Chema García Ibarra lleva 15 años regalando su talento a quien tenga unos minutos, pero sería a partir de los increíbles 'El ataque de los robots de nebulosa-5', 'Protopartículas' y 'Misterio' (todos en Filmin) cuando el cineasta ilicitano se quedó a vivir en nuestros corazones. Tras 'Uranes', el mejor #littlesecretfilm (también en la plataforma) y la veraniega película corta 'Leyenda dorada', Ibarra presenta su nuevo largometraje. Y 'Espíritu Sagrado' debería hacer por él lo que 'Magical Girl' hizo por Carlos Vermut. Otra cosa ya es si Ibarra está interesado o no en formar parte del juego de la industria.
Dónde te escondes, hermana
'Espíritu Sagrado' inicia su andadura en Locarno, nada que deba sorprender a nadie puesto que Ibarra ha sido galardonado en lugares tan ilustres como Sundance (dos veces) o Berlín. Que su película se vea por primera vez en Suiza tiene todo el sentido del mundo. Rodeado de los habituales rostros familiares que le han acompañado durante todo este tiempo, y con un reparto de nuevo lleno de actores no profesionales, Chema García Ibarra ha firmado una de las películas más importantes que haya salido de nuestro cine en mucho tiempo.
Resultará inevitable la comparación con la segunda y aplaudida película de Vermut. Ambos trabajos muy modestos, que tocan unos palos similares y que provocan un choque de sensaciones en el espectador como pocas veces hemos visto. Considerando la película de Vermut como una de las mejores de la historia de nuestro cine, me atrevería a decir que Ibarra está a la altura. También lo tenía más difícil. Aquí no hay sacristanes, ni bermejos o lennies. Ni siquiera hay casas de campo.
Como siempre, Ibarra tira de lo que conoce para hablar de lo que le gusta. Tira de su ciudad, de su gente, de sus lugares, y sitúa la acción entre el bar Charly, regentado por José Manuel (Nacho Fernández, una auténtica revelación) y los lugares comunes de la asociación Ovni-Levante, que tiene su sede en la agencia inmobiliaria Inmo-Galaxia. La asociación, dirigida por Julio Expósito, sufrirá un revés cuando éste fallezca. Será entonces cuando José Manuel se quedará solo como la única persona que conoce un secreto que podría alterar el futuro de la humanidad. Mientras tanto, el resto del país está buscando de manera desesperada a una joven desaparecida unas semanas antes.
Expediente Elche
Ibarra, amante de los opuestos y los claroscuros del alma, no decepciona en su primer largometraje. 'Espíritu Sagrado' es una experiencia fascinante, pero también incómoda. Perturbadora. Trágica pero divertida. Quien conozca su obra sabe que a la vuelta de la esquina siempre está acechando lo inesperado. En forma de viejo compact disc new age o de referencias al mejor pop underground del presente. Uno nunca sabe lo que va a pasar en una historia de Chema García Ibarra, y aquí las expectativas de todo el mundo están listas para saltar por la ventana.
Está previsto que la película llegue a los cines españoles este otoño, imagino que tras una andadura festivalera en la que espero que llegue el gran reconocimiento que Ibarra se merece. Un cineasta que se siente a salvo en su casa, que no necesita grandes urbes ni docenas de figurantes para salir al paso y contar una historia. Las historias de Ibarra, íntimas, mínimas pero universales, tienen el don de conectar con el espectador y hacer que sus cimentos morales se tambaleen.
Esos meneos anímicos son el mejor aliado de este 'Espíritu Sagrado', una caja de sorpresas que me ha puesto realmente complicado hablar de ella y afirmar que estamos ante una de las películas del año, ya que lo hago sin entrar en un terreno en el que considero que ningún espectador debe ni tan siquiera intuir. La verdad está ahí fuera y la tiene Chema García Ibarra.
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