Will Ferrel interpreta a un científico con tal aspecto de patán que nadie puede creer que haya inventado una máquina para viajar a diferentes dimensiones. Sin embargo, una estudiante (Anna Friel) ha seguido sus teorías y ha encontrado un fósil que demuestra que la hazaña se puede llevar a cabo. Juntos se embarcarán… en un bote hinchable de una atracción de feria junto con el dueño del parque (Danny McBride) y el aparato que puede llevarles al mundo de los perdidos.
‘El mundo de los perdidos’ (‘Land of the lost’), que se estrena mañana, 21 de agosto; está basada en la serie de televisión homónima, que se emitió a partir de en 1974. Dirige Brad Silberling, responsable de ‘Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket’, ‘El compromiso’ o ‘Dame diez razones’.
Si algo tiene esta película que hable a su favor es el humor, pues de los golpes que presenta el guión, varios son sumamente graciosos. Will Ferrell está muy acertado en el papel ya tan habitual en él de metepatas irremediable y todo lo que tiene que ver con su personaje provoca la carcajada. Quienes le acompañan en el reparto son de una categoría mucho menor y poseen menos vis cómica, pero también en algunos momentos concretos logran arrancar una sonrisa. Un tráiler lleno de ritmo y donde la elección de los momentos es perfecta nos invita a ver ‘El mundo de los perdidos’, aunque luego ocurra, como es tan habitual, que todos los chistes buenos ya estaban allí.
Resulta paradójico que una película con un humor de gran nivel pueda resultar aburrida, pero es que la risa y el entretenimiento no van necesariamente de la mano. La trama prácticamente no existe, sino que van surgiendo nuevos elementos con los que jugar o crear situaciones graciosas y eso hace que no nos enganchemos. Pero no es que se trate de un conjunto de gags o sketches – como lo son enormes comedias del tipo de ‘Aterriza como puedas’ o ‘Los caballeros de la mesa cuadrada’ — sino simplemente que su construcción argumental es demasiado débil. Aunque hay lenguaje malsonante y algunas bromas subidas de tono y a pesar de que los dos niños que viajaban en la serie han sido sustituidos por adultos, la historia central nos hace pensar en un film infantil.
La intención primordial de ‘El mundo de los perdidos’ es la homenajear a una serie de bajo presupuesto y pocas aspiraciones y, más indirectamente, a antiguas películas de género fantástico o de ciencia ficción que el creador de la serie veía de niño. Para ello, se han reproducido las criaturas, como los “sleetstak” — hombrecillos verdes que amenazan en la fotografía anterior—, se han rodado algunas escenas en platós y se ha mantenido el candor en las criaturas como los dinosaurios.
Dudo sobre si una fidelidad tan próxima suponía el mejor camino para adaptar esta historia, ya que las personas que pudieron ver la serie en su día, ahora mismo han de superar los cuarenta años, y, por mucho que disfruten la nostalgia, un film tan simple no les puede satisfacer. A los más jóvenes les puede parecer curiosa, pero no apreciarán nada de lo que el recuerdo supone. Y a todos los demás, si no podemos compararla con la serie, únicamente nos parecerá pobre argumentalmente. Quizá partir de la premisa de ciencia ficción y hacer unos guiños, pero ir más allá en todo lo demás, habría sido más acertado para que la película tuviese valor por sí misma y no necesitase ser relacionada con la serie para ser comprendida.
En definitiva, ‘El mundo de los perdidos’ es una comedia con varios puntos cómicos muy graciosos, pero bastante simple en cuanto a su argumento. En teoría parecería más adecuada para un público muy joven que para el adulto, pero la nostalgia de la serie setentera sólo atrapará a estos últimos.
Mi puntuación: