James Gunn es el director que mejor ha podido imprimir su sello personal a las películas que ha dirigido para Marvel. Ya en 'Guardianes de la Galaxia' quedó claro que estábamos ante una obra con voz propia dentro de este gran universo de superhéroes, sensación que reafirmó la segunda entrega. Luego llegaron las dudas con su despido, pero pronto quedó claro que la franquicia no podía seguir adelante sin él y fue readmitido.
Sin embargo, ese periodo de duda fue aprovechado por DC para que se ocupase de 'El escuadrón suicida' y hace apenas unos meses se anunció que iba a centrarse a tiempo completo en el relanzamiento de la gran competidora de Marvel. Eso dejaba a 'Guardianes de la Galaxia 3' en una posición extraña, algo que se acentuó tras el chasco en taquilla que fue 'Ant-Man y la Avispa: Quantumania'. Obviamente, no puedo saber si el nuevo trabajo de Gunn va a ser un éxito en taquilla, pero lo que sí tengo claro es que se trata de un estupendo final de trilogía, hasta el punto de que con el paso de los días cada vez tengo más claro que me parece la mejor película de la misma.
El toque Gunn sigue intacto
Lo primero que conviene dejar claro es que se nota en todo momento que 'Guardianes de la Galaxia 3' es una película de James Gunn, y también que no hay nada que parezca dejado a la improvisación para intentar salvarlo de cualquier forma a última hora. El propio cineasta comentó este mismo año que en Marvel se estila demasiado andar haciendo retoques hasta el último momento, pero que esa forma de llevar las cosas no encaja con él y aquí tenemos una nueva demostración de ello, notándose desde la habitual selección de temazos por su parte hasta el resto de elementos que dan forma a todo.
Desde el primer momento se percibe que 'Guardianes de la Galaxia 3' está diseñada como una película de despedida y que Gunn sabe a dónde quiere llegar. No es difícil detectar cómo algunas semillas van plantándose para volver a ellas en los minutos finales, pero lo hace sin confiar en un inicio suave, ya que apenas pasan unos minutos hasta que un enorme peligro acecha sobre ellos y les obliga a iniciar una misión en la que tampoco parecer haber muchas posibilidades de éxito.
Ese toque emocional ya estaba presente en las dos primeras entregas, pero aquí alcanza otro nivel al servir también para profundizar más en el pasado de uno de los protagonistas y que la propia historia vaya desarrollándose a partir de ahí. Es verdad que eso también lleva a que los flashbacks tengan un peso mucho mayor que sus predecesoras, pero no se trata de un mero capricho de Gunn o de algo que entorpezca la narrativa de la película.
Eso sí, Gunn tampoco se olvida de imprimir ese componente cómico marca de la casa que en momentos puntuales puede tener cierta tendencia al chascarrillo -hay una broma recurrente con Cosmo como protagonista especialmente divertida-, pero lo más habitual es que sea una prolongación de la personalidad de sus protagonistas y de la dinámica existente entre sus personajes.
Y es que una de las grandes fortalezas de 'Guardianes de la Galaxia 3' es precisamente el mimo con el que se trata a sus protagonistas, siendo evidente el cariño que Gunn profesa hacia ellos. Si a eso añades una lograda sensación de que estamos ante el final del camino, todo se siente más trascendental, los peligros se sienten más reales y los momentos de desahogo brillan más. Y no me quiero olvidar del buen uso que se hace de la nueva personalidad de Gamora, sirviendo tanto para momentos más ligeros -esos saludos con Nébula- como para otros mucho más contundentes en el plano emocional.
Si tuviera que ponerle un pero, eso estaría en la parte de los villanos. Soy consciente de que va a haber bastantes quejas sobre lo que Gunn hace aquí con Adam Warlock (Will Poulter), ya que todo apuntaba a que el personaje iba a ir en otra dirección, pero a mí el que me resulta un tanto fallido es el Alto Evolucionador de Chukwudi Iwuji, que ya colaboró con Gunn en 'El Pacificador', pues sufre un poco el síndrome de enemigo muy poderoso que luego no es para tanto y además su actitud recuerda un tanto a Thanos. Ni mucho menos pienso que sea un desastre, pero sí es seguramente lo más genérico de toda la función.
Salvado ese detalle -ahí resulta curioso que 'Guardianes de la Galaxia 2' sea la menos conseguida de la trilogía pero a cambio cuente con el mejor villano-, que tampoco resulta muy molesto, la película es muy satisfactoria en el resto de apartados. Por ejemplo, en lo visual resulta impresionante sin que detectase ninguna de las irregularidades extrañas propias de los toqueteos de Marvel hasta última hora. Eso sí, algunos de los diseños elegidos por Gunn puede que choquen a algunos espectadores, pero a la hora de la verdad todo encaja con lo que este cineasta ha ido mostrando a lo largo de los años.
Por último, va a ser inevitable que no todos queden igual de satisfechos con el cierre elegido por Gunn para este grupo de superhéroes, pero para mí funciona como un colofón perfecto para su historia. Desde la inesperada canción elegida para una de las escenas culminantes hasta el hecho de sentirse como una conclusión lógica y natural para las tramas de cada uno de ellos. Luego igual Marvel acaba recuperando algunos personajes, pero por mí que se quede la cosa aquí, que dudo mucho que la cosa vaya a funcionar mejor.
¿Entonces merece la pena o no?
'Guardianes de la Galaxia 3' es una película con el sello de James Gunn y también una obra muy desconectada del resto del universo Marvel. Aquí el objetivo real es dar un cierre a la historia de este grupo de superhéroes, manteniendo el mismo estilo que en las dos primeras entregas pero elevando el toque emocional. Soy consciente de que hay muchos espectadores desencantados con el rumbo que lleva actualmente el MCU, pero aquí no se me ocurre ningún motivo para que aquellos que ya disfrutasen con las dos anteriores entregas no vayan a volver a pasárselo en grande.
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