Hay un dicho muy popular que dice "somos lo que comemos". Por nuestro bien, espero que no sea del todo cierto. Recientemente, como os adelanté cuando puse el póster, se estrenó en España 'Fast Food Nation', del realizador Richard Linklater, inspirada en el libro homónimo de Eric Schlosser. Ver el nombre de Linklater en los créditos ya consiguió que me interesara por este título, y es que el director tiene en su filmografía algunas películas que considero auténticas joyas; sin embargo, es bastante irregular y tiene también otras muy decepcionantes. 'Fast Food Nation' no se encuentra en ninguno de los dos extremos, para bien y para mal; pretende ser una ácida comedia muy crítica con la industria de la comida rápida, la cual se expande triunfalmente por todo el mundo, con peores consecuencias de las que piensa el ciudadano de a pie. La máquina, como dicen en el film, es imparable y sólo le interesa el dinero. Los individuos somos números y se nos alimenta en serie.
La historia de 'Fast Food Nation' está dividida en tres, relacionadas todas con una empresa ficticia llamada Mickey´s, pero que bien podría ser McDonald´s o Burger King. A un ejecutivo de esta Mickey´s le aseguran que en una universidad han descubierto que la carne de las hamburguesas de su negocio está contaminada con desechos fecales (con mierda); este ejecutivo emprenderá entonces una investigación para descubrir qué falla en el sistema que proporciona esas hamburguesas. Por otra parte, tenemos a una cajera de uno de los locales de Mickey´s, quien no tiene claro su futuro hasta que decide luchar contra esa misma empresa. Y por último, a una inmigrante ilegal mexicana que trabaja para el matadero que proporciona la carne a Mickey´s para sus famosas hamburguesas.
Pero Linklater no se queda ahí. No se conforma con "abrirnos los ojos" (a quien tenga que abrírselos). También apunta a los consumidores y a los que mantienen la industria, culpándolos de ser responsables, al menos en parte, del triunfo de estas empresas de "alimentación". Critica al país rico por su trato tan hipócrita hacia los inmigrantes, a los directivos que se enriquecen a costa de la salud del pueblo, pero también el conformismo y la vagancia de éste. Incluso plantea que ya son sólo los jóvenes los únicos capaces de poder hacer algo, por poco que sea, contra este auténtico imperio que da basura comestible a cambio de dinero. Desgraciadamente, una buena película no se hace con buenas intenciones, como señalaba acertadamente mi compañera Beatriz hace poco. De hecho, esa intención crítica queda un tanto desdibujada por un conjunto que, hablando en términos cinematográficos, es poca cosa, flojo. No hay intensidad y sí mucho convencionalismo en lo que ha rodado Linklater; a veces da la impresión de estar viendo un telefilme de tres al cuarto. Y ojo. Como he dicho, 'Fast Food Nation' es una película, es ficción, por mucho que lo que veamos en pantalla se parezca terriblemente a la cruda realidad. Así que no esperéis algo como 'Super Size Me', el exitoso documental de Morgan Spurlock, que, por cierto, aun estando lejos de ser una obra magnífica, creo que su visionado es muy recomendable; sobre todo, para los que aún creen que ir a un "restaurante" de comida rápida es una buena opción.
Resulta bastante evidente la mano de Linklater en el guión cuando aparece el personaje que interpreta Ethan Hawke, quien ha sido una especie de alter ego del realizador en más de una ocasión. Linklater habla a través de este estupendo actor y aprovecha para lanzar dardos envenenados contra todos los que considera responsables de la situación, de que la simbólica Mickey´s se esté forrando vendiendo basura. Su discurso puede resultar cargante porque la gran parte del mismo es simple y llanamente palabrería barata que suena muy bien. Sin embargo, no deja de tener bastante razón en el fondo. Y tampoco es que se considere "un Michael Moore", poseedor de la única razón verdadera y capaz de solucionar problemas con sus vídeos. Expone la situación, explica su punto de vista, y anima a actuar. Aunque sólo sea no entrando en esos locales y animando a los más jóvenes a hacer lo mismo. Directamente a ellos, les dice "es vuestro turno". El problema es el mismo que la propia película te viene a confirmar, los grandes y poderosos siempre ganan; los débiles, los ciudadanos comprometidos, lo tienen bien jodido. Quizá lo único que podamos hacer, cada uno de nosotros, es lo que he comentado: no entrar, no comprar, no consumir, no seguir el juego de estas compañías. Quizá...
Lo que es indudable es que Linklater tiene amigos famosos. Sólo así se explica que en el reparto de esta 'Fast Food Nation' encontremos a actores de renombre como el mencionado Hawke, Greg Kinnear, Kris Kristofferson, Patricia Arquette o Bruce Willis. Como se trata simplemente de hacer el favor para que la cinta se pueda comercializar mejor, algunos como Willis apenas tienen unos minutos en pantalla. Por otra parte, sinceramente, esto debe importarnos muy poco. Los principales protagonistas son Kinnear, que está muy acertado en la composición de su personaje, el ejecutivo inocente lleno de dudas, confirmando de nuevo que es un buen actor, a tener muy en cuenta; Ashley Johnson, que cumple a la perfección con su papel de joven aplicada pero llena de dudas, modificando su actitud y comportamiento hacia Mickey´s tras la charla de su tío; y, por último, Catalina Sandino Moreno, la inmigrante de la historia, quien también está estupenda (en su caso, física e interpretativamente hablando), protagonizando uno de los momentos más desagradables de la película, ya por el final. En papeles de menor importancia también podemos encontrar a Wilmer Valderrama, Luis Guzmán, Paul Dano (el chico "mudo" de 'Pequeña Miss Sunshine') o incluso la popular Avril Lavigne.
No es 'Fast Food Nation' una gran película, ni mucho menos, pero es entretenida, es crítica y tiene algunos momentos muy buenos, aparte de que puede resultar tremendamente educativa y convincente para muchos espectadores. Por otra parte, considerando como está la cartelera, este título es una opción más que recomendable. Si tenéis la suerte de que la estén proyectando en vuestra ciudad, no la dejéis escapar.