A pesar de contar en su haber con una de las filmografías más interesantes de la animación actual, Cartoon Saloon sigue siendo un estudio no tan conocido como debería. 'El pan de la guerra', una de sus películas más brillantes y demoledoras, abandonará Netflix el próximo 31 de mayo.
El poder de las historias
Parvana es una niña de 11 años que sobrevive como puede en Kabul (Afganistán), bajo el régimen terrorista que no permite a las mujeres ni salir a la calle solas. Cuando su padre es apresado por los talibanes, su familia se queda sin recursos y decide hacerse pasar por un chico para poder trabajar.
'El pan de la guerra' ('The Breadwinner') es la tercera película de Cartoon Saloon, estrenada en 2017 y dirigida por Nora Twomey, también directora de 'El secreto del libro de Kells' y 'El dragón de papá'. El guion corre a cargo de Anita Doron y se basa en las novelas de Deborah Ellis.
Lo primero que llama la atención de esta película es el salto temático que supuso para Cartoon Saloon: el estudio de animación irlandés nos tiene acostumbrados a historias de corte fantástico y aquí nos sumerge en la terrible realidad del pueblo afgano.
Acompañamos a Parvana y vemos cómo se ve obligada a ingeniárselas para que su familia pueda sobrevivr. El guion no pretende utilizar el régimen talibán como excusa dramática, sino que muestra auténtica sensibilidad e interés por reflejar lo que fue el Primer Emirato Islámico de Afganistán (acontecido entre 1996 y 2001).
La película es dura pero porque la realidad también lo es, y la historia lo refleja con respeto y sin necesidad de tirar de recursos lacrimógenos para resultar desgarradora. Hay violencia pero jamás se muestra de forma morbosa ni exagerada y el drama de los personajes conmueve de forma genuina.
No obstante, no se trata de una historia hecha para regodearse en el dolor, en gran parte gracias a nuestra protagonista. La cinta no nos idealiza a Parvana como una heroína imbatible: es una niña, no pidió tener que cargar con esa responsabilidad y se despierta todos los días con miedo por lo que pueda pasarle a ella o a su familia.
Precisamente, consigue salir adelante gracias a esos pequeños rayos de esperanza que provienen de otras personas que acaba conociendo en la odisea diaria que es traer el pan a su casa. Gente que le muestra solidaridad incluso en un entorno en el que un simple gesto de amabilidad puede costarte la vida.
La película, además, habla también de algo igual de importante para sobrevivir: el poder de las historias. Los cuentos que Parvana cuenta a su hermano por las noches, narraciones fantásticas que hacen volar su imaginación y buscan un sentido a las cosas hasta cuando no lo hay.
Es ahí donde Cartoon Saloon recupera la fantasía y nos permite, al mismo tiempo que a sus personajes, evadirnos a otro mundo e incluso correr aventuras. El estudio diferencia la animación entre estas escenas y el resto, logrando así meternos en esa atmósfera fantástica en la que cualquier cosa puede pasar.
Es una cinta especialmente recomendable para el público adulto, que cuenta con una visión más amplia del contexto social del que está hablando, pero también puede entenderla un público infantil a partir de 12 años.
'El pan de la guerra' es una joya de la animación que rebosa sensibilidad y logra un equilibrio muy difícil: es desgarradora sin ser lacrimógena, y emotiva sin convertirse en un artificial discurso de motivación. Aprovechad para verla mientras aún esté disponible en streaming.
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