Hace unos años parecía que la buena estrella de Tom Cruise se estaba apagando, más por la mala fama propagada por los medios de comunicación que porque sus películas fuesen fracasos económicos – que no era el caso- .
La llegada de la notable ‘Misión: Imposible – Protocolo fantasma’ (‘Mission: Impossible – Ghost Protocol’, Brad Bird, 2011) fue vista por muchos como una prueba de fuego para saber si aún seguía siendo una de las principales estrellas de Hollywood y Cruise disipó toda duda posible en una saga que no deja de ser propiedad suya. Sin embargo, el protagonista de ‘Nacido el cuatro de julio’ (‘Born on the Fourh of July’, Oliver Stone, 1989) no se conforma con lo ya conocido y con ‘Jack Reacher’ (Christopher McQuarrie, 2012) busca crear una nueva saga en la que ofrecer una visión más oscura a su estereotipo de héroe de acción.
El fichaje de Cruise para dar vida a Jack Reacher no estuvo exento de polémica, ya que estamos ante un personaje con orígenes literarios, donde era descrito como una mole física con un parecido casi inexistente, siendo un cruce entre Dolph Lundgren y Chris Hemsworth lo más similar que uno podría encontrar en Hollywood en lo referente a la mera apariencia. Este punto no es baladí, ya que Reacher es un portento físico capaz de aniquilar a varias personas en una pelea casi sin despeinarse o de intimidar a cualquiera que se ponga con delante con su mera presencia, algo que no cuadra demasiado con Cruise, pero que éste consigue que pase completamente desapercibido si no te empeñas en recordar cómo era originariamente el personaje.
Y es que todo cambio es aceptable para realizar cualquier tipo de adaptación si el resultado final es bueno, siendo esto lo que sucede en ‘Jack Reacher’, pues su protagonista sabe equilibrar su status establecido como héroe de acción con unas reacciones más neutras, sin querer ser simpático casi a cualquier precio y guiándose por su propia ley si así lo cree conveniente, algo que el guión va marcando de forma progresiva. Cierto que hay alguna pequeña concesión de cara a la galería – por suerte ninguna de ellas es para crear una innecesaria trama romántica con el personaje interpretado con corrección por Rosamund Pike-, pero el propio autor de las novelas (el inglés Jim Grant bajó el seudónimo de Lee Child) defendió a Cruise como un actor idóneo para saber retratar lo que él buscaba con Jack Reacher, siendo su excesivo tamaño una metáfora para lo que el actor consigue retratar a través de su interpretación, caracterizada por un casi perfecto equilibrio entre carisma, saber estar y una actitud ligeramente chulesca sin resultar para nada cargante.
Conviene desterrar la idea vendida durante la campaña de promoción de la película de estar ante un thriller de acción al uso, ya que ‘Jack Reacher’ es un relato procedimental en el que las explosiones de acción – especialmente memorables en su tenso tramo final- surgen como consecuencia directa del avance de la investigación que se está llevando a cabo y no es ésta una mera excusa para ver al héroe de turno repartiendo estopa. Hay pequeñas inconsistencias en la forma de abordarlo, ya que en algún caso puede que se excedan un poco con el tono cómico, pero no es algo que llegue a resultar molesto o fuera de lugar. El principal punto débil de la investigación son los dos sospechosos de traición que se barajan, ya que estamos ante unos personajes interpretados por convicción – en especial el interpretado por el siempre efectivo Richard Jenkins-, pero que difícilmente podrían ser más planos. Esto choca frontalmente con el encanto del protagonista y de los villanos principales, quitando parte de atractivo a la propuesta.
Werner Herzog no es precisamente un debutante como actor, pero es principalmente conocido por las películas que ha dirigido y el encontrarle asociado a un proyecto millonario de Hollywood dando vida al principal villano de la función es toda una rara avis que a buen seguro ha sido suficiente para llamar la atención de algunos cinéfilos sobre un proyecto que, sobre el papel, se aleja de sus inquietudes habituales. En ‘Jack Reacher’ impone por presencia y actitud, utilizando sólo las palabras – y a sus secuaces- como forma de amenaza, resultando mucho más temible que aquellos que van explosionando cosas. Jai Courtney, que dará vida al hijo de John McClane en la quinta entrega de ‘Jungla de cristal’ (‘Die Hard’, John McTiernan, 1988), es su brazo ejecutor, un secuaz sofisticado que no es tan memorable como el de Herzog, pero que cumple correctamente su función.
Christopher McQuarrie debutó en la dirección en el año 2000 con ‘Secuestro infernal’ (‘The Way of The Gun’) y desde entonces no había repetido tras las cámaras, centrándose en su carrera como guionista, función que también ejerce en ‘Jack Reacher’, donde muestra una especial atención al detalle. La proliferación de planos cortos para resaltar pequeños objetos o acciones es algo que también se traslada a los momentos de mayor frenesí visual, en especial en la persecución automovilística en la que se incluyen multitud de casi primeros planos de Tom Cruise conduciendo. Este recurso es inhabitual incluso en aquellas ocasiones en las que la gran estrella de la función lo rueda todo sin necesidad de dobles – como es el caso-, pudiendo llegar a resultar un tanto chocante, pero es bastante coherente con la propuesta formal de McQuarrie, quien brilla especialmente en el magnífico prólogo, donde prescinde de todo diálogo para demostrar que se puede transmitir algo al espectador sin caer en las redundancias de charlas excesivamente expositivas.
El uso contenido del humor es el gran acierto del McQuarrie guionista, ya que la incluye de forma natural dentro de la personalidad del protagonista, e incluso gracietas ya muy oídas – la referencia a ciertas costumbres de los policías- cumplen su objetivo. Su cima llega con el personaje al que da vida un Robert Duvall derrochando carisma y demostrando habérselo pasado muy bien rodando la película. Su función oscila entre ser una figura clave para que Reacher atrape a los villanos y caer simpático al público, ya sea con algún gag ocasional o con su mera forma de ver la vida. Todo un acierto por parte de McQuarrie el darle más cancha de la realmente imprescindible, ya que en muchas producciones de este corte no hubiera ido más allá de una breve aparición para darnos información, pero aquí su participación es activa.
No voy a engañaros, ‘Jack Reacher’ no es un thriller memorable que vaya a perdurar en el tiempo como uno de los mejores jamás hechos, pero sí es uno bien realizado, con un equilibrio de géneros bastante conseguido y un reparto muy bien escogido, sin olvidar que cumple con creces su objetivo de ser un disfrutable entretenimiento. Hay quien sólo busca eso en el cine y otros a los parece producirles alergia, pero hay muchas posibilidades de que quienes disfruten del cine en todas sus formas – creo que yo ya he dado suficientes pruebas de ello- y no se limiten a tener una visión muy reduccionista del mismo también pasen un buen rato con esta película de Christopher McQuarrie de la que realmente espero que haya más entregas, ya que hay novelas de sobra para ello.