'Downton Abbey': un regalo para los fans de la serie que también puede ser disfrutada como una estupenda película de época

'Downton Abbey': un regalo para los fans de la serie que también puede ser disfrutada como una estupenda película de época

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'Downton Abbey': un regalo para los fans de la serie que también puede ser disfrutada como una estupenda película de época

Cuatro años después del final de la laureada 'Downton Abbey', Michael Engler (director de cuatro episodios de la serie original) se pone tras las cámaras de esta "secuela" que vuelve a reunir a los carismáticos criados y a los sofisticados nobles de esta mansión de la campilla inglesa.

En forma de largometraje para cines, 'Downton Abbey' cuenta cómo una visita real pondrá patas arriba la calma de sus vidas, para los señores por la importancia de conservar su honor y la búsqueda del ascenso social y para los sirvientes por tener todo a gusto de los invitados.

Como otro especial, pero en cines

Lo que más agradecerán los fans de la serie es que se haya respetado la escenografía, los colores y el estilo visual de la misma. El único cambio relevante, que sólo le hace bien, es que se ha rodado en Scope consiguiendo así un aspecto mucho más cinematográfico e inmersivo de cara a la sala de cine; pero los movimientos de cámara, la dirección de actores y la forma en que está dialogada es exactamente la misma. De hecho, podría ser uno de esos especiales navideños que se hicieron en algunas de las temporadas.

'Downtown Abbey' no dejaba de ser un estupendo culebrón, una reinvención de la mítica 'Arriba y abajo', que bajo sus tramas de amoríos, honor o escalas sociales escondía un minucioso análisis de la situación socio-política de principios del siglo XX. No había frase en vano o personaje que no aportase más que riqueza al contenido de la serie; los showrunners y guionistas de 'Downton Abbey' tuvieron el poder de crear un microuniverso que han seguido explotando en esta adaptación para cines, aunque de una manera más ligera.

Debido a la limitación temporal del metraje, dos horas donde se tienen que abrir y cerrar el relato, aquí la historia es algo concisa pero da pie a los romances y tramas propias de la versión televisiva. Además, ofrece un tema muy interesante que es la lucha de poder dentro de una misma clase social (lo veremos pronto en la laureada 'Parásitos' de Bong Joon-ho); la lucha entre los criados de la mansión y el cortejo real es, sin lugar a dudas, lo más interesante de la cinta.

'Downton Abbey': concisa, divertida y con un reparto increíble

La empatía no existe, sólo una loca obsesión por el ascenso social. Por otro lado, en lo que respecta al tono, la decisión más inteligente es la inclusión de muchísimo humor. Nunca quiere ser el dramón que en su momento fue, es una película que no esconde sus cínicas intenciones y está repleta de golpes propios de la mejor comedia británica, lo que aligera mucho su visionado.

Es hasta insultante repetir que lo del reparto es una auténtica salvajada. Todo el equipo parece traído de esa época de ostentación, pero por encima de todo, sobresalen dos titanes de la interpretación británica: Imelda Stauton y Maggie Smith. El espectador sólo desea que la cámara las enfoque y suelten sus perlas y ya cuando aparecen juntas... la combinación es sencillamente explosiva y como espectadores recordamos porque estamos viendo esta película.

Si algo bueno tiene 'Downton Abbey' es que puede ser disfrutada como película de época por alguien ajeno al fenómeno mundial; pero, sin lugar a dudas, es todo un regalo para los seguidores del producto original. Todo está plagado de guiños, observamos que las relaciones siguen tal y como quedaron en el último episodio, y consuela mucho pensar que este puede ser el principio de una serie de historias que no necesitamos pero que ansiamos conocer.

Downton Abbey
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