Esta tarde se estrena 'Escuela de pringaos' ('School For Scoundrels') sobre la que, además de escribir una crítica, quiero aclarar que no es lo que parece por el título. Algo tan nimio como una preposición le cambia el significado completamente: con 'Escuela de pringaos' nos imaginamos el típico instituto visto en mil millones de películas americanas y a los más pringados del lugar protagonizando unas cuantas meteduras de pata, algo así como 'La revancha de los novatos' ('Revenge of the Nerds'). Sin embargo, si en lugar de "de", se pusiese la preposición que tiene el título original, "para", se comprendería lo que es: una academia para pringaos, unas clases a las que acuden los pringaos a aprender a ser de otra manera.
Probablemente os dé igual que sea de una forma o de la otra, pero a mí me resultó refrescante comprobar que se trataba de lo segundo —y que el protagonista no es un adolescente, sino un joven en edad de trabajar— en lugar de la enésima versión de lo primero, aunque es cierto que este año esa fórmula ha dado una de las películas más divertidas de la temporada: 'Supersalidos'. Billy Bob Thornton regenta una especie de academia donde los hombres más pringados de la ciudad aprenden a comportarse como leones y a ser agresivos en su trabajo y relaciones personales. Aunque suene absurdo, me interesaba casi más ver este tipo de transformaciones a modo de reality show que la trama del film, pero sé que eso es un gusto muy particular, así que felicito a los creadores por no haberse detenido en algo que no habría dado para mucho desarrollo y por haber sido capaces de continuar con una trama que presenta giros y se puede extender hasta el final. Porque lo más habitual últimamente en las películas es que se tenga una buena premisa que dé para hacer comedia durante la primera mitad del metraje y luego lo demás sean componendas tradicionales.
El giro que mencionaba consiste en que, en cuanto el protagonista, Jon Heder ('Napoleon Dynamite') comienza a destacarse entre sus compañeros de clase, el profesor se lo toma como algo personal y se decide a competir contra él por la chica de la que está enamorado, que está interpretada por Jacinda Barrett.
Durante unos minutos, tenemos en la escuela a una colección de friquis muy interesante, que responde bastante bien al estudio que había realizado sobre las series contemporáneas. De hecho, algunos de los actores coinciden, por ejemplo, el que representa a Sheldon en la cachonda 'The Big Bang Theory', es uno de los estudiantes, aunque, por desgracia, no tiene ni una sola línea de diálogo. Además de otro montón de rostros de pringaos, como por ejemplo, el de David Cross, que aparecía en 'Arrested Development'; hay dos intervenciones especiales, una de Luis Guzmán y otra de Ben Stiller. Está claro que el reparto es lo más interesante de esta película y, aunque sea como curiosidad por írselos encontrando, está bien echarle un ojo. Eso sí, apenas tienen papel ninguno de ellos, todo se centra en los protagonistas.
Y en ese sentido, admito que es muy buen actor, pero Billy Bob Thornton no me suele gustar mucho, con esa cara que parece que está sujeta por alfileres en cada una de las esquinas. Sin embargo, aquí tiene un papel en el que se ríe mucho de sí mismo y por ello resulta incluso adecuado y no trata de acaparar el protagonismo.
El estilo de humor de 'Escuela de pringaos' no es desternillante ni constante, ni siquiera se trata de un film lleno de ritmo, como deberían ser todas las comedias. El acercamiento que su director, Todd Phillips, ha hecho a la película es algo particular y ensimismado. Por ello, lo que nos encontramos es un tanto diferente a lo que podríamos esperar por el título y los tráilers. Sin llegar a entrar del todo en esa categoría, se podría decir que 'School for Scoundrels' podría estar antes entre las películas de culto que en el saco de las comedias para adolescentes.
En Blogdecine | Tráiler de 'Escuela de pringaos'.