Aunque a tenor de las noticias, Prime Video parezca estar virando hacia contenidos más mayoritarios/blockbusters seriéfilos (por ejemplo con 'Jack Ryan'), la plataforma tiene un catálogo de series originales de corte muy indie. Series que llaman la atención a cuatro gatos y 'Forever' es una de ellas.
'Forever' (o 'Para siempre' si nos ceñimos al subtitulado de la plataforma) es una dramedia de ocho episodios que sigue a una pareja de mediana edad: June (Maya Rudolph) y Oscar (Fred Armisen), casados desde hace doce años y cuyas dinámicas se han convertido en demasiado rutinarias.
Ya en la primera secuencia, una magníficamente construida colección de estampas que van desde el cómo se conocieron hasta su día a día en el matrimonio, podemos ver que June empieza a notar cierto hastío y decide actuar para cambiar un poco las cosas.
Así, cuando después de una década yendo religiosamente a la casa del lago, deciden cambiar el plan e ir a esquiar, todo se dinamita. Este, en principio insustancial cambio, altera drásticamente la vida de los protagonistas... que deberán hacerse a una nueva situación mientras intentan resolver la que puede ser su mayor crisis de pareja.
No he querido meterme en terreno de spoilers de lo que pasa exactamente, porque creo que es mejor irlo descubriendo junto a sus protagonistas. Pero digamos que el título de la serie es de lo más adecuado. Bajo la premisa del amor eterno, 'Forever' explora el qué pasa cuando la vida en pareja deja de tener ese atractivo inicial.
Si tenía ganas de ver 'Forever' es porque todo en ella me llamaba: Maya Rudolph y Fred Armisen siempre son un sí... aunque a veces no terminen de convencerme. Por otro lado la serie viene de la mano de Alan Yang, pareja creativa de Aziz Ansari (que, por cierto, escribe uno de los episodios) en 'Master of One', y Matt Hubbard ('Parks and Recreation').
De hecho ni Rudolph ni Armisen decepcionan. Se hacen con sus personajes y casi sin necesidad de grandes diálogos se ve claramente cómo sus personalidades difieren. June quiere que la llama no se apague y darle vidilla a su relación mientras que Oscar, si bien es ingenioso, tiene otras ideas sobre en qué consiste la cotidianeidad.
La sencillez en los créditos y el mimo con el que planifican las escenas, al igual que cierto toque de humor absurdo, vienen claramente inspiradas por el libro de estilo que Yang ha usado para 'Master of None'. Una propuesta limpia, sin distracciones y con pequeños gags terciarios que dan un adorno perfecto a la puesta en escena.
Pero donde mejor brilla Yang es en su escritura y en cómo, sin grandes artificios, convierte una historia de aburrimiento en la pareja en una exploración emocionante de las consecuencias de la rutina y la degradación (por erosión) de una pareja y qué pasa cuando tras tantos años difieren en su proyecto común.
Una diferencia que no es que haga las cosas especialmente feas en su dinámica de parejas, sino que las despoja bruscamente del ideal romántico que puede tener una relación y retrata la crudeza de ese momento de desamor que siempre se da en una pareja.
Además, 'Forever' se permite desviar el foco y dedicar un episodio a otra pareja que no son ni June ni Oscar ni tienen relación con ellos... aunque su historia es relevante para el personaje de Maya Rudolph.
Los ocho episodios de la magnífica 'Forever' se pueden ver fenomenalmente en plan maratón y, aunque tiene lo que llamaríamos "problemas de tercer acto" (el último tramo tiene alguna idea que no termina de tirar), se presenta como un auténtico puñetazo en la cara para los que aspiramos al amor eterno.
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