Comenta mi compañera Beatriz en su crítica de 'Habitación sin Salida' (Vacancy, 2007) lo cansino que a veces es el presenciar copias baratas (en el sentido artístico) por doquier de obras maestras incontestables como 'Psicosis' (a veces nos olvidamos de que peor que Gus Van Sant no se puede hacer). La presente película nos remite una y otra vez al famoso título de don Alfredo, por centrarse la mayor parte de la acción en un motel de carretera de mala muerte en el que es mejor no pasar la noche si quieres seguir viviendo.
'Habitación sin Salida' narra el viaje de una pareja en crisis, que al salirse de la autopista y coger una de esas carreteras solitarias (algo que sólo se hace en las películas) se pierden y además se les estropea el coche. Gracias a la mano fortuita del guionista esto les sucede cerca de un motel, regentado por un tipo de lo más raro, y en el que se ven obligados a pasar la noche, para al día siguiente reanudar su viaje. Eso si cuando amanezca siguen con vida.
La película no tiene un mal inicio. Tras unos sugerentes y excelentes títulos de crédito se nos mete dentro del interior de un coche en el que se nos hace saber que la pareja protagonista está en crisis, una crisis que parece definitiva. Así pues, de entrada, ya estamos algo incómodos con los dos personajes. Una incomodidad que se traspasa al motel en el que deciden pasar la noche por causas ajenas a su voluntad. Si bien de entrada, el recepcionista da un mal rollo que no veas, y que cualquiera en su sano juicio no pasaría una noche en dicho lugar jamás en su vida, el film presenta su carta más interesante cuando los protagonistas descubren ciertas cintas de vhs en su habitación, un detalle de guión realizado con inteligencia y que por sí solo provoca cierta inquietud en un interesado espectador.
Evidentemente, dichas cintas contienen grabaciones snuff, y la idea de que nuestros protagonistas pueden ser los próximos protagonistas de una de esas cintas caseras le da al film un punto muy interesante, pero que desgraciadamente no es aprovechado ni lo más mínimo. En vez de continuar por ese camino, la película se convierte en la típica cinta de terror actual, llena de golpes de efecto y con resoluciones argumentales totalmente disparatadas. A ello contribuye un guión que si bien hasta ese momento no era precisamente el culmen de la originalidad, por lo menos estaba ofrecido con oficio y con cierta garra, pero que luego termina siendo una típica historia de terror más. Cítese como ejemplo, la absurda intervención de un policía, al que no echan de menos en ningún momento, los laberínticos pasillos que sólo ayudan al personaje pero despistan totalmente al espectador, o que en cierto intervalo de tiempo nadie haya hecho nada.
La pareja protagonista está interpretada por una Kate Beckinsale muy guapa, pero cuyo personaje es enormemente tópico, el típico personaje femenino gritón y que tiene miedo de todo, a pesar de esa parte final en la que incomprensiblemente toma las riendas del asunto. Al lado de ella, un Luke Wilson bastante más inspirado que otras veces, sobre todo porque a su personaje se le concede algo que no se le concede a este tipo de personajes en este tipo de películas: la capacidad de pensar. No nos encontramos ante el típico adolescente imbécil que pueblan los films de terror, no. Este tipo piensa, y pone en más de un aprieto a sus perseguidores. Una pena que en la parte final no tenga más protagonismo y decidan resolver algunas cosas de golpe y porrazo.
'Habitación sin Salida' es una floja película en la que el americano de procedencia húngara, Nimród Antal, termina por ceder ante los tópicos y tics del actual cine de terror en vez de jugar con las cartas que nos presenta en un principio. Por cierto, menudo listo el que le puso el título en español, porque curiosamente una de las primeras cosas que hacen los personajes centrales es salir de la habitación. Vale, no llegan muy lejos, pero salir salen (otro enorme fallo ya que hay multitud de posibilidades de escapar una vez están fuera).
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