Eli Roth va camino de convertirse en uno de los peores directores de toda la historia, y pronto su nombre ocupará un lugar de honor al lado de otros como Ed Wood o Uwe Boll. 'Cabin Fever' no tenía ni pies ni cabeza, y 'Hostel', a pesar de algún punto de humor negro y cierto ritmo, no dejaba de ser un poco una tomadura de pelo, centrada en el sadismo de unos personajes sin ton ni son, casquería pura y barata sólo porque sí. 'Hostel 2' es todavía peor, y lo cierto es que es una secuela totalmente inútil, ya que no aporta absolutamente nada a lo ya visto, y se nota que se ha hecho deprisa y corriendo sólo para generar dinero fácil. Y aunque sus resultados están muy por debajo de otros blockbusters, lo cierto es que recuperará con creces su ridículo prespuesto y amasará una buena cifra en el mercado internacional. Además, Roth ha conseguido que Mr. Tarantino lo acoja en su seno y ahora le identifiquen con él, como si eso siriviera de algo para justificar la nula calidad de sus cintas.
El argumento de 'Hostel 2' es prácticamente idéntico al de su predecesora, simplemente cambiemos a chicos por chicas (no seré yo el que se queje), por lo demás es casi calcado a la anterior. Un grupo de tres amigas que están en Italia, terminan en Eslovaquia, pasándoselo de miedo (nunca mejor dicho), e irán a parar a un sitio en el que servirán para satisfacer los deseos ocultos de un montón de depravados que pagan por matar a alguien torturándolo.
Pero la única tortura que aquí existe es la propia película, llena de incongruencias y elementos absurdos en su ridículo guión. El film tarda demasiado en arrancar, y todo lo que se nos muestra no tiene ni el más mínimo interés, la presentación de personajes es larga y aburrida, y cuando sucede lo que ya sabmos de antemano que va a suceder, el film se termina, sin más. Todos aquellos amantes del gore y las imágenes fuertes, van a salir enormemente decepcionados de la película, la cual únicamente contiene tres escenas de las llamadas asquerosas, en las que, eso sí, Roth no se corta ni un ápice en mostrar todo tipo de atrocidades, a cada cual más bestia. De hecho, el film lo basa todo en eso, lo cual no dura ni diez muntos en pantalla, asi que la tomadura de pelo es brutal.
Los personajes son todos absolutamente estúpidos, y hasta deseas que se carguen rápidamente a alguno de ellos. Luego, la película tiene la manía de querer darle la vuelta a las situaciones, intercambiando los papeles de algunos personajes, pero todo resulta como poco creíble y demasiado forzado. Al respecto me remito a su parte final, en la que una de las protagonistas toma las riendas del asunto, resultando todo absolutamente inverosímil. Y ya no hablemos de los diálogos, en los que no hay ni una sola frase inteligente. Vale que una película de este estilo no va a tener diálogos a lo Shakespeare, pero una cosa es eso y otra bien distinta la vulgaridad que por aquí asoma.