Una de las funciones más obvias de la ciencia-ficción, ya en literatura, ya en el cine, ha sido la de servir de émulo aleccionador de la realidad del momento, posicionándose en una actitud crítica y severa con respecto al establishment y arremetiendo de frente contra ciertas situaciones de todo punto inaceptables. Ejemplos mil hay al respecto tanto en la página impresa como en el celuloide, y en estos tiempos convulsos en los que nos ha tocado vivir, es muy obvio que el género sigue encontrando desahogos con los que dar salida a nuestro "derecho al pataleo".
Con una crisis que está demoliendo de forma sistemática muchas de las estructuras sociales y los derechos que los ciudadanos de a pie dábamos por garantizados en el estado del bienestar —una de las mayores falacias construidas por los gobiernos en la historia de la humanidad—, y un proceso de globalización llamado en cierto modo a desdibujar la identidad de las naciones, hoy más que nunca hay que reivindicar la individualidad por encima de la masa descerebrada. Y a eso es a lo que, en esencia, apunta esta primera entrega de nueva saga que es 'Divergente' ('Divergent', Neil Burger, 2014).
Los juegos de la individualidad

Una saga que, como ya se ha comentado, terminará constando de cuatro filmes con los que trasladar la trilogía de novelas de Veronica Roth, y que en esta primera entrega —que arrancaba sentidos en aplausos entre el público juvenil asistente a la función— encuentra un filme que, ante todo, ha resultado una modesta sorpresa. No en vano, lo que servidor esperaba encontrarse no era más que una nueva iteración sobre los esquemas de 'Los juegos del hambre' y aunque algo hay de lo planteado por Suzanne Collins, la historia de 'Divergente' se aparta lo suficiente de la de Katniss Everdeen como para resultar interesante a una mirada crítica.
Obviando pues que la protagonista sea una chica inconformista destinada a servir de líder de una revolución contra el sistema de facciones en el que está dividido una futura sociedad distópica sita en la ciudad de Chicago, y dejando de lado otras muchas concomitancias para con el mundo descrito por Collins que podrían derivarse de lo que aquí podemos ver, 'Divergente' plantea un universo descrito con dispar habilidad en el que, por encima de cualquier otra disquisición, destaca la voluntad de la escritora de llamar la atención sobre esa pérdida de la identidad individual de la que antes hablaba.
Habrá quien afirme que la forma de plantear el mensaje de abrazo a lo singular es poco menos que evidente, y que la descripción de las cinco facciones y de esos divergentes temidos por los dirigentes es de todo menos sutil, pero tampoco creo que haya que exigirle mucho más a una novela —y a un filme— evidentemente orientados a un público juvenil que, por otra parte, es el que necesita con mayor urgencia despertar a la alarmante realidad que les rodea. 'Divergente' cumple en ese sentido su función a la perfección, y el mensaje que dimana de la historia de Tris y Tobías deja perfectamente planteadas sus lecciones.
'Divergente', correcta y poco más

En lo que respecta a lo estrictamente cinematográfico, los aspectos artísticos de esta nueva franquicia capitaneada por Summit Entertaiment y Lionsgate —que, recordemos, también es responsable de la saga de 'Los juegos del hambre' ('The Hunger Games', Gary Ross, 2012)— destacan por su sobriedad, ya estemos hablando del diseño artístico o de vestuario, y los abundantes efectos visuales, destinados a visualizar una Chicago derruida, funcionan sin estridencias como también lo hace la, eso sí, despersonalizada dirección de un Neil Burger, que (casi) nada hace por llamar la atención sobre sí misma.
Con la sola excepción de Kate Winslet, que da igual lo que haga, lo va a hacer bien, el talento interpretativo de 'Divergente' se mueve a unos niveles que oscilan entre la misma corrección achacable al resto de departamentos de la producción y la mediocridad más flagrante de rostros como los de Zoe Kravitz o Milles Teller, quedando en tierra de nadie los dos miembros de una pareja protagonista que carece de química y que en ciertos momentos demuestran no tener los hombros suficientemente anchos como para cargar con el peso que se les asigna.
De todas formas, el semblante generalizado de corrección y lo entretenido de dos horas y veinte que se pasan volando —aunque, paradojas, nada mal le habría venido al metraje perder esos veinte minutos— hace que la percepción final acerca del filme termine por perdonar ciertas indefiniciones argumentales que, esperemos, sean explicadas en las tres entregas de la saga que nos llegarán de forma sucesiva a partir del año que viene. No voy a afirmar que las esperaré impaciente, pero sí que acudiré con curiosidad a lo que las futuras incursiones en el mundo de 'Divergente' tengan a bien ofrecernos.
