James Gunn, cuyas películas de ‘Guardianes de la Galaxia’ hicieron del MCU un espacio expansivo, no solo geográficamente, sino en cuanto a tono, ha vuelto a Marvel. Puede que se esté pasando mucho por alto este hecho por la cascada de contenido sin filtro que recaba en la plataforma Disney+, pero lo cierto es que su ‘Guardianes de la Galaxia: Especial Felices Fiestas’ es una minidosis de todo lo que se ha echado en falta en la última etapa de Marvel.
La realidad es que el especial navideño significa un regreso importantísimo. Tras unos años de pandemias y controversias con el estudio más tarde, Gunn estrena su primer trabajo tras ser despedido y vuelto a contratar, en el movimiento más estúpido de la compañía de Bob Iger, que abrieron la puerta de DC a uno de los mejores autores del entretenimiento mainstream, convirtiéndolo no solo en un “asalariado” como se refiere Tarantino a los directores de cine de superhéroes, sino en el director de la competencia.
Aquí Kevin Feige recibe ahora a su principal némesis profesional y gran amigo, para dejarle hacer exactamente lo que le ha dado la gana, es decir, un especial de Navidad tan extraño, divertido y hortera como suelen ser la mayoría. Pero si los Guardianes se convirtieron en una saga alternativa a ‘Star Wars’ dentro de la casa que posee ahora la saga space opera, no podría ser sino un reflejo autoconsciente de aquel infame especial navideño de ‘La guerra de las galaxias’ que ahora es imposible encontrar en Disney+, o cualquier edición oficial.
Una anécdota con más alma que toda la Fase 4
Aquel programa de 1978 podría ser recordado por ser la primera aparición en pantalla de Boba Fett, pero suele ser compartido en redes por la escena en la que el padre de Chewbacca miraba revistas guarras, las caras de psicópata de Mark Hamill o las de vergüenza ajena de Harrison Ford, una curiosidad zarrapastrosa que el estudio trata de enterrar sin éxito. Gunn abraza ese absurdo y calza como un guante en su universo de freaks y outsiders, es su propia esencia.
En los escasos 40 minutos del especial vemos cómo Peter (Chris Pratt) está triste por ser diciembre en la Tierra y recordar las Navidades que se perdió porque los extraterrestres le secuestraron cuando era niño y lo obligaron a una vida de piratería espacial. La familia de los Guardianes quieren ayudarle, así que Drax (Dave Bautista) y Mantis (Pom Klementieff) deciden conseguirle lo único de lo que no ha dejado de hablar desde los años 80: la estrella de ‘Footloose’, Kevin Bacon, por lo que harán un viaje rápido a Hollywood para un llevar a cabo un secuestro navideño.
La trama es tan tonta, referencial y autoconsciente como ‘She-Hulk’, pero Gunn consigue que el surrealismo alcance cotas sublimes gracias al casting. Bautista y Klementieff condensan toda la ingenuidad inocente de dos extraterrestres literales, pero convierten su pequeña aventura en una gran comedia salvaje que sirve a su modo de homenaje a ‘Star Trek IV. Misión: salvar la Tierra’ (1986) pero con el manto cálido de amor verdadero por sus personajes que siempre consigue transmitir el director. En realidad, casi todo el especial es una excusa para hacer lo que suelen hacer estos eventos televisivos. Poner luces, regalos y canciones, muchas canciones.
Un bálsamo para Marvel en un momento crítico
Gunn pide a sus amigos de country alternativo Old 97's que aparezcan como la banda alienígena de Knowhere que tocan una canción propia con Bacon en la voz, y otra coescrita con el director, con la que se abre otro 'Awesome Mix' lleno de éxitos navideños alternativos de LOW, Hanoi Rocks, The Wombats, Fountains Of Wayne, Smashing Pumpkins y Julian Casablancas. Los guardianes también bailan con The Waitresses, con un tema que también aparecía en la infravaloradísima película navideña alternativa de Chris Pratt ‘La guerra del mañana’ (2021).
El mediometraje logra un espíritu festivo contagioso que siempre está en alto, una especie de epílogo redentor de la Fase Cuatro, tras la insufrible ‘Black Panther: Wakanda Forever’, pero también como prólogo de la Fase Cinco, presentando ya a Cosmo, el perro espacial como parte del equipo, Groot como adolescente ciclado y la nueva nave (The Bowie) del grupo. La trama es lo suficientemente liviana como para funcionar por sí misma, pero sirve como continuación de lo poco visto en ‘Thor: Love & Thunder’ y como preparación para el gran final de la trilogía de Gunn, cuando ‘Guardianes de la galaxia vol. 3’ posiblemente termine su andadura en Marvel.
El director de ‘Guardianes de la Galaxia: especial felices fiestas’ es una pérdida que el Universo cinematográfico va a lamentar mucho, porque las películas y series del MCU que intentan imitar su estilo no tienen la misma esencia. Aquí de muestra, como en ‘Peacemaker’, que no importa el poco presupuesto que tenga, porque en realidad su secreto es el amor incondicional a sus personajes, su cursilería bienintencionada emociona, sus estupideces divierten, y consigue llevar lo meta a un terreno de complicidad amable con el espectador que hace que el especial pueda convertirse en el favorito de los niños terrícolas estas navidades.
Ver 22 comentarios