Los musicales no abundan en el cine musical reciente. A nadie le hubiese extrañado que el gran éxito que tuvo ‘El otro lado de la cama’ en 2002 llevase a los productores a apostar con fuerza por esa fórmula, pero lo cierto es que apenas han llegado un puñado de títulos -incluyendo cintas ya olvidadas como ‘Una hora más en Canarias’- así desde entonces.
Por mi parte, no logro recordar ningún otro musical español desde ‘La llamada’, pero los amantes de este tipo de cine están de enhorabuena, ya que este viernes 2 de octubre llega a los cines españoles ‘Explota Explota’, una película construida a partir de canciones de Raffaella Carrà llamada a alegrar tanto a unos cines ansiosos de cintas que llevan a los espectadores a las salas como a aquellos espectadores que quieran desconectar un poco de la rutina diaria.
Con unas limitaciones claras
Tengo clarísimo que ‘Explota Explota’ no es un gran musical pero también que no se esfuerza demasiado por serlo. Aquí prima la ligereza a la hora de abordar todos los temas que propone para orientarlo todo a que prime más que la película sepa transmitir el entusiasmo de su reparto al público que la necesidad de construir grandes números para convertirla en un espectáculo de primer orden.
Y es que en ningún caso esperéis grandes coreografías en ninguno de los sentidos, primero porque seguramente no habría medios para permitirse algo así y segundo porque el hecho de que sus protagonistas sepan cantar o bailar realmente bien es algo que no parece haberse tenido demasiado en cuenta. Bueno, a Natalia Millán no podemos ponerlo nunca en duda en esa materia, pero es que su personaje no deja de ser una secundaria.
El mejor ejemplo de ello lo tenemos con Ingrid García Jonsson, quien está muy convincente retratando ese equilibrio entre ingenuidad y ganas de comerse el mundo de su personaje, pero la película nos quiere vender que es una bailarina -y en menor medida cantante- brillante con un magnetismo especial y ahí el espectador tiene que decidir entre salirse de la película o asumir que es lo que hay, que tiene mucho entusiasmo y que es inevitable que cumpla sus sueños, lo merezca o no.
Buen cine de evasión
Eso lleva a que ‘Explota Explota’ funcione mejor como una comedia romántica adornada con canciones que como un musical en toda regla. Por el camino se tocan otros temas como la censura o el sexismo en la sociedad española de la época, pero no hay ninguna intención de profundizar en ellos, sino de utilizarlos para dar un poco más de variedad al relato y buena prueba de ello la tenemos en la forma de resolver la trama de Fernando Tejero. El que mejor las aprovecha es un divertido Pedro Casablanc que sabe cómo jugar con la tendencia al exceso inherente a su personaje pero sin pasarse nunca de la raya.
Eso sí, la gran alegría que nos da la película es ver a Verónica Echegui exprimir al máximo el personaje de mejor amiga de la protagonista. Ya se nota la chispa desde su primer aparición y luego destaca para bien siempre que la película le presta un poquito de atención. Ni siquiera el hecho de que a veces su importancia parezca reducida a ser una herramienta para abordar otros temas o solucionar algún cabo que alguien con verdadera entidad propia impide que la actriz brille con luz propia.
Esa chispa es la que nunca termina de conseguir Nacho Álvarez en la puesta en escena. Ya mencionaba antes que seguramente la falta de medios sea un factor importante para ello, pero es que tampoco los números musicales en los que se percibe un mayor esfuerzo de logística llegan a destacar realmente. Parece que lo importante es mantener esa ligereza que caracteriza a la película a todos los niveles y se apuesta en ellos por un ritmo ágil y un aspecto colorido, buscando así el mayor dinamismo posible por encima de todo lo demás.
Esa decisión resulta esencial para que la principal virtud de ‘Explota Explota’ esté en ser entretenida y verse con agrado. Si empiezas a arañar más allá de eso, la película tampoco tiene mucho que ofrecer más allá de su reivindicación de la figura de Carrà, pero en los tiempos que corren se agradece una propuesta que apuesta prácticamente que el espectador se evada de lo que le rodea.
En resumidas cuentas
‘Explota Explota’ no es ese gran musical llamado a revivir al interés del cine español por dicho género, pero sí es una película entretenida y optimista que te invita a dejarte llevar para disfrutar en tu cine más cercano.
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