'Infiesto' es el angustioso thriller con el que Netflix quiere repetir el éxito de 'La chica de nieve': una eficaz película en la que brilla su ambientación pandémica

El último gran éxito español de Netflix ha sido 'La chica de nieve', un thriller alrededor del secuestro de una niña durante la Cabalgata de los Reyes Magos. El punto de partida de 'Infiesto', la nueva película española de la plataforma, es un poco el reverso de aquella, ya que la repentina aparición de una joven a la que hacía varios meses que se daba por muerta es el gran punto de impulso narrativo.

Eso sí, lo más llamativo de entrada en 'Infiesto' es que el inicio de la película coincide con el momento en el que Pedro Sánchez anunció el Estado de Alarma en nuestro país como respuesta a la pandemia de coronavirus. Eso lleva a que la película esté situada en un momento muy concreto que enrarece todavía más todo lo referido a la investigación, como si sobrevolara en el ambiente la posibilidad del fin del mundo.

Estado de Alarma moral

Ahí encaja muy bien el hecho de que la historia se sitúe principalmente en la cuenca minera asturiana, pues es una zona cuyos años de máximo esplendor quedaron ya atrás, dando ahora la sensación de un declive lento pero inexorable. Esa sensación de vacío se extiende a todos los niveles, ya que las particularidades del momento histórico elegido llevan a que las calles de la ciudad también estén vacías, potenciando así ese toque sombrío que tan bien le sienta a la película.

Eso lleva a que el trabajo de ambientación sea uno de los puntos fuertes de 'Infiesto', pues Patxi Amezcua, guionista y director de la película, utiliza esos escenarios vacíos para vincularlos a una especie de depresión moral que va creciendo de forma paulatina en lo que sucede en pantalla hasta que toca ir resolviendo el misterio alrededor de esas desapariciones.

De hecho, eso es lo que realmente da un toque distintivo a un thriller que en otros aspectos resulta más convencional de lo deseable. Un buen ejemplo de ellos lo tenemos en todo lo relacionada con la muchacha que aparece de forma repentina y su madre, pero llama más la atención que sus dos protagonistas nunca llegan a tener un gancho especial para que la investigación tenga un interés añadido por ser ellos quienes la llevan a cabo.

Luces y sombras de 'Infiesto'

Ahí es verdad que tanto Isak Ferriz como Iria del Río cumplen con solvencia tanto por separado como cuando la historia se centra en la dinámica entre ambos, pero en todo momento se sienten como personajes un tanto genéricos y ellos tampoco logran elevarlos. Ahí merece la pena destacar la aparición secundaria de un Luis Zahera capaz de elevar un personaje que por sí mismo podría haber caído en la mera irrelevancia.

Por desgracia, eso es algo que afecta a 'Infiesto' a todos los niveles e impide que pueda convertirse en ese gran thriller que prometía su trabajo de ambientación y visual. Con todo, el problema aquí no es tanto la rigidez habitual de este tipo de relatos de corte procedimental como el hecho de que parece pisar demasiado sobre seguro y nunca termina de ser lo siniestra que podría haber sido.

Sí hay instantes puntuales en los que se atisba lo que podría haber llegado a ser -la mayoría de ellos se encuentran en los últimos 15-20 minutos de metraje-, pero incluso entonces Amezcua no termina de poner toda la carne en el asador. Es cierto que siempre hay algo oscuro en el ambiente, pero es ahí donde tendría que haber ido un paso más allá.

Afortunadamente, ese bajo techo con el que parece conformarse el también máximo responsable de 'Séptimo' es más que suficiente para conseguir algo indispensable en este tipo de producciones: despertar la curiosidad del espectador por el caso y ofrecerle siempre al menos lo necesario para que pase un rato entretenido. A eso hay que añadir ese clima de angustia que sobrevuela en todo momento -ahí la fotografía de Josu Incháustegui resulta esencial- y que sabe aprovecharse muy bien del recuerdo del público de todo lo que rodeó al inicio de la pandemia. Eso sí, resulta curioso que luego el tema del coronavirus tenga un peso bastante menor en la trama.

En resumidas cuentas

'Infiesto' es una de esas películas que te quedas con la sensación de que daba para mucho más pero que al acabar de verla no acabas pensando que ojalá hubieses visto otra cosa. Por un lado, ofrece una atmósfera angustiosa y un caso que engancha lo suficiente para que su visionado se pase volando. Por otro, sus personajes no tienen la fuerza necesaria y en casi todo momento se siente que va con el freno de mano echado.

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