La película más famosa de Roberto Begnini es sin lugar a dudas la estupenda 'La Vida es Bella', la cual le proporcionó tres Oscar en 1999 (correspondientes a 1998), inlcuído el de mejor actor. Incluso se permitió el lujo de pasar por encima de los hombros de Steven Spielberg para recoger uno de los premios. Desde entonces no ha vuelto a repetir el éxito, y hasta tuvo un enorme fracaso con 'Pinocchio' que ni se estrenó en algunos países, como el nuestro. Eso no va a ocurrir con 'El Tigre y la Nieve' que mañana poblará las carteleras españolas. Sin embargo, esta vez no creo que el éxito le acompañe, por lo menos a los mismos niveles que los de 'La Vida es Bella', película con la que guarda un montón de parecidos. Demasiados, diría yo.
Attilio es un profesor de poesía que un día se marcha a Irak cuando se entera de que la mujer de la que está enamorado ha tenido un accidente y su vida corre peligro. Una vez allí, removerá cielo y tierra para intentar conseguir algunos medicamentos que son esenciales para que su gran amor viva. Su búsqueda será toda una odisea, en la que se encontrará con todo tipo de gente.
Benigni sigue en su línea de transmitir los buenos sentimientos a la audiencia, y una vez más sitúa su historia en medio de un conflicto. Si en 'La Vida es Bella' era la Segunda Guerra Mundial, en 'El Tigre y La Nieve' es el conflicto de Irak, aunque no ocupe la totalidad de la película, pues el resto transcurre en Roma. Si embargo, esta vez no ha puesto toda la carne en el asador como se suele decir, y creo sinceramente que se ha quedado corto. En ningún momento sentimos que haya una amenaza a pesar de que el personaje femenino esté al borde la muerte, y cuando Attilio (Benigni) sale en busca de medicamentos, quieren hacernos creer que el personaje pasa un montón de obstáculos para conseguirlos, y sin embargo no sentimos para nada que sea así.
Y es que en esta película hay varias cosas que no funcionan. Para empezar, la exageración a la que Benigni somete a su personaje, simpático, sí, un buen tipo con muy buenas intenciones, pero un pesado de narices. Resulta enormemente cargante, y aunque el actor no está mal termina por cansarnos un poco, ya que la película es un vehículo hecho única y exclusivamente para su lucimiento, dejando de lado a todos los demás personajes, lo cuales están un poco descuidados. Y ahí tengo que citar al que interpreta Jean Reno, un importante escritor irakí, amigo íntimo del protagonista, que porporciona un giro de guión inesperado, aunque totalmente mal explicado.
El personaje femenino está interpretado, cómo no, por Nicoletta Braschi, pareja de Benigni en la vida real, y que también ha ejercido funciones de productora. La actriz está como siempre, o sea enomemente sosa y sin transmitir ni la más mínima emoción, hasta no parece que esté a punto de morir. Ay, cuán ciego es el amor...
El film está algo descompensado al moverse entre la comedia y el drama. Esta vez la mezcla no funciona, por dejarse un montón de cosas sin explicar más coherentemente. Además engaña al espectador de forma descarada con una trampa argumental que es para echarse las manos a la cabeza. Un dato importanísimo que por supuesto no voy a desvelar, nos es ocultado durante toda la película hasta el final. Evidentemente no nos lo esperamos, pues estamos engañados desde el inicio del film debido al enfoque que Benigni le da a la historia. Cuando no enteramos de dicho dato no podemos evitar sentirnos algo estafados.
Una floja película que falla completamente por su erróneo planteamiento y tratamiento, y que nos regala algunos buenos momentos, pocos, en los que Benigni se contiene y se pone serio, pero que no son suficientes para levantar la película. Mucho me temo que lo de 'La Vida es Bella' no volverá a repetirlo nunca, y es que Benigni ni es ese gran actor que muchos han dicho, ni mucho menos un gran director.