Mucho antes de que parásitos y calamares conquistasen occidente con sus estatuillas doradas y sus audiencias estratosféricas, la industria audiovisual surcoreana ya había demostrado en numerosas ocasiones estar a la vanguardia del medio; haciendo gala de unas narrativas tan únicas, brillantes y sorprendentes como las personalidades, estilos y sensibilidades de unos autores difíciles de imitar.
Si tuviese que mirar atrás y elegir el largometraje que me atrapó sin posibilidad de escapatoria en las redes cinematográficas de Corea del Sur, ese sería 'Encontré al diablo'; un thriller descomunal firmado por un Kim Jee-woon a quien no he perdido la pista, y que ha exhibido su talento en títulos tan dispares como 'A bittersweet life', 'El bueno, el malo y el raro' o la soberbia 'El imperio de las sombras'.
Tres años después de 'Illang: La brigada del lobo', Kim ha dado el salto a la pequeña pantalla con 'Dr. Brain'; una adaptación del webtoon homónimo de Hongjacga que condensa en sus seis milimetrados capítulos una de las producciones televisivas más libres, alucinantes y adictivas del año. Un despliegue técnico y artístico impepinable que, para sorpresa de nadie, vuelve a mostrar a la galería el poderío del país asiático.
Precisión de neurocirujano
'Dr. Brain' es un nuevo ejemplo de lo prolífico que es el mundo del webtoon —cómics digitales surcoreanos presentados en una sola imagen de formato vertical y pensados para ser consumidos en dispositivos móviles— a la hora de servir como material original para series de televisión y K-dramas de lo más variopintas; y ejemplos como 'Itaewon Class', 'What's Wrong With Secretary Kim?', o ejercicios de género más puro como 'Sweet Home' o 'Rugal' así lo confirman.
En el caso que nos ocupa, nos encontramos con un cóctel de géneros demencial en el que el thriller, la ciencia ficción, el policiaco, el terror y el melodrama conviven con un éxito indiscutible en diferentes proporciones bajo un tono tremendamente equilibrado que hace de la autoconsciencia su mejor arma; impulsando y haciendo efectiva una suspensión de la incredulidad más necesaria que nunca.
Aunque la premisa y el punto de partida de 'Dr. Brain' no se antojen todo lo originales que deberían —incluyendo dispositivos que permiten la conexión entre cerebros de distintos individuos—, la serie exprime hasta la última gota del genio surcoreano para retorcer tramas y conceptos. De este modo, se sirve en bandeja un festival de giros imposibles y cliffhangers explosivos de esos que invitan a concluir cada episodio gritando a la pantalla.
A pesar de que sea estrictamente necesario hacer ciertas concesiones y dejarse llevar para disfrutar plenamente de un ejercicio de suspense impecable, pero no todo lo cohesionado que debería —un mal menor—, la producción triunfa en su cometido de dejarte clavado en el asiento jugando con la información y permitiéndote creer que vas un paso por delante para romperte los esquemas por completo una y otra vez en un crescendo narrativo que culmina en un fin de fiesta ampliamente satisfactorio cargado de acción a espuertas y de una gran emotividad.
Envolviendo este regalo concentrado en seis ajustadas horas encontramos la realización de un Kim Jee-woon cómodo y solvente tanto en los pasajes más reposados como en los tramos más experimentales y las set pieces, y las interpretaciones de un reparto fantástico en el que destacan Lee Sun-kyun —imprescindible en cintas como 'Parásitos' o la brutal 'A Hard Day'— y una Seo Ji-hye que deja claro una vez más lo bien que le sientan los papeles de mujer fría e implacable tras enamorar a medio mundo con su Seo Dan en 'Crash Landing on You'.
Con 'Dr. Brain', Apple TV+ se reafirma como una de las plataformas con uno de los catálogos originales más atractivos y cuidados del momento, del mismo modo que Corea del Sur se muestra a un nivel superior a la media incluso con propuestas tan locas y particulares como esta. Droga dura.
Podéis ver el primer capítulo de 'Dr. Brain' a partir de este mismo 3 de noviembre en Apple TV+.
Ver 26 comentarios