Por segunda vez en las últimas tres ediciones, el Festival de Cannes ha apostado por una comedia sobre muertos vivientes para dar el pistoletazo de salida al certamen. Tras 'The Dead don't die' de Jim Jarmusch, este año Cannes se ha inaugurado con 'Coupez!', lo nuevo de Michel Hazanavicius.
Como ya comentamos, se trata de un remake de 'One Cut of the Dead' (2017), uno de los grandes fenómenos de culto del cine internacional de los últimos años. La original japonesa, realizada por Shin'ichirô Ueda, planteaba un divertido y encantador juego metalingüístico a partir del rodaje de una historia sobre zombis; si aún no habéis disfrutado de la película, no os cuento nada más sobre lo que ocurre. Y quizá sería recomendable que dejéis de leer, por si acaso, cuanto menos sepáis mejor.
El plano secuencia de los muertos
Hazanavicius no se complica demasiado. Su película es una versión bastante cercana al film japonés; repite la estructura, los giros y prácticamente recicla las mismas bromas. Se limita en gran parte a seguir el guion original al pie de la letra, regándolo de ligeras e inevitables variaciones por la traslación al lenguaje, el cine y el público francés. Y seguramente por puro sentido común, de alguien que se dedica a contar historias.
Todo puede sonar un poco decepcionante e innecesario. Y en parte lo es. PERO... No deja de ser el trabajo del autor de 'The Artist', donde bebía del cine clásico estadounidense para crear una comedia muy elegante y disfrutable que arrasó en su momento, cosechando numerosos premios y un inesperado triunfo en los Premios Óscar (ganó cinco estatuillas, incluyendo mejor dirección y película). Hazanavicius puede pecar de vago como creador pero es un realizador inteligente y habilidoso. Y con sentido del humor.
Su mayor decisión al afrontar este proyecto es abrazar el absurdo y tratar de convertirlo en una ventaja. De este modo, al igual que en la vida real, el director de 'Coupez' (al que da vida Romain Duris) acepta la oferta de rodar un remake francés de un éxito japonés con zombis. Y quien le encarga el trabajo es la misma productora a la que encarna la actriz de la original, Yoshiko Takehara.
Así que se aporta una nueva capa a este sencillo relato que, en el fondo, gira en torno al proceso de creación de una ficción y también, más en general, viene a hablar de la familia, la que se forma naturalmente por lazos de sangre y la que se genera profesionalmente tras una intensa producción. Es preciosa esa imagen de la pirámide humana como metáfora de lo que puede llegar a ser un rodaje: una misión casi imposible, un sueño repleto de decepciones y frustraciones que coquetea con la pesadilla. David Lynch lo contó a su manera en 'Mulholland Drive'.
Previamente conocida como "Z", antes de que la coincidencia con un símbolo ruso obligase a cambiar el título, la nueva versión francesa se llama 'Coupez!' un juego de palabras con el verbo "couter" ("cortar", o en este caso "¡Cortad!") que funciona para las dos facetas de la película, y claro, la letra "Z" que hace referencia al zombi. Esta broma es un perfecto ejemplo de lo que consiste el trabajo de Michel Hazanavicius.
Resultaba de lo más extraño que Cannes se decantase por un remake para abrir su certamen, y reconozco que yo no terminaba de verlo nada claro, pero debo decir ahora que la elección ha sido todo un acierto. Evidentemente, 'Coupez!' no tiene la frescura de la original ni el tremendo factor sorpresa pero es una película muy eficaz y divertida que además de reflejar el estado de la industria (voluntaria e involuntariamente) deja con buen sabor de boca y con ganas de más cine. Si eso no es lo que le pedimos a un film inaugural, yo ya no sé. Y gente, son franceses.
Termino con un recordatorio: podéis seguir mis comentarios y opiniones desde Cannes en Twitter.
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