sus particulares tácticas de ligue. En cuanto llega a la universidad, cae enamorado de la inteligente Alison Bradbury (Daphne Zuniga), una compañera de clase de escritura creativa caracterizada por su vida ordenada y su estudio exhaustivo. Tras fracasar con Alison, Gib acepta la propuesta de su mejor amigo, Lance (Anthony Edwards): viajar a su campus de California para ligar con una espectacular mujer (Nicolette Sheridan) que podría solucionar sus enredos sexuales. Como no tiene demasiado dinero, Gib emprende el viaje haciendo auto-estop, pero lo que no espera es que Alison será su inesperada compañera de viaje.
La segunda película película de Rob Reiner parece un borrador de la quinta. 'Juegos de amor en la universidad' (The Sure Thing, 1985) podría ser leída como la versión adolescente y tierna de lo que luego 'Cuando Harry encontró a Sally' (When Harry Meets Sally, 1989) llevó a la vida adulta. Pero aquella película tenía éxito del modo más inesperado, al funcionar como apropiación de Woody Allen con un cásting perfectamente garantista, con Meg Ryan ejerciendo de Diane Keaton chic y Billy Crystal aportando carisma a la tradición del humor judeoamericano bajo el amparo de una Nora Ephron en estado de gracia.

En cambio, 'Juegos de amor en la universidad' (¿cómo traducir su título original? ¿Tal vez "A lo seguro? sería más apropiado?) tiene otros modelos, particularmente 'Sucedió una noche' (It Happened One Night, 1933) con la que los guionistas Steven L. Bloom y Jonathan Roberts construyen una interesante desviación. Como en el clásico de Frank Capra, tenemos una pareja emprendiendo un largo viaje, marcado por la condición de niña bonita de ella y de locuaz y humilde cantamañanas de él; como en el clásico de Capra, tenemos un último acto donde la reconciliación se produce tras una decepción.
Pero estamos en los años ochenta y no en los duros treinta.: los adolescentes llenan las salas y la película, al ritmo de la música de Tom Scott, empieza con las seductoras imágenes de Robert Elswitt.: Nicolette Sheridan, en su debut cinematográfico, se pasea como la encarnación definitiva del adolescente norteamericano. Y hete aquí lo divertido, la película no abusa de machismo y se revela como una sensible odisea compartida.

Daphne Zuniga está estupenda como la bella estudiante incapaz de divertirse y que confunde el amor con la tranquilidad. John Cusack, que venía de ejercer de comparsa empollón de 'Dieciséis velas' (Sixteen Candles, 1984) tiene aquí su gran oportunidad de lucimiento y la aprovecha.: inaugurando su característico y carismático registro, concibe a un personaje ocasionalmente elocuente y casi siempre excesivo, divertido, imparable. El reparto de secundarios no se queda corto, destacando Anthony Edwards, en el papel del bobalicón y libertino amigo, y Tim Robbins, de cantarín y tiquis-miquis marido total.
Primeros ritos
Pero donde la película tiene éxito es en los detalles más nimios. Concebido con un montaje paralelo, con los enamorados despechados dándose celos, el final es realmente divertido también por lo que dice de los personajes. Gib es inseguro y voluble, lo que resulta un rasgo humanizador. Y lo más interesante es que Alison lleva tiempo manteniendo una vida sexual, pero es, precisamente, el nuevo amor lo que la inhibe. ¡Mientras que el protagonista masculino es el virgen! Y otro detalle sensacional: la intimidad que comparten los protagonistas es la de dormir juntos. ¡Y todos sabemos cuanto significa!

Pocas comedias adolescentes lidian con tanta certidumbre con la inseguridad masculina, la primera juventud, los pasos iniciales con los que aprendemos a mirar a otra persona y terminamos tonta e irremediablemente enamorados. Porque el amor tiene muchas texturas e imágenes, y también puede parecerse, lección estupenda de la película, a beber sonora y groseramente una cerveza.
Gib quiere ser una persona menos superficial de lo que admite y Alison una persona más divertida y cercana al mundo que habita; es el amor lo que les facilita la mentira o la transición, depende de como lo veamos. Con un un discurso final en clase, otra ingeniosa desviación de la estructura screwball de bodas y revelaciones en periódicos, la pareja se reúne y, claro está, los créditos toman la pantalla porque en las comedias románticas no existe el después.
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7 comentarios
mudafucka
Pues yo en la universidad no me como un rosco
loula2
Pablo, me gusta esta misión tuya de rescatar títulos de los ochenta. Tiene su encanto ver a actores ya maduros dando sus primeros pasos....
bellverona
En mi infancia me encantaba esta película, sobre todo por él, John Cusack, me daba ternura su personaje. De vez en cuando la pongo, sigue resultándome bastante entretenida.
Jordi Tordera
Adoro la década de los 80, adoro sus películas y su música y adoro ese género de cine adolescente, en el que a lo largo de los 90 minutos, que es lo que solían durar este tipo de películas por aquel entonces, compartimos ese viaje con los protagonistas, interior y a veces exterior, cuando adoptan ese carácter de "road trip movie", y en el que una experiencia o un cúmulo de estas, les hace crecer, madurar y nos hace a nosotros testigos de ese momento en el que se deja un poco atrás la inocencia, y se da ese primer paso a la mayoría de edad, eso sí, siempre sin perder ese aura de mágica pureza que las películas de está época tenían, y que siempre nos transmitían la sensación de que cada momento iba a ser irrepetible y digno del recuerdo.
John Cusack está en su mejor momento: porque soy seguidor del actor, y creo que en su papel de adolescente es como mejor está (por ejemplo 'Un gran amor' (Cameron Crowe, 1989), y está película es un claro ejemplo de ello.
Y que decir de Daphne Zuniga, que está exquisita en este film, donde me enamoró la primera vez que la vi, y cada vez que la repaso.
Pablo, espero que esta segunda entrada, después de 'Dieciséis velas', sea solo el principio de un repaso de obras memorables de los 80, aunque sea de tabardillo, como hacía tu compañero Sergio Benítez con su ciclo "cine de salón": realidad por la que al menos yo, le estoy muy agradecido.
Genial artículo: escrito con gran sensibilidad, y para mí, claramente has capturado toda su esencia y alma. Enhorabuena!
Iba a decir que ya no se hacen películas como esta, pero tengo que decir que en el 2010, Rob Reiner me volvió a sorprender con 'Flipped': genial reinvención del género juvenil y de comedia romántica. Muy recomendable!
Patrick Bateman
¿Es esto un ciclo no oficial de 'Clásicos de los 80'?
c.c.baxter
Cómo me ha alegrado esta reseña, como amante del cine ochentero guardo un grato recuerdo de este film, que me encanta. Nada como ser un chaval y quedarse prendado de la protagonista de una película, como con esta Daphne Zuniga, y es que la relación de amor/odio que se traen los protagonistas simplemente me vence...
Saludos.
zpendiuz
Recuerdo con mucho cariño esta comedia juvenil, sobre todo, la parte en la que ella lo empuja y él cae al suelo. Ahí nomás le pregunta "¿Te lastimé?", y él dice "No". Acto seguido, la chica le mete una patada en el estómago.