El reputadísimo Damien Chazelle decide alejarse por primera vez del mundo de la música en su nuevo trabajo. 'First Man (El primer hombre)' está centrada en la figura del astronauta norteamericano Neil Amstrong, encarnado por Ryan Gosling. Puede parecer que no encaja con lo que Chazelle ha venido haciendo hasta ahora pero, una vez más, Chazelle aprovecha para hablar de la ambición y el éxito.
'First Man' es una película repleta de problemas. El más importante, su historia. La carrera espacial es algo apasionante y la llegada a la Luna un acontecimiento espectacular, muy cinematográfico, pero en 2018 ha dejado de serlo. Desde un punto de vista científico, la figura de Amstrong puede ser fascinante, casi divina, pero como ser humano y, por lo que muestra esta película, debió de ser la persona más aburrida del mundo.
Un actor inexpresivo en la piel de un protagonista aburrido: bravo, Chazelle
Los encargados de adaptar esta historia han sido Nicole Perlman ('Guardianes de la galaxia') y el experto en cine de despachos John Singer ('Spotlight'), basándose en un libro de James R. Hansen. Su guion es extremadamente clásico, apenas profundiza en Amstrong como ser humano y tiene importantes problemas de punto de vista a la hora de mezclar la historia familiar y la profesional.
Si el personaje ya es poco atractivo, la elección de Ryan Gosling para interpretarlo no es muy afortunada. Es un grandísimo actor pero no se caracteriza precisamente por su expresividad; esto genera aún menos interés al no saber darle algún tipo de matiz, aunque lo aleje un poco de la realidad, que lo haga más llamativo.
A su lado está Claire Foy, haciendo lo que puede porque el guión no deja que se luzca; es un mero soporte para el personaje de Gosling. Es cierto que Chazelle sabe filmarlos con una intimidad bastante especial y crea aunténticas postales familiares, pero la falta de profundidad hace que se queden en eso: fotos bonitas montadas de forma aleatoria.
Hay un esfuerzo importante en fotografía; se ha rodado en película, no en digital, y el material en bruto debe ser excelente pero el montador debió dejarse las tijeras en casa. No hacen falta casi dos horas y media para contar esta historia y sobra demasiada información. Especialmente en lo referido al entrenamiento, donde parece que al cineasta solo le interesan las anécdotas que habrá repetido Amstrong en centenares de entrevistas a lo largo de su vida.
Lo mejor de 'First Man (El primer hombre)' es su espectacular viaje espacial
Y por fin, la puesta en escena de Damien Chazelle destaca en las escenas espaciales, donde puede componer las imágenes que más asociamos a su cine. Planos espectaculares, un envolvente diseño de sonido y un elaborado montaje compensarán las dos horas de espera que dan paso a un corto, pero espectacular viaje.
Prácticamente todo resulta fallido en 'First Man'. Es una lástima ver cómo puede cae este director cuando se le saca de su zona de confort; cómo patina al trabajar con un guion ajeno y cómo su estilo se disuelve al ponerse al servicio de una historia. Hay un importantísimo problema de ritmo, el pilar de los dos anteriores trabajos de Chazelle.
Además, es una película demasiado tradicional para alguien tan joven como él. 'First Man' es el típico trabajo que, a pesar de un par de escenas, podría haber dirigido alguien como Ron Howard (pienso en 'Apolo 13'); tiene mucho de artesanía pero cero personalidad.
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