Ver 16 comentarios
16 comentarios
casterlisergico
En general os leo muy entusiastas y entretenidos con ella. Me alegro, eso es bueno :-D
furundo
Hay películas peores. Los niños ___ tienen derecho a que hagan películas para ellos. ¿Entretenida? Cuack :-D
tycent1
Lo que recordaré de esta película son 3 cosas:
1.- La nula química entre los protas.... incluso me sorprenderío cuando se empezaron a toquetear de la nada
2.- que tantas cosas pasarán sólo pk debían pasar..... todo un ejercito buscando al papa de la chica sin suerte, y ella sólo se mete a un edificio llorando y paf!! ahí esta
3.- Que todos los niñitos de 15 y 18 aprendieran cuando terminó la peli
A quien engañó, es mala, pero sirve para el rato
epic
Creo que el comentario ideológico es un poquitín exagerado. Esta moda de "distopías juveniles" no hace más que sacar jugo de la típica crisis adolescente de toda la vida: la autoridad es maaala, la rebeldía es bueeena.
Si acaso (más claro en Los juegos del hambre) podrían entenderse como una velada crítica al mundo neocapitalista hipercompetitivo en el que el ganador se lo lleva todo, y el 90 % de perdedores están condenados al paro o al subempleo sin remisión. No es de extrañar que muchos jóvenes ni lo intenten.
Pero claro, como las autoras de estas obras no saben (o no intentan) construir mundos creíbles que tengan relación con el nuestro, pues no sirven de mucho. No estamos ante "1984", "Un mundo feliz" o "Mercaderes del Espacio" (recomiendo sobre todo esta última novela, que nunca será llevada al cine, porque nadie muerde la mano que le da de comer).
jorgeescmem
Me pregunto si esa reflexión de individuo y masa era la intención de la autora o director.
Es que, bueno, tal vez eso es lo bueno de ciertas películas, que puedes interpretarlas a tu manera, pero luego hay tantas discusiones filosóficas que estoy seguro el creador jamas se paro a pensar en dar eso de carnaza.
Giskdan
Para ser un llamado de atención sobre la pérdida de la identidad individual, se copia bastantes cosas de los juegos del hambre y sigue la fórmula de las sagas literarias juveniles post-crepúsculo (tres libros, títulos de una palabra cada uno, prota femenina adolescente, galancito de turno, etc)
425440
Como persona que se ha leído la trilogía entera, tengo que decir algunas cosas.
La química entre los protagonistas, no es que sea inexistente, es que en los libros su relación es así. Pasan del más absoluto desinterés, al comienzo de una "relación" de un momento a otro. Pero no es algo que pase sólo en este libro, sino que en el resto se ven las grandes diferencias que hay entre las dos personalidades, que hacen que choquen y parezca que carecen de química.
La saga, en general, gira en el tema de la búsqueda de la propia identidad. El ser tú mismo y no dejar que te impongan un orden. La idea de decidir quién eres o qué quieres hacer es algo que se repite continuamente en el relato.
No nos podemos olvidar que sigue siendo literatura juvenil, y lo que prima es que haya cierta historia de amor. Y puesto que la mayoría de los lectores de estas sagas somos chicas, creo que es normal que la pongan a ella como protagonista.
No es un "Los juegos del hambre", pero es una saga que, bajo mi punto de vista, es entretenida. De cualquier forma soy de esas que considera que, por ejemplo, "Los juegos del hambre" debería ser una saga mostrada con más crudeza de lo que se hace. Y con "Divergente" han hecho una buena adaptación, pues el libro no es tan salvaje, después de todo.
Jordi Tordera
Las sagas juveniles no son mi debilidad, pero tu positiva entrada (solemos coincidir en gustos), que Neil Burger está al timón, y que Shailene Woodley esté por ahí (por la que confieso debilidad después de verla en The Spectacular Now) me ha animado a darle una oportunidad. La veré con algo más de ilusión.
rated200
Pues lo tengo que aceptar, me lleve una sorpresa con esta película después de que me esperaba lo peor, el metraje se paso volando y al final la pase pues "bien" a pesar de la sala abarroatada de adolescentes que aplaudía y gritaban en cada escena...
jobemares
Por lo visto a muchos se les olvida que una película esta hecha para entretener y esta lo hace y bien, que no excelente pero funciona así que denle una oportunidad y vayan a verla que no se van a morir.