Continuación de este post. El argumento de 'El Truco Final (El Prestigio)' nos habla entre otras cosas de un enfrentamiento entre dos magos, dos ilusionistas y las obsesiones que dicho enfrentamiento despiertan. En realidad habla de más de un enfrentamiento, ya que en cierto momento, la película toca de refilón la enorme rivalidad que exisitió entre Nikola Tesla (presencia solemne de David Bowie) y Edison, dándole en el film una importancia al primero de ellos, quizá porque injustamente para muchos cayó en el olvido, cuando realmente fue un genio que se adelantó a su tiempo, y muchos de sus inventos se siguen empleando hoy en día (la corriente alterna), mientras que muchos de los de Edison fueron ya superados. Aunque todo este tema daría para hacer otra película, lo cierto es que Nolan se permite el lujo de insinuar hasta donde hubiera sido capaz de llegar Tesla en sus experimentos. Una parte donde la película se adentra en el género de la ciencia ficción, y a muchos puede descolocar. Sin embargo, es un gran acierto, no el hecho en sí, sino cómo está usado para explicar la evolución del personaje de Hugh Jackman, contrastado muy inteligentemente con una escena en la que se niega a hacerle daño a una paloma.
Un Jackman absolutamente increíble (sin duda su mejor interpretación), enfrentado a un Christian Bale absolutamente soberbio. Dos hombres obsesionados por encontrar el truco perfecto que les haga inmortales, dos caras de una misma moneda, que va girando y girando, y cayendo unas veces de un lado, otras del otro. Dos antagonistas, extraordinariamente retratados en un conciso guión, que representan tanto el bien como el mal y su eterno enfrentamiento. Personajes con los que el director juega a su antojo, en todo momento. Un sensacional, como siempre, Michael Caine, representa el equilibrio, en un personaje mucho más significativo e importante de lo que pueda parecer a primera vista. Scarlett Johansson sobra, su personaje podría haberlo intepretado cualquier otra actriz, o incluso un actor.
Continuará...