Si en los anteriores episodios, 'Falcon y el soldado de invierno' definitivamente se planteaba como un spin-off (o más bien epílogo) del Capitán América , el nuevo episodio de la serie de Disney+ sella el pacto devolviendo a dos personajes más de la antigua franquicia de Chris Evans, por lo que los que esperen conexiones con el universo cinemático Marvel también están de suerte, lo que nadie esperaba es cómo han regresado esos personajes.
Pero lo que sorprende de esta tercera entrega no son estas visitas al antiguo catálogo sino el tono que ha empezado a coger la serie de Disney+, a la que lo único que le falta para tener una R son los chorros de sangre esperables en una muerte en pantalla del cine para adultos, pero la violencia usada y las muertes resultantes son suficientemente frías y abundantes para resultar cercano al de films de acción menos fantásticos.
SPOILERS del episodio
La otra agente Carter
El personaje de vuelta del que se está hablando menos es Sharon Carter, interpretada por Emily VanCamp, la sobrina nieta del único amor verdadero de Steve Rogers, Peggy, a la que Steve besó a pesar de seguir enamorado de su tía, en uno de los momentos más creepy del MCU. Es de Carter de quien viene la mayoría de violencia más impactante del episodio, en una brutal escena de pelea entre contendedores en la que mata sin remordimientos y a bocajarro.
Pero el personaje que todos los fans estaban esperando es el villano interpretado por Daniel Brühl, Zemo, el cerebro detrás de todo el brillante y maléfico plan de 'Civil War', que se convierte aquí en la inesperada estrella de la función. Al más puro estilo del cine de John Carpenter, Zemo se convierte en aliado a regañadientes, un criminal jugando a dos bandas al que han construido una nueva y sorprendente personalidad.
Brühl se lo pasa en grande dándole una delirante vis cómica al villano, un movimiento atrevido de la serie, que le muestra convenciendo a Sam para que se pruebe su ropa fashion, o haciendo una minireseña de la banda sonora de 'Troubleman' de Marvin Gaye. "Captura la experiencia afroamericana", le dice a Sam. Y además baila en discoteca, (como el propio actor, como sabrán los usuarios de la sala Apolo de Barcelona), y lleva un estilo de vida de verdadero Barón, con toque chic y gusto por lo caro.
El plan de los supersoldados va tomando forma
Además, la serie por fin vincula totalmente al villano con su visión del cómic, con la misma máscara que usa en las viñetas. La mayor parte de la historia transcurre en Madripoor, donde el improbable trío sigue una serie de misiones con Bucky haciendo de su antiguo soldado de invierno y Sam dando los mejores momentos del episodio, bebiendo chupitos con órganos de serpiente para meterse en su personaje y tratando de engañar a su hermana por teléfono, en un divertido momento de tensión en el que la escena del bando y del barco del piloto tienen una genial correspondencia que justifica su aparición.
El arco principal coge más cuerpo cuando descubrimos quién fue contratado por HYDRA y luego por la CIA para recrear el suero de súper soldado, usando muestras de sangre de Isaiah Bradley, para hacer un suero más aerodinámico y fácil de administrar, y también se aclaran misterios de los rompe-banderas, pero todavía no sabemos quién es el Power Broker y el episodio se encarga de que su figura se haga cada vez más presente.
Un capítulo particularmente lleno de información y algo más largo de lo normal, que abre un segundo acto en el que Zemo no solo ha traído más diversión, sino un giro que parece implicar a Wakanda, lógicamente, puesto que antes de hacer bromas y bailar, este villano obsesionado con la voz de su familia muerta, urdía asesinatos como el del rey T'Chaka, lo que nos puede deparar la primera pista de cómo Marvel continuará la historia del país tras la trágica muerte de Chadwick Boseman el año pasado, lo que convierte a esta, por el momento, estupenda serie, en una pieza del puzzle imprescindible para la fase 4.
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