En Amazon USA —paradisíaco lugar para todo cinéfilo hasta que tienes un problema con ellos y se convierten en tu peor pesadilla— puede adquirirse el DVD de 'En el centro de la tormenta' ('In the Electric Mist', Bertrand Tavernier, 2008), película que debería haber llegado la semana pasada a nuestras carteleras, pero por motivos probablemente lejanos a la lógica o la compresión humana, finalmente no ha sido así. Que una película de hace ya dos años, con un actor muy famoso en su reparto, y enmarcada dentro del género del thriller, tarde tanto en estrenarse aquí, indica cómo está el panorama de la distribución cinematográfica en éstas nuestras culturales tierras.
No obstante, no hemos sido el único país al que de momento parece negársele el derecho al estreno cinematográfico de la penúltima película del siempre interesante Bertrand Tavernier. En los Estados Unidos salió directamente al mercado del DVD, en este caso debidas a las discrepancias entre su director y el productor de la cinta, Michael Fitzgerald, por cuanto el primero deseaba un film mucho más personal que el que salió en ese montaje americano. En nuestro país tendremos la suerte, o no, de ver la versión de su director, y cuyas diferencias radican en el montaje de algunas escenas y en unos 15 minutos más de metraje. Servidor es la que ha visto, y lo cierto es que deja con ganas de ver la excelente película que se vislumbra en sus imágenes.
El argumento nos lleva a Louisiana donde el detective David Robicheaux —ya interpretado con anterioridad por Alec Baldwin en la pasable 'Prisioneros del cielo' ('Heaven´s Prisoners', Phil Joanou, 1996)— investiga la muerte de varias jóvenes. Un día mientras lleva detenido a un famoso actor, que se encuentra en el lugar debido al rodaje de una película, por conducir borracho, éste le indica que ha visto en una ciénaga el cadáver de un hombre negro encadenado. Dicho descubrimiento despertará fantasmas del pasado, y es precisamente ese punto el que más le interesa a Tavernier quien, como conocedor del film noir, sabe perfectamente que los menos importante es el caso. Tal y como mandan los cánones del género, el caso de 'En el centro de la tormenta' termina siendo algo secundario.
Precisamente en la versión que yo vi se refuerza el lado del thriller. Quizá por el temor de su productor a que el espectador habitual, acostumbrado a tragarse el cine como si fuera una hamburguesa, se decidió subrayar todo aquello que tenga que ver con el aparente típico caso de serial killer que investiga Robincheaux. Aún con todo —la operación consistió en alterar el ritmo que Tavernier aplica al relato, a base de planos secuencia en los que después insertan otros planos y alterar un poco el final— no son capaces de estropear la labor de un director que apoya una trama policial de cierto interés con apuntes que llevan al film más allá de lo que parece. El retrato de personajes se alza como principal baza de una historia en la que a través de algo tan horrible como un asesinato se nos habla de cosas tan importantes como la memoria y la historia.
Será precisamente la relación entre los asesinatos actuales de chicas y el cuerpo hallado en la ciénaga, lo que revele la importancia en la vida del pasado que nos marca, que prácticamente nos convierte en lo que somos. Para ello Tavernier jugueteará con el fantastique, cuando se introducen en la historia la figura de un fantasma que no es otro que el general confederado John Bell Hood —inquietante Levon Helm—, relacionando presente y pasado, hurgando en la memoria de Robincheaux y de paso en la propia memoria del país. De esa forma, el director presta mucha atención al paisaje, al lugar por el que deambulan personajes si cabe menos importantes que el lugar que pisan. Tavernier retrata una Louisiana, con referencia al Katrina incluida, nada agradable ni segura, pero al mismo tiempo atrayente y fascinante. Encaja a la perfección un Tommy Lee Jones, que con su pétreo rostro parece indicar que pertenece al lugar desde hace más tiempo del que se pensaba.
Tal vez 'En el centro de la tormenta' no se encuentre entre lo mejor de Tavernier —servidor siente predilección por 'La muerte en directo' ('La mort en direct', 1980) y 'Alrededor de la medianoche' ('Round Midnight', 1986)—, sobre todo cuando una historia que no necesita convenciones ni concesiones cae, en su parte final y por los motivos antes explicados, en ciertas concesiones que casi parece una tomadura de pelo, sobre todo aquella que remite directamente al final de 'El resplandor' ('The Shining', Stanley Kubrick, 1980), pero finalmente se erige como una de las propuestas más interesantes del presente año que ya termina, aunque no se haya estrenado finalmente. Y atención a cómo maneja Tavernier la música, arte de suma importancia en la zona donde se desarrolla la historia, vistiendo a sus habitantes como una característica más de sus personalidades.