Hay entre ‘Everest’ (id, Baltasar Kormákur, 2015) y ‘La tormenta perfecta’ (‘The Perfect Storm, Wolfgang Petersen, 2000) coincidencias más que evidentes, tanto en intenciones como resultados. La sombra del film de Petersen, una de esas odas a la estupidez humana disfrazada de blockbuster simplón sobre la heroicidad, con una machacona música de James Horner —que subrayaba musicalmente lo que la imagen ya narra por sí sola—, navega continuamente por el film de un director que no termina de encontrar su lugar en el mainstream estadounidense.
Si bien Petersen, al igual que Kormákur de procedencia europea, posee una mejor mano para la dirección —ahí están muestras de sobra, tanto en su etapa alemana como en la estadounidense—, el segundo parece haberse dejado guiar por la citada película con George Clooney a la cabeza. Cambiemos pescadores por alpinistas, el vasto océano por la montaña más alta del planeta, mantengamos el mismo amor por lo que los personajes hacen, a Horner por un Dario Marinelli igual de machacón, espectaculares efectos visuales, una definición de personajes de encefalograma plano, y la insensatez como bandera ondeando en lo más alto, nunca mejor dicho.

Que un grupo de pescadores, comandados por el carismático Clooney, salgan a alta mar para que cambie su suerte, y así la de sus familias, con la pesca, adentrándose sin remisión en el centro de una espectacular tormenta, casi puede ser visto, a día de hoy, como la lucha interminable del ciudadano de a pie de enfrentarse a la desdichas, de tener que superar grandes obstáculos —y no hay mayor obstáculo que el de la Naturaleza mostrando toda su furia— para poder seguir viviendo dignamente. Hay un halo poético en dicha filosofía, la de comenzar un viaje sin retorno. Aquí no. Pero si Sean Penn miraba la tumba de Jim Caviezel en ‘La delgada línea roja’ (‘The Thin Red Line’, Terrence Malick, 1998) diciendo a un fantasma “¿de qué te ha valido?”, nosotros podemos preguntarnos lo mismo.
En cualquier caso, y por si alguien sale con el sempiterno “está basada en hechos reales, sucedió así”, lo que puede ser real no tiene por qué ser creíble en una película, todo depende de cómo se narre, y el problema aquí no es la verosimilitud del relato, sino —al igual que en el film de Petersen—, las trampas técnicas de las que se echan mano para que resulte un acto heroico, tan del gusto de las mentes… pensantes… estadounidenses. El resto lo ponen los preciosos paisajes, una fotografía espectacular de Salvatore Totino, la música de un Dario Marianelli vendido al mejor postor, quedando así listo el engranaje perfecto para sentir algún tipo de amistosa emoción hacia los personajes.

Morir por todo lo alto
Y es que pocos podrán resistirse ante la radicalidad, y también filosofía de andar por casa, de respuestas como “porque puedo”, en un momento que parece calculado para responder al espectador dubitativo ante la “proeza” realizada. La historia de un profesor que colgará una bandera por su alumnos —a los que imagino les habrá quedado el mensaje de “si te esfuerzas puedes conseguirlo” marcado a fuego para el resto de sus vidas—, la de un hombre que sólo se siente libre al borde de la muerte, y la de tantos y tantos personajes similares, cada uno con sus razones. Personajes que en el fondo no son más que clichés, tópicos andantes sin un esbozo mínimo de personalidad por mucho que posean una base real. Personajes reales convertidos en bocetos, en esquemas.
Sin embargo, lo mejor de ‘Everest’ es lo mismo que tenía de bueno ‘La tormenta perfecta’, su reparto, entregado y creyéndose lo que hace. Sólo con la excepción de una lamentable Keira Knightley —algo a lo que ya nos tiene acostumbrados, ergo no sorprende—, que muestra sus limitadas dotes en la secuencia de despedida con el personaje de Jason Clarke, mucho más creíble que ella a la hora de transmitir dolor. Lo mismo puede decirse del resto del reparto, entre los que destacan John Hawkes, Josh Brolin, y Jake Gyllenhaal. Intérpretes en estado de gracia dando vida a moldes.
Si en la aventurita del Enola GayAndrea Gail nadie sobrevivió, ¿cómo saben qué sucedió así? Lo mismo podríamos preguntarnos con las partes en las que Jon Krakauer —uno de los autores de uno de los libros que William Nicholson y Simon Beaufoy toman como base— no está presente. Evidentemente la ficción lo hace todo, porque en el cine, siempre, desde la primera a la última película, desde el primer hasta el último fotograma, TODO es ficción. Otro tema sería cómo desde esa ficción, y a través de diversas formas, se alcanza la verdad.
Y mientras los títulos de crédito finales subrayan una y otra vez “esto sucedió, esto SUCEDIÓ”, las palabras de alguien al que llamaban Bodhi resuenan en mi mente: “No hay nada de malo en morir haciendo lo que uno ama”.
