'Parks and Recreation' sostenía su existo en una acertada evolución de personajes que absorbían características personales de los actores que les daban vida. Siempre con cierta distancia que proporciona la ficción, claro está, pero ya tocaban notas que más o menos han permanecido en proyectos posteriores. Resultaba complicado saber en su momento, eso sí, cuáles iban a tener las carreras más interesantes.
No muchos apostaban a que Chris Pratt fuera a ser el que se convirtiera en la estrella de franquicias en que se ha convertido, o que Aziz Ansari fuera a convertirse en un autor sensible de culto con proyectos como 'Master of None'. Quizá aún menos vaticinasen que la más joven de todos fuera a tener la carrera de protagonista más interesante y con más juego. Pero Aubrey Plaza lo ha confirmado con su última película.
Alto riesgo, alta recompensa
'Emily la estafadora', recién estrenada en plataformas digitales como Apple TV, Rakuten o Filmin Premium para su consumo en alquiler, no ofrece la clase de personaje que habitualmente vemos interpretar a Plaza, que suele ser mordaz, retorcida, iconoclasta y bordeando la psicopatía desde la comedia. Esos valores permanecen, pero esta vez enmarcados en un thriller criminal angustioso que lanza dentelladas al mercado laboral.
La Emily que da título a la función sufre las consecuencias de un sistema educativo universitario carísimo que carga con deudas enormes a quienes pasan por él. Un pequeño incidente de juventud se convierte en una mancha en su expediente que le dificulta acceder a trabajos estables, por lo que se tiene que conformar con trabajos precarios con los que poder ir pagando su deuda, que impide que pueda cumplir realmente su sueño.
Un día le llega la oportunidad de ganar sumas de dinero mayores, aunque no con actividades que se puedan calificar como legales. Se introduce en un submundo criminal donde se realizan estafas con tarjetas de crédito, y lo que parece un coqueteo inicial para sacar unos cientos de dólares en poco tiempo se va volviendo una vía laboral a explorar.
Plaza interpreta a una joven con claras ambiciones artísticas, o al menos de querer introducirse en el mundo. No obstante, la película nos va mostrando como el mercado laboral no le abre apenas ni los resquicios de la puerta, negándole oportunidades o ofreciéndole algunas que son mera explotación. Una manera con la que el director y guionista John Patton Ford nos justifica el camino oscuro que toma el personaje.
Ford se beneficia enormemente de tener a alguien como Plaza dándole vida a esta estafadora. No sólo por un talento interpretativo que resulta evidente, sino por como su habilidad para hacer divertidos personajes que funcionan como versos libres en sus funciones, haciendo miradas críticas y afiladas a los ecosistemas en los que se introducen, funciona para darle carisma propio a la protagonista. También consigue que esos personajes sean juguetones, no antipáticos, y aquí consigue subvertirlo para hacer una antiheroína contundente y dramática.
'Emily the Criminal': pulso firme y eléctrico
Ford se vale de las herramientas de un thriller nervioso y eléctrico para mantener un pulso firme durante buena parte de sus 95 minutos de duración. Emplea mucha cámara en mano que acentúa ese estado de angustia, que se aproxima bastante a ese modelo que están estableciendo los hermanos Safdie de películas cuyo género es ataque de ansiedad. También encuentra una vía de intriga a través de lo sentimental, con una relación compleja e inusual entre el personaje de Plaza y el de Theo Rossi.
Hay claras pegas que evitan que sea una película totalmente arrolladora, como esa sensación de que cuando más debe apretar el acelerador empieza a levantar el pie del pedal. Pequeñas notas algo agridulces que, por otro lado, no impiden que la película funcione y ofrezca el entretenimiento que esperas de ella. Sobre todo, 'Emily la estafadora' confirma a Plaza como una de las intérpretes más formidables del momento, y que deberían darle papeles de todo tipo. Al menos, da para seguirla en todo lo que haga.
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