Uno de los grandes temas de 'Insecure', que regresa a HBO con su temporada 5 y final, es el que la vida no tiene manual de instrucciones. La incertidumbre ante el poder escoger el camino correcto, si es que lo hay, y de cumplir las expectativas de adultez es un continuo tropo de las comedias de treintañeros. Pero Issa Rae logra siempre recubrirlo en cierto realismo mágico y estos últimos episodios no son una excepción.
Con sus OKAY?! como coletilla de los títulos de los episodios, la serie retoma las tramas (y las bombas) de la temporada 4. Por un lado, la amistad entre Molly (Yvonne Orji) e Issa, herida tras momentos de abrir el cajón de mierda; por otro, el descubrimiento de que Lawrence (Jay Ellis) va a tener un hijo con su ex.
El futuro de esa relación es un elefante en la sala que, al igual que suele pasar en la realidad, la ficción pospone en un primer episodio en el que vemos a Issa y amigas llegar a Stanford para la reunión de antiguos alumnos pertinente.
Retrospectiva para avanzar
Una reunión que conlleva cierta retrospectiva que, en algunos casos, hará replantear a Issa ese qué ha sido de su vida incluso cuando va a ser ponente como emprendedora. Un capítulo que encapsula perfectamente las intenciones que tiene la serie desde sus inicios de enfrentar las expectativas vs. la realidad y aderezarla con esa incertidumbre ante el "camino correcto".
Lo que vemos en ese episodio, de algún modo, es el momento existencial de cada una de las protagonistas. Incluso de Kelli (Natasha Rothwell) que, a pesar de seguir siendo un resorte cómico, tiene su momento de reflexión y apertura cuando descubre que sus compañeros creen que falleció hace tiempo.
Algo que de hecho proporciona cierta reflexión al personaje que encaja perfectamente con la condición de última temporada de la serie. Ese qué hacer cuando ves que tienes fecha de caducidad, que tu final está cerca, es lo que está explorando como showrunner Prentice Penny.
Una estructura más episódica
La temporada 5 de 'Insecure' es, desde luego, bastante más episódica que las anteriores. No es que la serie se caracterizase por ser un continuará constante, pero los primeros cuatro episodios (de seis) se muestran más como estampas de la vida de Issa Dee y compañía sin una relación argumental entre ellos.
El foco salta entre épocas, personajes y situaciones y son las pequeñas referencias y conversaciones las que dan el elemento de continuidad. Más allá de esto, la ficción HBO no pierde nunca su propio oriente: la autenticidad en el retrato, bello y ligeramente fantástico de este grupo de amigas negras y su barrio afroamericano en Los Angeles.
Todo esto llevado por una estupenda Issa Rae que, a pesar de ser el alma de la serie (con todo el carisma que desprende aun estando algo limitada en los terrenos más dramáticos) sabe cuando apartarse para dejar respirar y resplandecer al resto.
Una vez más, la cámara se ve enamorada tanto de contenido como de continente, del barrio y sus habitantes. Y, sobre todo, de estas amigas en lo que el guion profundiza más en las raíces de sus uniones. En definitiva, y a falta de ver la segunda mitad, la temporada 5 de 'Insecure' promete terminar en alto una serie que de por sí es brillante.
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