Esta serie animada dura poco más de 2 horas, es una salvajada y está en Netflix. Ubisoft presenta a su propio Escuadrón Suicida en una distopia cyberpunk

Netflix ha cogido carrerilla con las adaptaciones animadas de videojuegos entre 'Tekken: Bloodline', 'Cyberpunk: Edgerunners' o 'Castlevania: Nocturne'. Pero a veces también se salen un poco del tiesto del drama y la seriedad con otras series un poco más pasadas de rosca.

Y eso es un poco 'Captain Laserhawk: Un remix de Blood Dragon', que aunque se basa en las franquicias de Ubisoft también les pega tres vuelta y las acuchilla sin piedad en un festival (muy entretenido) de tiros y neones.

Minicóctel Molotov

Con lo del subtítulo de "remix", Netflix no mentía cuando estrenó 'Captain Laserhawk'. Y es que si esperamos una adaptación al dedillo de 'Far Cry: Blood Dragon', o de cualquiera de los otros videojuegos de la compañía, salimos escaldados. 'Captain Laserhawk' es su propia cosa, que toma elementos y personajes de aquí y allá y los catapulta juntos al mismo universo.

Así terminamos con sujetos sacados de 'Assassin's Creed', 'Watchdogs', 'Beyond Good & Evil' o incluso al mismísimo Rayman o el luchador Cody Rhodes encerrados en una distopia cyberpunk.

La serie de Adi Shankar animada desde Bobbypills se ambienta en un Estados Unidos alternativo donde la megacorporación Eden lo controla todo.

Y durante un golpe, el cyborg supersoldado Dolph Laserhawk es traicionado por su novio y enviado a la peor prisión de Eden. Allí le implantan una bomba en el cerebro y es obligado a liderar a un grupo de agentes durante una serie de misiones. Vamos, al más purito estilo de 'El Escuadrón Suicida'

Ante todo, 'Captain Laserhawk' es una serie de acción que no se toma demasiado en serio y no duda en ponerse cafre cuando puede, y que aún así te la cuela cuando hace falta con unos cuantos giros de guión sombríos.

Es un buen cóctel de explosiones, clichés cyberpunk de los 90, y mucha autoparodia por parte de Ubisoft que se deja ver muy bien y que cumple perfectamente si buscamos entretenimiento sin frenos. No va a revolucionar el género, pero también es perfectamente consciente de sus limitaciones y de lo que puede contar en tan solo 6 capítulos de 22 minutos... Y más porque lo deja todo planteadito para una segunda temporada.

El estilo visual de 'Captain Laserhawk' también tiene unas cuantas sorpresillas muy buenas, porque ya el estilo base entre anime y "Saturday morning cartoon" está muy bien llevado y le va de perlas. Pero de vez en cuando la serie también nos da unos cuantos momentos de pixel art realista un poco retro o secuencias en estilos completamente diferentes que terminan casando muy bien y que solo suma a esta mezcla tan caótica.

Igual echa un poco para atrás el festival de cameos, pero al final las historias de personajes como Sam Fisher o Marcus Holloway son completamente diferentes a las de sus homólogos en los videojuegos originales. Así que podemos ver 'Captain Laserhawk' sin prejuicios ni limitaciones y no nos vamos a perder nada de la trama por no haber jugado a tal juego (aunque obviamente se le saca más partido a la serie si vas pillando las referencias por el camino).

No hay que esperar que 'Captain Laserhawk: Un remix de Blood Dragon' vaya a ser la serie del año ni que toque ciertos temas como 'Cyberpunk: Edgerunners' si buscamos ese enfoque del género con una crítica realmente dura. Pero oye, es una macarrada sorprendentemente adictiva y que se deja ver muy bien. Que a veces tampoco hace falta más que pasar un buen rato.

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