Otras críticas en Blogdecine:
- 'Everest', espectáculo de primera, emociones de segunda (por Mikel Zorrilla)
- 'Everest', gélida frialdad (por Sergio Benítez)
Ver 20 comentarios
20 comentarios
pcalzadolopez
La crítica es mala de narices, habla como si no le gustara NINGUNA película basada en hechos reales. No contento con eso, se marca el spoiler de otras dos películas (además de la que está reseñando) y suelta perlas como "que subrayaba musicalmente lo que la imagen ya narra por sí sola" sin darse cuenta de que ese es precisamente el trabajo de un autor de banda sonora (enfatizar las emociones de lo que estamos viendo).
No sé cómo será la película, pero usted me ha dado unas ganas tremendas de verla.
gcallejo
Alberto, tanto a ti como a Mikel os respeto profundamente en Blogdecine. Sabéis muy bien de lo que habláis.
Dicho eso, creo que justo esta crítica la has hecho deprisa y corriendo, con poco rigor, o al menos con poca delicadeza.
La película no es taaaaan mala como la pintas, ni tan buena como otros aseguran. A mí me entretuvo mucho, y creo que consigue mostrar algunas de las dificultades a las que se enfrentan montañistas experimentados.
Vamos, que de fantasmada tiene poco. Te copio lo que escribió Iván Vallejo, el tercer montañista americano en subir los 14 ochomiles del mundo: "Debo decirles que Everest está muy bien lograda (para los que no la han visto todavía) pues ha sabido llevar a la pantalla, con crudeza, los tristes hechos que sucedieron en la primavera de 1996 y que condujeron a la muerte de 8 personas que perseguían la cumbre del Everest".
Supongo que Vallejo sabrá algo más de hechos reales relacionados con la montaña que tú. Supongo.
josemiguel.ortizrodr
Os he estado leyendo a todos hablar sobre Everest y os voy a dar mi opinión al respecto. ¡Vamos al lío!
Entiendo que se discuta el tema ficción-realidad pero aunque es divertido leer todo el tejemaneje que os traéis, hay algo por lo que se pasa de puntillas y es el gran problema de la mayoría de lo que se hace hoy día: El guion.
Todo el puñetero mundo parece haberse olvidado de que el guion, es la base de una historia y me da igual que sea mas falsa que Judas, si la historia es buena.
El que quiera realidad que vea un documental.
Estoy de acuerdo con el paralelismo al que se refiere maese Albuín y no había caído en compararla con aquella tontería que fue La tormenta perfecta pero tiene lógica pues esta es igual de insípida. Es una pena el desperdicio de tan buenos actores intentando hacer algo, con la mierda de papeles tan mal escritos que les ha tocado interpretar. En fin.
Es como ver una lampara hecha con diamantes... ¿Que es impactante por su factura y belleza? Desde luego, pero si no enciende una cálida luz en su interior que nos atraiga y nos deje extasiados, no nos importara un carajo de que material este hecha. ¿No os parece "extraordinario", que habiendo alcanzado cotas tan altas de perfección en los efectos visuales o digitales, las historias estén mas vacías y sin alma que nunca? Y sino, ahí esta Spectre... ¡Otra que bien baila!
loula2
El problema de la película creo que está en el guión. Está basada en hechos reales, y la historia es interesante. Pero curiosamente, con un tema tan emocionante, la pelicula no consigue transmitir la emoción que la historia real, al leerla, si produce. O al menos en mi caso es lo que noté cuando la vi en el cine. Y la música es cierto que tampoco ayuda mucho....
alfonsoalcocer
Nada más un detalle: el barco de La Tormenta Perfecta era el Andrea Gail... el Enola Gay fue el Boeing que lanzó la "Little Boy" sobre Hiroshima... del resto, todo muy cierto. Lo que también, es que la película ha servido para llamar aún más la atención hacia lo mal que se ha manejado (y vendido) el alpinismo en el Everest...
dmortimer
Sigues sin dar muchos argumentos.
calick
Otro punto en común entre esta película y 'La Tormenta Perfecta' es que ambas tienen a un entrañable John Hawkes que acaba muriendo trágicamente.
La crítica podría estar un poco más elaborada. Es inevitable que haya faltas de rigor de realismo en este tipo de pelis de "true story", pero al final lo que queremos el público es que entretenga y emocione. Y a mí esta película me sorprendió gratamente en ese sentido.
Alcoyano
[object Object]
jonvilches
Si, evidentemente el cine es ficción, lo que me refiero, y vuelvo a citar el párrafo del comentario anterior, es que tu estás saliendo del entorno de la película para valorarla y aún así dices que estas hablando de cine. Tu visión de que la película no es creíble se basa, en parte, en conocimientos que tienes sobre los antecedentes de la misma (los libros) y no sobre lo que se dice en ella. Es decir, no puedes preguntarte sobre las escenas donde Jon no está presente y se escenifican en la película, porque la película no es su visión de la historia y ni siquiera se plantea de esa manera, es más, como en su libro, Krakauer tiene poco peso en la historia.
Coincido contigo en muchas cosas, pero no coincido en la falta de credibilidad de la película (aunque yo solo puedo juzgarla con ojos de haber leído el libro...).
P.D. eché los hechos sin hache....dammm
alaescondecuca
No la e visto por lo tanto no puedo opinar, pero me extraña lo de keira, a mi me parece una joven muy solvente. .. de todos modos la veré.