Esta tarde se estrena 'Exposados', film de Andy Tennant que en v. o. lleva el título 'The Bounty Hunter', es decir, «el cazarrecompensas». Esta palabra describe al personaje de Gerard Butler, un policía que perdió su licencia y ahora se dedica a atrapar a fugados de la justicia a cambio de una recompensa —que alguien me explique, por favor, quién paga este dinero—. Su vida no es precisamente un ejemplo de organización y las amistades que frecuenta no podrían calificarse de recomendables. Por otro lado, el personaje de Jennifer Aniston es una periodista a la que no le importa meterse en líos para documentarse para sus artículos. Cuando tiene que presentarse en una vista para pagar una fianza por un delito menor que ha cometido, le llaman para darle una pista y no duda en elegir acudir a la cita, aunque eso suponga la cárcel. Milo entonces tendrá que perseguir a Nicole para entregarla a la justicia, pero lo que hará más jugosa esta situación es que ellos dos habían estado casados y ahora, supuestamente, se odian.
Esta comedia romántica en la que los protagonistas comienzan, como suele ser habitual, cual perro y gato; tiene la ventaja de contar con dos tramas policiales que se colocan por delante de la cuestión matrimonial y aderezan el conjunto. Así, el film presenta más giros y sorpresas a lo largo de su metraje y da cabida a un mayor número de personajes que si se hubiese quedado solo en lo amoroso. Con todo ello, hallamos aquí una película entretenida, que mantiene el interés y contiene algunos golpes humorísticos considerables. Se trata de un film desenfadado y absurdo, en lo cual puede localizarse el síntoma de su incompetencia o, si se acepta como un tono intencionado, una aportación positiva.
Incluso alguien tan poco habilidoso como Andy Tennant puede lograr un resultado decente con buenos materiales. Sin embargo, su mano se percibe en alguna de las imperfecciones del film, entre las que haría sobresalir la falta de ritmo. Y ya se sabe que es el ingrediente imprescindible en las comedias. La historia avanza constantemente, es decir, el ritmo argumental sí existe, pues el guión de Sarah Thorp muestra una huida/persecución y la sensación de inminencia está conseguida. Pero a la puesta en escena y a los diálogos les falta el brío y el dinamismo de una buena cinta de humor. Mala nota para Troy Takaki, su montador.
Me suele costar encontrar emoción en las historias de parejas que se reconcilian. Siempre he preferido que me cuenten cómo dos personas se conocen y comienzan a sentir algo la una por la otra. 'Exposados' es una excepción a esta regla, pues el idilio consigue engancharme ligeramente, a pesar de tratar sobre un matrimonio roto. Quizá la clave esté en que no da la impresión de que los esposos vuelven a juntarse porque eso es lo que hay que hacer: por los niños, por el qué dirán… sino que se percibe un resurgir de la chispa. También es importante que en el inicio la reconciliación parezca imposible, independientemente de que, en cualquier film de este género, el final se conozca de antemano. Es justo esa doble noción —saber que van a acabar juntos y percibirlo como improbable en el comienzo— lo que despierta la curiosidad en este tipo de películas, no el interrogante sobre la naturaleza del final, pues aquí nadie aspira a sorprender con la conclusión.
Otra nota de calidad la aportan los dos actores principales, en especial, Gerard Butler, quien no pierde el punto de sarcasmo que sabe aportar a sus papeles y quien mantiene la progresión desde la indiferencia hasta el cariño con credibilidad. Aunque no le puedo negar una vis cómica que ya demostró en televisión, Jennifer Aniston no suele gustarme demasiado y no por ella, sino por los papeles que elige habitualmente para cine: es raro encontrarla en una película en la que no esté deseando que le propongan matrimonio o quejándose de que su pareja huye del compromiso. Para variar, en este film hace de una mujer fría que antepone su profesión a la compañía de su marido y este soplo de aire fresco ya ha supuesto para mí una novedad tan agradable que me he rendido ante ella. Entre los secundarios lo único que encontramos es mucho tópico y algún personaje que roza el ridículo, pero el peso lo llevan tan claramente las dos estrellas que esto no supone un gran problema.
Está claro que 'Exposados' no va a revolucionar el cine ni a recordarse pasadas unas semanas y, por supuesto, no soportaría un veredicto dictado por quien haya intentado tomársela en serio ni por quien esperase mucho de ella. Mis expectativas, por el contrario, estaban por los suelos y, con tan nulas esperanzas, es fácil que algo sorprenda gratamente. No la encontré del todo despreciable, sino bastante válida como opción palomitera para ver en grupo.