Hay algo en 'En la casa' ('Dans la maison, François Ozon, 2012) que provoca de forma continuada una fuerte empatía entre el espectador y los muy diversos personajes a través de los que el realizador francés vertebra esta singular producción que le hizo valedor de la Concha de Oro en la última edición del Festival de San Sebastián. Por la afiliación profesional con el personaje de Germain —soberbio Fabrice Luchini—, la más inmediata de ellas se producía en los primeros cinco minutos de proyección a través de la precisa definición que hace la cinta de ese profesor desencantado con su profesión que busca asirse al primer indicio de brillantez de un alumno como si fuese su única posibilidad de evasión de la mediocridad de su acomodada existencia.
Pero conforme va avanzando la acción, y Ozon va introduciendo al resto de "actores" de esta multifacetada disertación que es 'En la casa', resulta harto sorprendente que la misma intensidad con la que nos hemos identificado con el maestro, empecemos a hacerlo con el alumno, la esposa del primero y, por qué no, con esa familia de clase media de la que nos convertimos privilegiados observadores durante 105 minutos, algo a lo que no es ajeno el espectacular trabajo de un inquietante Ernst Umhauer, una magnífica Kristin Scott Thomas o una Emmanuelle Seigner que, como personificación de esa "aburrida mujer de clase media" nos regala una interpretación fuera de serie que invita a olvidar los referentes de clara naturaleza sexual que podíamos tener de sus papeles en 'Lunas de hiel' ('Bitter moon', Roman Polanski, 1992) o 'La novena puerta' ('The ninth gate', Roman Polanski, 1992).
Sin ser el mayor acierto de una cinta que equilibra a la perfección todas y cada una de sus muchas bazas, esta facilidad de Ozon para que el público trascienda su mero papel de espectador es, no cabe duda, una de los mejores hallazgos de una cinta que, como decía, presenta muchas facetas a tener en cuenta a la hora de valorarla como lo que es, un excelso ejemplo de lo que el lenguaje cinematográfico puede llegar a ofrecer.
Estructurada alrededor de un núcleo triple que conforme se repite el realizador muta a placer —lectura de la redacción, comentario por parte de Germain y, en ocasiones, su esposa, diálogo entre profesor/alumno—, 'En la casa' es, al mismo tiempo, un análisis somero sobre los más llamativos peligros en los que puede incurrir un sistema educativo despersonalizado —hay una frase de Germain en el tercio final de metraje en la que el profesor repudia el uso de los uniformes por su carácter gregario—; un estudio concienzudo acerca del proceso creativo que, aun viniendo aquí encarnado en la figura del literato, es perfectamente trasladable al séptimo arte y, por extensión, a cualquier otro ámbito artístico; una crítica abierta y mordaz a, llamémoslas así, las singularidades del arte contemporáneo; una precisa disección de ese estereotipo que es la familia de clase media y, por último, una elocuente y didáctica aproximación a los "valores" de una sociedad que promueve el voyeurismo y los atropellos contra la privacidad como modo de vida, aspecto este último que el director potencia sobremanera, motivando en el subconsciente del espectador un interés desmesurado por saber qué pasará a continuación.
Tan variados como la mezcla de aspectos arriba citados, son los diferentes géneros en los que Ozon va apoyando el rítmico discurso narrativo, transitando la cinta con una sencillez pasmosa desde el drama cotidiano a la comedia incisiva —esa que sin provocar la risa saca a relucir lo más absurdo de la realidad que nos rodea— pasando por un thriller descafeinado o ese tipo de cine que podíamos observar en la espléndida 'Olvídate de mi' ('Eternal sunshine of the spotless mind', Michel Gondry, 2004) en el que realidad y ficción quedan difuminados de tal manera que en no pocas ocasiones es tarea del espectador separar una de otras.
Es precisamente este último "género" el que resulta más atractivo conforme la narración se va aproximando a su conclusión, un punto en el que se han producido las mayores disparidades de opiniones para con la cinta. Los hay que consideran que Ozon no consigue rematar la faena y casi arruina la función con su deshilvanado cierre y otros, entre los que me incluyo, que vemos que en lo arriesgado e incómodo carácter de su tramo final, el realizador no hace más que trasladar, en una nueva capa de lectura que se yuxtapone a todas las anteriores, los miedos e inseguridades que Claude y Germain han mostrado para con las últimas páginas de ese relato que les ha unido de una manera que ninguno de ellos se atreve a expresar.
Que esto lo haga además con un plano final que rinde un soberbio homenaje a 'La ventana indiscreta' ('Rear window', Alfred Hitchcock, 1954) es motivo más que suficiente para calificar a 'En la casa' como un filme que se acomoda con holgura en un más que merecido sobresaliente.
A suivre
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