'Ellos', Ella, la atmósfera

'Ellos', Ella, la atmósfera
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Realizar hoy día un film de terror que quede grabado en la retina del espectador o por lo menos que sea mínimamente decente es realmente difícil. El espectador actual ya está curado de espanto y es verdaderamente difícil sorprenderle, tema que por cierto daría para un debate, a la par que se podría hablar del acomodamiento enormemente pasivo y desinteresado por todo al que ha llegado el público de nuestro tiempo. 'Ellos' no pasará a la historia como una película clave en el género del terror, pero sí nos hará pasar un mal rato, sencillamente con un par de elementos y una economía de medios inteligentemente sustituída por una atmósfera más que conseguida.

Se dice por ahí que la película está basada en un hecho real. Realmente los directores del film sólo cogieron una anécdota referente a un matrimonio austriaco (en la película son franceses) que fue encontrado sin vida en Bucarest. A partir de ahí y a modo de promoción se inventaron lo de "basada en hechos reales" para añadirle un poco de morbo al asunto. O sea, una licencia artística, tal y como hicieron en la peor película de la década de los 90, 'El Proyecto de la Bruja de Blair'. Se le da un aire de veracidad al tema para que todos se caguen de miedo imaginando que lo que ven sucedió de verdad.

El argumento es apenas inexistente. De hecho se trata única y exclusivamente de un acoso a un matrimonio que se aloja en una gran mansión. Dicho acoso es cometido por alguien o algo que no vemos. Ya está, no hay más. Realmente la película no destaca por la brillantez de su argumento, y tampoco por el desarrollo de unos personajes que sinceramente están un pelín descuidados y sobre los que nos faltan datos para intentar conocer sus miedos o temores antes de que el film estalle por así decirlo.

Sin embargo, la inteción de la película es otra: hacérnoslo pasar mal. Y podemos decir que lo consigue sobre todo en su tercio final, donde con un prodigioso ritmo y montaje se lleva al espectador a unos momentos de verdadera angustia. Pero ojo, hay que matizar. Todo ello gracias a la conseguidísima atmósfera que sus directores, David Moreau y Xavier Palud, son capaces de conseguir filmando en alta definición, dándole así un aire de hiperrealismo visual que le queda muy bien al film, y también aprovechando al máximo el poco espacio escénico del que disponen, que en este caso se reduce a un enorme casa a oscuras, unos pocos metros de un bosque, y unos pocos metros también de unos subterráneos. Su austera puesta en escena es su mejor logro.

Cosa que no ocurre cuando los personajes principales se enfrentan a la amenaza invisible, la cual nunca llega a atemorizar realmente, ni siquiera cuando esa amenaza es visible, cuando conocemos la identidad de "ellos". Esta falta de cohesión, de relación entre los personajes le resta bastantes puntos a la película. Y también el hecho de que en su pimera media hora no ocurra absolutamente nada, exceptuando un prólogo realmente inquietante. Afortunadamente cuando estalla el terror la función se anima lo suficiente como para entretener al espectador, no dándole respiro en los últimos 20 minutos.

Olivia Bonamy y Michaël Cohen interpretan a la pareja acosada, y lo cierto es que no están como para darles un Oscar, ya que prácticamente sólo corren y gritan prácticamente durante todo el film. En cuanto a "ellos" pues lo dicho, físicamente no transmiten ni provocan el temor que debieran. Ese terror es provocado y transmitido por lo desconocido, mezclándolo con lo cotidiano y creando una sensación de irrealidad realmente aterradora. Ahí es donde realmente sale triunfadora la película aunque tenga que cargar con el lastre de todo lo demás.

SPOILER, cuando en el plano final nos es descubierta la identidad de los asesinos, el terror es aún mayor. No se trata de fantasmas ni familias de mutantes caníbales escondidos en un bosque. La realidad es mucho más terrorífica. Ese plano final de los niños caminando tranquilamente hacia el autobús como si de otro día más se tratase, podría emparejarse sin ninguna duda con el final de 'A Las Nueve cada Noche', impresionante film de Jack Clayton, donde se hurgaba en la maldad de los niños hasta límites insospechados. Lo bueno de ese plano final es que no necesitamos saber las motivaciones que tienen para hacer lo que hacen porque simplemente no las hay, es por pura diversión. Algo mucho más terrorífico que cualquier otra explicación. FINAL SPOILER.

Así pues una película pasable, con sus numerosos defectos pero que consigue hacernos pasar un poco de miedo, y eso en los tiempos que corren ya es bastante. Atención porque estos directores son los encargados de realizar el remake americano de 'The Eye', y visto lo visto, pueden hacer cosas realmente buenas con semejante material e incluso superar al original, que no pasaba de correcta.

En Blogdecine | 'Ellos (Ils)': miedo, cero; aburrimiento, muchísimo

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