'Gomorra' no es lo contrario a 'El Padrino', es un padrino moderno

Tras obtener una espléndida acogida en diversos festivales, 'Gomorra', de Matteo Garrone, se estrenará en nuestro país este viernes, 14 de noviembre. Basada en el libro de Roberto Saviano, se trata de un retrato sobre cómo funciona la camorra y sobre cómo los jóvenes que crecen en el polígono napolitano tienen pocas oportunidades de vivir ajenos a las malas artes de los traficantes y delincuentes.

'Gomorra' nos muestra la vida de esos bajos fondos centrándose en las historias de unos cuantos personajes que se nos narran en paralelo a lo largo de dos horas y cuarto de película. Esta duración es excesiva, ya que lo que se cuenta comienza siendo en todos los casos absolutamente cotidiano y carente de importancia. El ritmo interno lento no es necesario para las historias, sino que es más que nada un recurso para aumentar la sensación documental. Pero esa sensación se podría haber mantenido con 25 minutos menos de cinta y así el film habría fluido más ágilmente hacia la parte en la que los acontecimientos son de verdad impactantes.

Ese exceso de metraje es el único defecto que soy capaz de achacarle a una película que en todos sus aspectos está realizada de maravilla. Garrone logra una tremenda cercanía hacia la situación que muestra y hacia los personajes que la habitan. Los actores son extraordinarios y ayudan a esa gran humanidad que tiene 'Gomorra'. El trabajo de cámara y de fotografía es excelente.

El buen hacer de Garrone y de sus actores crea un conjunto bello, atractivo, interesante de ver que, de forma más moderna y europea, nos acerca a la mafia con la misma visión de 'El padrino' o del remake de 'Scarface' que hizo Brian de Palma –los propios personajes de 'Gomorra' tratan de emularlo, ya que es como un padrino de una clase social más adecuada a la de ellos—. Más que un paso al otro lado o una visión desde el punto de vista contrario, 'Gomorra' me parece una actualización del retrato atractivo hacia esos bajos fondos que hacían Coppola y De Palma. No es más hiriente que cualquier película violenta que nos pueda llegar de Asia o de EE. UU. Hoy en día se lleva más esta estética naturalista en cuanto a la realización y el cruce de historias cortas está tan de moda para la creación de guionies que llega a cansar. Por lo tanto, es de esperar que se ruede así para estar a la última, pero no por situarse en una posición más crítica. La mafia siempre ha sido objeto del retrato cinematográfico y lo que en su momento la hacía atractiva es lo mismo que ha encumbrado a 'Gomorra'.

El final del film nos da la protesta en una pequeña pastillita que consiste en unos carteles con cifras terribles y datos escalofriantes. Pero estos carteles chocan con el resto de 'Gomorra', ya que durante la narración normal no se ha aportado nada que pueda servir como acusación ante la situación. Me explico: nos muestran que los delincuentes son malos. Ya lo sabíamos. Nos muestran que es peligroso vivir en una zona peligrosa. Creo que lo habíamos podido imaginar. Etcétera.

Si se hubiese querido hacer un film protesta, creo que habría tenido más sentido que se sacase a la luz el tipo de poder que tiene la mafia en Italia, pues prácticamente gobierna el país. O que se hubiese hecho ver que la policía no hace nada al respecto porque está corrupta. Es decir, que se demostrase que es una situación contra la que se podría estar actuando y que, si no se toman cartas en el asunto, es porque no conviene. Eso serviría como película crítica. Pero 'Gomorra', tal como es, además de mostrar que la violencia existe, no nos hace ver nada que no sospechásemos ya.

Todo esto no hace que la película desmerezca, es únicamente una observación sobre esas intenciones críticas que se supone que tiene 'Gomorra', pero que son una cuestión absolutamente ajena a la película, un ardid promocional, al igual que ese cartel que despista tanto sobre su contenido.

Olvidando todas las posibles repercusiones sociales y quedándonos sólo con lo que es cine, 'Gomorra' es un film rodado con una gran calidad, con mucha cercanía y con una estética muy actual.

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