Recientemente cumplí con otra de mis cuentas pendientes y me puse a ver 'El Fin del Romance' tras tenerla en mi estantería durante más de un año. Como sabéis, la película está dirigida por Neil Jordan y es un remake de 'Vivir un Gran Amor', film de 1955 dirigido por Edward Dmytryk, con Deborah Kerr y Van Johnson. Ambas películas nacen de la novela de Grahame Green, 'El final de la aventura' (1951), supuestamente autobiográfica.
En 'El Fin del Romance' ('The End of the Affair', 1999), Sarah, una mujer atrapada en un matrimonio estéril, conoce al novelista Maurice Bendrix durante una fiesta que ofrece el marido. Ambos comienzan un apasionado romance, pero durante el bombardeo alemán a Londres, la casa de Bendrix es alcanzada por una bomba mientras la pareja está en la cama; él casi muere en el bombardeo. Inexplicablemente, Sarah rompe la relación y Bendrix queda desolado. Dos años después, Bendrix consigue el diario de Sarah y se enterará de los motivos de la aniquilación de su amor.
La película está protagonizada por Ralph Fiennes, Julianne Moore, Stephen Rea, Ian Hart y Jason Isaacs. De todos ellos, la academia de Hollywood destacó el trabajo de Moore, a la que nominó a un Oscar. A mi parecer, creo que el que más brilla es, sin embargo, Fiennes, que compone un soberbio personaje, atormentado, con muchos matices, cosa que demuestra más claramente cuando demuestra lo celoso que es, desconfiando de su amada, incluso en la cama, cuando están más unidos que nunca, y no me refiero sólo a físicamente. Destacar también esto, las escenas de sexo, rodadas con maestría y de un morbo de alto voltaje.
Por supuesto, no digo que el papel de Moore no sea complejo ni que la actriz no esté fenomenal (casi siempre lo está, si obviamos cosas como 'Next'), todo lo contrario. Pero personalmente encontré extraordinario el trabajo de Fiennes, un actor que parece que no tiene el sitio ni el prestigio que le corresponde. Me parece un magnífico actor, algo que demuestra incluso cuando participa en blockbusters y le maquillan tanto que no se le reconoce; hablo de la saga de Harry Potter, claro. Destacar especialmente, de los dos protagonistas, la secuencia del bombardeo y la "resurrección", de gran fuerza y emoción, tanto desde el punto de vista de él, como desde el de ella. La soberbia banda sonora de Michael Nyman también aporta su (gigantesco) granito de arena.
Del resto del reparto, decir que todos los secundarios realizan una estupenda labor, incluido el niño cuyo rostro tendrá su importancia al final. Destacar, eso sí, el trabajo de Stephen Rea, habitual de Jordan. Rea traza un personaje que debe caer mal, por ser un lastre para la felicidad del personaje de Moore, pero consigue que en su penosa situación lleguemos a sentir lástima e incluso simpatía en algún momento por él. Buenísimo, por cierto, el comienzo del film, desde la emocionada voz en off de Fiennes hasta su encuentro con Rea bajo la lluvia, desvelándose poco a poco al espectador una historia de amor que con pocas pinceladas nos llega perfectamente. El cruce de miradas de Sarah y Bendrix, en la escalera, remata a la perfección todo este brillante comienzo.
Jordan aporta a su film un aire místico que explota en la segunda parte, cuando el personaje de Fiennes se hace con el diario de su amada y la historia cobra un nuevo y sorprendente sentido. A mí, sin embargo, este giro no me acabó de convencer del todo. Es decir, la subtrama de los celos estaba en lo más alto, avanzando y retorciendo la acción, convirtiendo al personaje de Fiennes en un villano humanísimo, producto de su inseguridad y de su pasión prohibida, y se termina para volver a encender el romance, después de una persecución un tanto tópica e increíble.
Por otro lado, no sólo se reaviva el fuego, también se incluye la presencia de Dios. Una presencia que parece caprichosa, que se entromete en la relación, actuando en diversos momentos puntuales para desgracia especialmente del personaje de Bendrix (que no entiende nada, salvo que quiere estar todo el tiempo con su amada). Aquí se habla entonces de un amor incondicional y ciego, del que quizá sea el único amor, como decía Sarah. No sé, quizá me equivoque, pero desde el momento en que la cuestión deja de estar en manos de los dos amantes, el film pierde un poco de fuerza. Creo que esa presencia divina, ese destino que convierte en marionetas a los seres humanos, se debería haber tratado de otra forma, no tan obvia.
'El Fin del Romance' es una buena película que podría haber sido maravillosa. Personalmente creo que la trama de los celos, interesantísima, no está todo lo bien perfilada que debería y el tema religioso creo que desentona un poco con el resto de la película. Ya sé, es fundamental, pero me parece que un poco más de sutileza le habría venido perfecto al film. En todo caso, ya sido, un estupendo drama que recomiendo recuperar, si es que, como a mí, se te pasó en el momento del estreno.
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