Festival de Cannes 2022: Cristian Mungiu revienta toda esperanza en el ideal europeísta con su aterradora 'RMN'

Festival de Cannes 2022: Cristian Mungiu revienta toda esperanza en el ideal europeísta con su aterradora 'RMN'

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Festival de Cannes 2022: Cristian Mungiu revienta toda esperanza en el ideal europeísta con su aterradora 'RMN'

Como continuación del cine de trasfondo social que suele caracterizar al Festival de Cannes y, aunque contrariamente a lo que se podría pensar en este año convulso, en una edición que no ha tenido tanto peso como acostumbra en Competencia Oficial, no podía falta la representación rumana en esa plataforma que descubrió el renacer de esa cinematografía ya hace 20 años.

El director de '4 meses, 3 semanas y 2 días' o 'Bacalaureat', Cristian Mungiu, se consolida de nuevo como uno de los grandes exponentes de esos nuevos cines rumanos del cambio de milenio y continúa su exploración de la sociedad del presente con un fuerte componente social como base para la reflexión.

El odio enraizado, el miedo a lo diferente

Tras despedirse de malas formas, Matthias vuelve a las montañas de Transilvania, donde dejó a su mujer y su hijo pequeño por un trabajo bien pagado en un matadero de Alemania. El panorama a su vuelta es el de un matrimonio inexistente y un hijo con problemas de aprendizaje que le echa de menos, pero al que apenas conoce. En el pueblo, todo parece permanecer igual, salvo por el bestial éxodo de la mayoría de sus habitantes, que siguen marchando día tras día en busca de mejores oportunidades como obreros de cualquier cosa al otro lado de la frontera.

Sólo una fábrica de pan, dirigida por dos mujeres bien formadas en el extranjero y con aspiración europeísta parece crecer como la espuma, si no fuera por la imposibilidad de incrementar la plantilla ante la falta de candidatos locales que las empuja a importar a tres trabajadores extranjeros, con la oposición de frente de la mayoría popular.

Con esta premisa de doble moral partiendo de un pueblo tradicionalmente migrante, Mungiu reflexiona sobre el racismo clasista asociado a la inmigración europea de nuestros días, dejando episodios apabullantes que quedan grabados en la memoria colectiva como ese plano secuencia con cámara fija que registra un brutal debate popular durante varios minutos en el que el director se limita a observar, dejando que los personajes se retraten solos.

Una radiografía de la Europa ultranacionalista del momento que aterroriza con un discurso del odio interiorizado de una forma tan natural que da pavor y resucita el viejo argumento del nosotros frente al ellos, despertando lo más negro del pensamiento social ultra proteccionista.

Con un tono absolutamente naturalista y una atmósfera reconcentrada y pesante, 'RMN' deja una imaginería que implica armas y cacerías con tal increíble fuerza y veracidad que asusta. Incorporando en el argumentario de sus personajes todos los clichés xenófobos que hace diez años habrían parecido desproporcionados y subrayadores, ‘RMN’ retrata las consecuencias de la falta de oportunidades y la aceptación de las limitaciones autoimpuestas que resultan en un miedo a lo diferente que, en ese discurso actual, tristemente, de nuevo suenan demasiado familiares.

En este año con la invasión de Ucrania como telón de fondo, a la que el Festival de Cannes con su proclamado interés por las luchas sociales ha hecho escasa mención desde ese altavoz importantísimo hacia el que todo el mundo estamos mirando estos días, la película de Cristian Mungiu resulta absolutamente descorazonadora. Tremendamente certera y falta de esperanza. Desoladora.

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