A menudo me preguntan qué películas asiáticas recomiendo. Hay un cierto interés creciente en el cine oriental; y aunque la mayoría sólo piden títulos de terror o de artes marciales, poco a poco, el público va mirando con mayor normalidad el estreno o la edición en DVD de títulos provenientes de Japón o Corea. Las "pelis de chinos" han dejado de ser rarezas propias de "frikis" y cada vez son más los que sienten curiosidad tras ver una obra de Kim Ki-Duk o Johnnie To. Una de las películas más importantes en salir a la venta en nuestro país es 'Duelo de Dragones', dirigida por Wilson Yip. Una compra obligada y un título que no suele faltar en mis recomendaciones.
'Duelo de Dragones' ('Sha Po Lang') se centra en la violenta rivalidad entre las triadas y la policía de Hong Kong. Después de que casi toda su familia sea asesinada por orden del temible jefe mafioso Po, el detective Chan busca venganza, aunque para ello tenga que utilizar métodos no muy ortodoxos. La llegada de su sustituto, un joven policía experto en artes marciales, acentuará todavía más la lucha por el control de una ciudad sin ley.
Tras ver la portada del DVD y leer la sinopsis, más de uno/a habrá abandonado la idea de adquirir esta película. Como suele ocurrir, guiarse de este tipo de herramientas publicitarias es todo un error. Es cierto que hay acción. Mucha. Pero no es éste un film "de lucha", no es uno en los que sólo importa que los tíos estén dando patadas constantemente hasta que mueran los cien mil esbirros que el malo pone frente al bueno sólo porque quiere retrasar el duelo entre ellos. No es de ésos. Aquí se ha cuidado la historia y la relación dramática entre los personajes. De hecho, es posible que sean precisamente los que buscan una ración de cine acción sin sentido los que queden defraudados.
Si tuviera que resumir en una sola palabra mi opinión sobre 'Duelo de Dragones' sería, sin duda, "impresionante". Fue la palabra que más veces exclamé durante el visionado de la película de Wilson Yip. Aunque creo que ha quedado claro, no soy fan del cine de acción o de artes marciales en estado puro. Me suele gustar sólo cuando se sabe mezclar con efectividad con otro género, como la comedia o el drama. Pero eso de ver a un tipo que camina por la calle y que de pronto sin mucho sentido le asalten unos macarrillas para que durante diez minutos se demuestra que el héroe estudió kung-fu en lugar de geografía, pues como que me hacen desconectar y pensar que estoy perdiendo el tiempo. No disfruto viendo un combate de lucha, pero sí puedo hacerlo si los personajes implicados han sido presentados y trazados anteriormente con suficiente solidez, y no se limitan a ser simples marionetas con ganas de mamporros. No me entusiasma ver un combate de artes marciales, pero sí puedo hacerlo si la acción se muestra abiertamente, si veo que los tipos realmente hacen esos movimientos tan espectaculares, sin demasiados trucos, sin un montaje de videoclip, y, por supuesto, sin que se note la mano del ordenador. 'Duelo de Dragones' me resultó impresionante porque me hizo alucinar cuando los personajes decidían enfrentarse entre ellos, a puñetazos, patadas y cuchilladas.
El principal responsable de este logro es Donnie Yen, a quien no se le puede exigir una interpretación dramática de Oscar, pero sí que te deje con la boca abierta cuando pelea con otro tipo. Además tiene carisma, es una estrella, y eso se nota cuando aparece en pantalla. Él es el principal protagonista y el responsable de la coreografía de acción de este film; en ambos aspectos, Yen cumple a la perfección, luciéndose, obviamente, en los momentos en que deja que hablen sus habilidades para la lucha. Leí hace tiempo que estaba en conversaciones para interpretar al mítico Bruce Lee en otra película sobre su vida, lo cual no estaría nada mal. Junto a Yen, destaca en el papel del temible jefe mafioso Sammo Hung, a quien algunos conoceréis por haber protagonizado una serie televisiva que se emitió en España, titulada 'Martial Law'. El combate entre Yen y Hung es, sin lugar de dudas, una de las secuencias más espectaculares que he visto nunca en una película. Te deja sin aliento. Y el desenlace es para enmarcarlo. Brutal. Otro especialista del género como Jing Wu también tiene su ración de protagonismo, destacando fundamentalmente en un impresionante duelo contra Yen.
En un lugar totalmente opuesto tenemos al personaje interpretado por el siempre excelente Simon Yam, el único actor "de verdad" del plantel protagonista. Yam, como podéis comprobar, es uno de los nombres que antes quedan en la memoria de los aficionados al cine asiático, tanto por el sencillo nombre como por la fortuna de que bastantes películas donde participa hayan sido editadas en DVD en nuestro país. Me refiero a títulos como la memorable 'Full Contact', la fascinante 'Election', o la más que entretenida 'PTU', aparecida recientemente en las tiendas.
En 'Duelo de Dragones', Yam carga con el peso dramático de la historia, proporcionando a su papel toda la entidad necesaria para que, en apenas unos segundos, el espectador sienta una gran empatía hacia él, a pesar de que no es precisamente un "hombre bueno". Nadie en este film lo es. Son todos hombres culpables de una u otra forma, marcados por la violencia, por una lucha a muerte entre policías y mafiosos, con la insatisfactoria ley en segundo plano; unidos en última instancia por la amistad/rivalidad. Yam personaliza el poderoso drama crepuscular del film de Wilson Yip, quien muestra a unos personajes solitarios en busca de una salida a su trágico destino. Por eso cuando sus vidas corren peligro, nosotros lo sentimos, lo cual es poco habitual en el género. Un gran acierto del guión.
El único "pero" que se le puede poner (y le pongo) a la película es su autolimitación. Aporta algo más que patadas, sí, pero no lo hace tanto como sería deseable. Porque la historia daba para más, había posibilidad de desarrollarla con mayor profundidad, pero se apuesta (y no sin razón, ojo) por la espectacularidad de las escenas de acción y por dar mayor protagonismo a los que saben pelear. Eso sí, como creo que ya he dejado claro, en ese terreno, se llega al techo. Yip dota a la película de una espectacularidad y una elegancia envidiables; impensable para la gran mayoría de los realizadores actuales que pretenden filmar acción y sólo aciertan a marear al personal. Es sólo que lamento que haya ramificaciones argumentales que, considero, quedan un tanto desaprovechadas, menospreciadas, cuando realmente suscitan bastante interés.
En definitiva, 'Duelo de Dragones' es una más que notable y sorprendente película de acción, así como también un intenso drama con tintes policiacos. Tremendamente espectacular, como dije antes, es un título que no debería faltar en vuestra estantería.