En España siempre nos hemos ido de listillos con ciertas cosas relacionadas con el cine. Una de ellas es alardear de que ciertas coproducciones con otros países son enteramente de nacionalidad española. Por poner un ejemplo de hace muchos años, pues cualquier western realizado por Sergio Leone rodado en Almería, y por poner uno reciente, 'El Reino de los Cielos', que no veais la risa que me da cada vez que lo recuerdo. Bueno, pues ahora nos toca jodernos, ya que México se ha adjudicado la autoría de 'El Laberinto del Fauno' rodada íntegramente en nuestro país (postproducción en su totalidad en México), con equipo mayoritariamente nuestro, actores nuestros, idioma nuestro, historia nuestra (eso es lo de menos), y ahora la han elegido como la película que representa a México de cara a las futuras nominaciones a los Oscar en la categoría de película de habla no inglesa. Pues ojalá la elijan entre las cinco finalistas, y no sólo eso, sino que además le deseo que gane la dorada estatuilla principalmente por dos cosas: una es que esta película es bastante superior al film de Almodóvar, y la otra para que se den cuenta de una vez que ya va siendo hora de arriesgarse más con otro tipo de films.
Ofelia es una niña que viaja con su madre y su padre adoptivo a una zona rural en el norte de España después de la Guerra Civil tras la victoria de Franco. Allí la situación real es desastrosa, ya que su padre adoptivo es un capitán fascista obsesionado con encontrar a los republicanos que aún se esconden en los bosques, aparte de desear fervientemente tener un hijo. Ofelia encontrará un mundo maravilloso lleno de fantasía que le ayudará a evadirse de la trágica realidad.
La película es una mezcla de realidad y fantasía unidas inteligentísimamente de manera que una no puede vivir sin la otra, aparte de quedar muy claro cual de las dos es verdad y cual no en un detalle final de guión absolutamente grandioso, señal de que Guillermo Del Toro tenía las cosas muy claras. Aunque ahora que hablo del guión aprovecho para decir lo único malo del film. Asi como hay detalles de guión excelentemente metidos, hay otros que están descuidados, en concreto dos y que tiene que ver con el personaje de Ofelia. No voy a extenderme más para no desvelar nada, pero tiene que ver con la parte en la que la película es fantasía. Hay un par de decisiones que toma la niña que no son coherentes por no estar bien explicadas.
Realidad y fantasía, fantasía y realidad, realidad fantasiosa, fantasía realista. Todos esos adjetivos le vienen como anillo al dedo a una película que es un canto enorme a la imaginación, a la capacidad de evadirse viviendo aventuras llenas de emoción en otros mundos, tal vez mejores o tal vez peores, pero que nos alejan irremediablemente de los lugares en los que no queremos estar, tal y cómo le sucede a la joven protagonista de 'El Laberinto del Fauno'.
Del Toro, al igual que en su maja 'El Espinazo del Diablo', ambienta su historia en un período cercano a la Guerra Civil Española, pero no para hablar políticamente del tema (es un director inteligente y no le interesan esos temas), sino para usarlo como una época tenebrista, oscura y peligrosa donde puede haber sitio para una historia fantástica, ya sea de fantasmas perturbados o de princesas que deben regresar a sus reinos. El contexto enfatiza la historia de manera que cualqueir espectador se encuentra en la necesidad de creer, de soñar al igual que sus protagonistas. Aqui, el director mexicano hace gala de un sentido visual superior incluso a cualquiera de sus anteriores obras, creando secuencias fascinantes y bellas, en las cuales es capaz de unir los dos mundos con un único movimiento de cámara sencillo y elegante. El diseño de prodcucción es extraordinario, demostrando a muchos inútiles que se puede rodar un film de estas características sin disponer de 200 millones de dólares.
En el apartado del reparto no hay ninguna queja, sino todo lo contrario. Los actores están todos perfectos en sus papeles, y en el caso de Maribel Verdú o Alex Angulo, mucho mejor que otras veces. A Ariadna Gil con su sola presencia ya le llega, aunque hay que decir que su personaje es el menos interesante de todos y quizá el más tópico. La niña Ivana Baquero cumple con su rol, aunque yo debo decir que su personaje a mí no me cayó especialmente simpático. El maquillado en más de una ocasión, Doug Jones, hace un Fauno increíble, entre amable y aterrador (nunca sabes lo que este personaje va a deparar, aunque hacia el final lo intuyes). Pero quien se sale por los cuatro costados es don Sergi López, componiendo un malo antológico que en dos minutos se adueña de la función y en cinco logra que le odies. Su personaje está especialmente tratado (Hitchcock siempre decía que una película vale lo que vale su malo), y sus múltiples motivaciones están perfectamente explicadas en una historia en la que él es el verdadero ogro, un auténtcio hijo de puta capaz de cualquier cosa. Los mejores detalles de guión recaen en este personaje. Atención a cuando Ofelia le saluda por primera vez, o cuando él tiene que resgistrar a dos cazadores de conejos. Inconmensurable.
Una película hecha para soñar, para emocionarse. Especial mención merece la música compuesta por Javier Navarrete, que se ha lucido componiendo un score muy bello, el cual acompaña perfectamente y sin machacar, las andanzas de una niña incapaz de perder su inocencia, y con ella ser enormemente valiente en momentos de auténtico peligro, ya sea real o ficticio. Dos horas excelentemente narradas con las que Guillermo del Toro ha realizado su mejor película. Ahora sólo falta que en Hollywood premien merecidamente esa labor, y aquí a tirarnos de los pelos, que nunca aprendemos.
En Blogdecine | 'El Laberinto del Fauno', gran film realista con un par de escenas fantásticas