Jerry Seinfeld regresa a lo grande con su nuevo espectáculo de humor para Netflix y ofrece el mejor material que ha servido en años. Las relaciones entre los seres humanos y su vida como hombre casado tardío provocarán más de un desacuerdo, pero como dice el propio Seinfeld, ya tiene edad para decir lo que le dé la gana.
El rey de la comedia
Que siempre estemos recuperando una de nuestras series favoritas no significa que el tiempo no pase por sus protagonistas. Jerry Seinfeld tiene 65 años, un dato llamativo y chocante para quienes nos quedamos anclados en los mejores momentos de su brillante comedia. Y esa madurez, profesional pero también personal, tras un matrimonio tardío adornado con tres hijos, forma parte esencial de un espectáculo que gira en torno a lo irritante y hermosa que puede ser la vida.
Con una clara marca de separación entre los dos bloques que forman los sesenta minutos de espectáculo, el cómico agarra el micrófono con más rabia de lo habitual para seguir provocando carcajadas de la vieja escuela, como si sobre las tablas del Beacon Theatre de Nueva York se hubiera abierto una brecha en el espacio-tiempo y fuéramos testigos de aquella comedia observacional que lo transformó en el mejor humorista con un micrófono en la mano de todos los tiempos.
Con 65 años el rey ha vuelto y puede decir lo que le dé la real gana.
Habrá quien afirme que la segunda mitad del espectáculo pueda suponer una ofensa, pero lo más probable es que semejante afirmación saldrá de la boca(za) de aquellos que no entendieron la declaración de intenciones inicial. Tal vez de aquellos y aquellas que no han pasado por la vicaría. Da lo mismo. Seinfeld nunca se preocupó por gustar a todo el mundo por igual, aunque esa despreocupación posiblemente caló hondo, precisamente, en casi todo el que se pusiera por delante.
El regreso del hijo pródigo
Recuperando sus movimientos secretos y su falsete, ambas armas de destrucción cómica masiva durante su era de dominación humorística global, el viejo Jerry (ojalá llegar así a los 65) nos ofrece una sesión terapéutica a quienes, y más ahora, habrán perdido buena parte de la poca fe que aún tenía por la humanidad.
Su nuevo especial arranca con una peculiar llegada al teatro que deja claro que el cómico ha venido a mojarse. En el escenario, desde el minuto uno, Seinfeld lanza una nueva selección de sus habituales e incisivas reflexiones sobre el día a día, demostrando como siempre que el humor se esconde en todos los rincones de la vida misma.

Durante la primera mitad hace hincapié en muchas de las costumbres más feas que nos rodean hoy, centrándose especialmente en la frivolidad que implica que todo sea "genial" o "una mierda", demostrando con palabras convincentes que, en realidad, todo es lo mismo. Depende de cada uno que parezca una cosa u otra. Y no sé vosotros, pero a mí este nuevo recital humorístico me ha parecido absolutamente brillante.
Son docenas los especiales de humor que se encuentran en la plataforma, pero pocos, solo los elegidos, tienen semejante capacidad para epatar o ese sentido del ritmo. Nadie sabe ir al grano desde el primer momento como el viejo Jerry. Estamos de enhorabuena, la risa nos salvará.
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9 comentarios
fede777
No me pareció tan divertido, si ven su serie Comedians in Cars... es lo mismo de siempre, hasta uso la palabra debauchery.
Lo mismo me paso con el último show de Louis C.K., más de lo mismo, nada nuevo.
michaelwhittmann
Bueno, está página es la única que habla bien del monólogo. No es casualidad al ser producida por Netflix. Como no es casualidad que Seinfeld fuera el más sosainas de los cuatro protagonistas de la serie.
rio63
Uno de los grandes Jerry. Ya tengo algo que ver este fin de semana.
halleck
Humor inofensivo, no muy inspirado la verdad. Se ve con agrado y ya. Que a lo mejor no es poco.
petisorejudo
Increíble que haya gente que le "reclame" ser novedoso a un tipo de 65 años y más de 40 años de carrera.
El comediante Jerry Seinfeld es nada más y nada menos que un clásico, tanto como la serie Seinfeld, la diferencia es que a la sitcom se la puede disfrutar aun no siendo fan del stand up.
alexander.olderbroth
Es curioso como traducen del inglés 'hilarious' a 'hilarante' una palabra que solo usan los redactores de blogs porque no saben poner 'divertido'.