Dicen que las segundas partes nunca son buenas. Esto es un medio de cine y televisión y ya sabéis que no estamos demasiado acuerdo con esa afirmación... pero con 'Operación Triunfo' creo que hay que dar la razón al dicho popular.
'OT 2018' se despidió anoche de la audiencia ante 2.2 millones de espectadores y un 19.4% de cuota de pantalla en una edición que, por lo general, no ha llegado a las cotas de entusiasmo y de seguimiento que tuvo la de 2017. Y eso que ha protagonizado unas cuantas polémicas, con despidos incluidos.
Una gran (por larga más que por otra cosa) final que proclamó a Famous como ganador y a Alba Reche y Natalia como segunda y tercera. Un podio bastante predecible (aunque yo cambiaría posiciones) pero que resume, perfectamente, lo que ha sido OT en esta edición.
Famous, el cocinado ganador de 'OT 2018'
La ajustada proclamación de Famous (36% de votos) como ganador de la última edición de 'Operación Triunfo' es el final deseado por Gestmusic, productora del programa, que desde el principio de esta edición ha centrado su narrativa en elevar las presuntas virtudes del bormujero.
Porque, de lejos, es el menos versátil y el más limitado de los cinco finalistas. Incluso me atrevería a decir de los semifinalistas. Así que la victoria de Famous no es un triunfo de la voz (de hecho ni una canción ha afinado), es la del flow, la de la pose, la del soul y la de una productora que ve en él oro puro y le ha convertido en su favorito personal.
Que, aunque reconozco que mi favorita era Alba, no quiero decir que su victoria no sea merecida (y decisión soberana del público). Porque es cierto que ha tenido muy buen concurso ("le han dado" todo numerazos), pero también lo es que durante tres meses ha habido un peloteo importante hacia él y no me extrañaría que con esta orquestación desde TVE y Gestmusic acabemos viéndolo representando a España en Eurovisión.
Lo de Eurovisión es otra historia, pero conociendo el historial de España de llegar tarde a las tendencias e intentar imitar lo que lo peta el año anterior en el certamen, no me extrañaría que Famous sea la respuesta a Cesár Sampson (Austria), que quedó tercero en Lisboa. De momento, para mí tranquilidad, su tema para Eurovisión ('No puedo más') no es muy defendible, al menos a juzgar por el minuto que nos han mostrado.
Un formato televisivo anticuado
Recuerdo cuando hice la crítica del comienzo de 'OT 2017' y hablé sobre cómo "de 2017 solo tiene el título". Aludía así al hecho de que a nivel de realización y guionización de las galas seguía anclado en un esquema antediluviano. Afortunadamente los que estaban delante de la cámara (concursantes, jurado...) daban mucho juego y "entraba" bien.
Pero estamos en la edición de 2018, los concursantes no dan tanto juego y tres horas de gala se hacen pesadas y, gracias a que comienza tardísimo, soporíferas. Quitas las actuaciones y apenas hay nada destacable: los vídeos son aburridísimos y alargados, las entrevistas sosas y la realización de las actuaciones son de cuando solo había un canal de televisión en España.
En unos tiempos en los que en la ficción está habiendo una tendencia hacia la redución del metraje por episodios, esto no parece aplicarse a los formatos de reality. En caso de ser renovada en 2019, TVE debería plantearse tres cosas: quitarle al menos una hora de programa; segundo, arreglar de una vez los problemas de sonido y, por último, modernizar la realización.
Hay que tener en cuenta que, además, gran parte del público de 'Operación Triunfo' ya va a las galas "enseñados" tras haber visto dos pases de micro y algún que otro ensayo. Por lo que hay cierta exigencia para estimular más al fan medio del programa que no se cumple.
En definitiva, creo que en 'OT 2018' se han cumplido esos augurios que decían que una segunda edición consecutiva no era tan buena idea como parecía. Un programa con mucha solera pero que, en términos televisivos, no ha sabido evolucionar.
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