El formato, a veces, es lo que más importa. Al menos a la hora de hacer que un largometraje tenga toda mi atención. Uno de los que más aprecio, por poco habituales, es el de la, digamos, retro-realidad. Ahí es donde Cristian Ponce acierta de pleno en su debut, 'Historia de lo oculto', otra de las sorpresas que hemos visto en la última edición de Sitges.
La brujería a través de las ondas
Como sucediera con aquella chaladura de Andrew Bujalski titualda 'Computer Chess', esta 'Historia de lo oculto' luce como una vieja grabación real. En la marcianada de Bujalski se optó por grabar con una videocámara Sony AVC-3260 de 1969, algo que no creo que haya sido la opción del cineasta argentino, puesto que recurre a la manipulación formal y de aspecto en distintas ocasiones. Por supuesto, eso no tiene absolutamente nada de malo.
Ponce, que tiene en Netflix su estupenda micro serie de animación 'La frecuencia Kirlian', salta al largometraje con un inusual gusto por el suspense y el horror puro al servicio de una trama de complots para obtener el poder de un país. Durante la emisión del último "60 minutos para la medianoche", el programa de periodismo más famoso de la televisión del país, Adrian Marcato, uno de los invitados, podría exponer una conspiración que vincula al gobierno con un aquelarre real. Si eso no es suficiente atractivo para ti, piensa que también tenemos fuera de cámara a un grupo de periodistas corriendo a contrarreloj para localizar el objeto que permita la confesión en directo.
Este trepidante thriller político-paranormal es en realidad un truco de magia de la vieja escuela, de los qué básicamente consisten en un simple desvío de atención. La película podría funcionar sin estridencias, pero es que sus flirteos con el horror cósmico, la brujería y algunos anacronismos realmente WTF terminan siendo irresistibles. Como mal menor, porque su ajustado metraje no permite que tampoco sea demasiado grave, es justo reconocer que tal vez se complique ella misma a la hora de exponer sus jugadas clave.
El futuro ha muerto
Aprovechando que la película vuelve esta semana a estar disponible para todo el mundo a través de la sección online del Molins Horror FIlm Festival que ya tienes en Filmin, he podido charlar personalmente con Cristian Ponce, director del largometraje, para conocer algo más sobre sus intenciones e influencias, aunque eso queda más o menos claro al ver un cuarto donde están colgados los carteles de 'La Cosa' y 'Todos los hombres del presidente'.
"La peli básicamente es la sexta o séptima que escribo y la primera que dirijo. Y es una de las pocas que escribí sabiendo que la iba a hacer, porque la pudimos financiar con los ingresos de 'La Frecuencia Kirlian', la micro serie de animación que tenemos en Netflix. Como sabía que iba a ser mi debut como director de largometrajes metí todas las cosas que me gustan. De ahí ese híbrido de folk horror, sectas y periodismo. Me gusta mucho el cine periodístico, aunque aquí en Argentina particularmente no tenemos un referente del género. Sabía que una a ser una película de terror, pero ahí queda mi pequeña aportación al género".
'Historia de lo oculto' entra por los ojos. Su coqueteo con formatos y formas obsoletos, perdidos, incluso por momentos nos metemos en un found footage que no es ni lo uno ni lo otro, y que por eso cautiva, es el mayor atractivo de esta olla a presión llena de los mejores ingredientes.
"Me gusta mucho ver televisión antigua, sobre todo de este tipo de programas de entrevistas. En especial los que se salen de su propio eje. Hay un par de programas, 'Hora clave' y 'Tiempo nuevo', que fueron referencia y que empezaron a dedicarse a temas que se alejaban de su estilo y contenidos. Pasaron de hablar de economía a hablar de poltergeists. La textura de aquellas cámaras, de aquellas teles, están ahí".
Otro de los aspectos destacados de la película es su aspecto sonoro, algo que Ponce también tenía claro desde el principio. Y es que como toda buena película de horror, los sonidos del miedo son tan importantes como sus rostros.
"Consultamos a muchos profesionales de la época sobre cómo funcionaba el sonido entonces, porque para mí era muy importante. La ganancia del audio cuando está en silencio, ese zumbido, también se me había quedado en la cabeza. También tengo un par de referentes cinematográficos que usamos para diferenciar los saltos de texturas, algo que hemos visto mucho por ejemplo en la televisión británica: la diferencia entre el vídeo en plató y el cine en exteriores. Algo que podíamos ver perfectamente en Benny Hill o con los Monty Python".
El equilibrio de la película es imponente. El horror tentacular, el thriller conspiranóico y sus callejones a oscuras también tienen un pequeño espacio para efluvios de metraje encontrado. Pero lo mejor de todo es que la película sería un thriller poderoso sin ninguno de los elementos paranormales y un buen título de horror sin politiqueo por medio. De hecho es alucinante cómo Ponce arma su historia, como un dossier de investigación.
"Creo que fue William Friedkin el que decía que una película de terror, para funcionar realmente, tiene que ser igual de poderosa si le cortas toda la parte fantástica. Trabajé el guión con un par de manuales de periodismo de investigación. Fui armándolo como el proceso de una investigación periodística real, pero cambiando elementos "terrenales", como el tráfico de armas, por desapariciones de miembros de la oposición mediante brujería. Armé todo el esquema de una investigación real y después fui cambiando los elementos racionales por los sobrenaturales. Y después no dejé ninguno, solo la punta del iceberg. Así sería el público el que sacaría sus propias conclusiones. En lugar de hacer como en 'Alien' o 'Tiburón', donde sacaban poco a sus criaturas, en nuestro caso era más como sacarlo mal. Hay una película que he visto hace poco en la que jugaban a algo parecido, 'Lake Mungo'.
Un soplo de aire fresco, 'Historia de lo oculto' es una de las obligaciones que tienes en esta edición del TerrorMolins, una película que como dice su director, lleva al máximo el efecto fake news mediante los anacronismos más locos del año.
"Quería llevar al máximo la hipnosis colectiva de un país que está dividido políticamente, donde una mitad está convencida de que la otra vive en una realidad distinta a la suya. ¿Qué pasaría si eso es cierto? Pensaba en eso, y ahí salió esta especie de regeneración temporal. Como si formásemos parte del universo alternativo de Biff Tannen pero sin viajar en el tiempo".
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 6 Comentarios