Lo que son las cosas. Peter Jackson sorprendió a muchos fichando al prometedor, y casi desconocido, Neill Blomkamp para dirigir la arriesgada y esperada adaptación del famoso videojuego ‘Halo’ a la gran pantalla; sin embargo, el proyecto fue finalmente cancelado (Steven Spielberg lo ha vuelto a recuperar). Jackson quedó decepcionado pero quiso seguir siendo el que le diera a Blomkamp el impulso para dirigir su primera película, y le preguntó si tenía alguna idea. De ahí surgió ‘District 9’, que ha cosechado un merecidísimo, y nada sorprendente, éxito en Estados Unidos.
Por suerte, el público español no tendrá que esperar demasiado para verla, ‘District 9’ se estrena en España el próximo viernes, día 11 de septiembre, y ya os adelanto que es una de las películas más estimulantes, inteligentes, espectaculares y entretenidas que se han hecho en los últimos años. Parece increíble que sea obra de un debutante en el cine, aunque al mismo tiempo no deja de ser lógico, viendo la manera en la que narra la conflictiva llegada de una nave alienígena a nuestro planeta. Sin exagerar, Neill Blomkamp ha estado cerca de debutar con la mejor película de ciencia ficción desde ‘Blade Runner’.
La idea que Blomkamp dio al máximo responsable de la trilogía de ‘El señor de los anillos’ estaba en un cortometraje que realizó en el año 2005, titulado ‘Alive in Joburg’. En dicha obra, el director sudafricano planteaba una visión fantástica del apartheid. Simulando un reportaje televisivo, se nos mostraba cómo una raza alienígena había llegado a nuestro planeta, pero lejos de suponer una gran alegría o un terrible temor, la situación resultaba problemática, ya que no había sitio para acoger a los extraterrestres; la salida humana (nótese la ironía de esto) fue aislarlos en una zona apartada, donde malviven y son tratados como animales peligrosos.
El cortometraje destacaba por el planteamiento y también por la forma en la que Neill Blomkamp integraba los efectos especiales en lo que parecía ser una pieza informativa real cubierta por medios de comunicación reales y protagonizada por personajes reales (que intervenían hablando a la cámara). El realizador quiso explotar estos hallazgos y darle una nueva dimensión, alargando y mejorando el desarrollo de tan interesante punto de partida.
Y así llegamos a ‘District 9’, en la que se da esa misma situación ya expuesta, extendiéndola y aprovechando al máximo el formato cinematográfico, ofreciendo un espectáculo que deja sin aliento. En la ficción, una nave alienígena llegó a la Tierra hace dos décadas; en concreto, a Johannesburgo, en Sudáfrica. Lejos de lo que cabía suponer, no hay contacto ni ataque, el aparato en el que han llegado estos seres de otro planeta se mantiene flotando en el cielo, quieto, como si se hubiera apagado. Pronto se descubre que la situación de los extraterrestres es precaria, están hacinados en un vehículo muerto.
El primer paso es sacar a los extraños seres de la nave e instalarlos temporalmente en el Distrito 9 (a saber por qué no se ha traducido el título, no aciertan ni una), hasta que se decida qué hacer con ellos. La situación se vuelve rápidamente insostenible y se decide volver a situarlos a otra parte, a una especie de campo de concentración, más alejado de las personas, donde podrán estar mejor atendidos… en realidad, controlados. La operación, peligrosa, será llevada a cabo por una poderosa compañía llamada Multi-National United (MNU), más interesada en la impresionante tecnología y el armamento alienígena que en la seguridad y el trato digno a las criaturas (llamadas de forma despreciativa como “gambas”).
Neill Blomkamp se descubre como un narrador de un talento impresionante, mostrándonos con garra el caos que se produce en la zona cuando el inevitable fallo del control humano se produce, iniciándose una cadena de acontecimientos explosivos, de una gran carga dramática, perfectamente planificados y puestos en escena, resultando una película arrolladora, fresca y sumamente divertida. Tenemos el clásico desencuentro entre civilizaciones, la imposición de reglas por los más fuertes a los (aparentemente) más débiles, el dilema del comportamiento humano, las posibilidades de una ciencia superior a la nuestra… pero también hay espectaculares escenas de acción y unos personajes de carne y hueso (nominación al Oscar para Sharlto Copley, ya).
Como las grandes obras del género de ciencia ficción, ‘District 9’ nos hace reflexionar sobre las circunstancias de un escenario que parece real, de hecho, sacado de la realidad para llevarlo más lejos, que nos resulta cercano y posible, coherente aunque estemos viendo a enormes insectos inteligentes rebuscando en la basura y vistiendo harapos. Por cierto, si hubiera que darle una nota a los efectos visuales de la película no podría ser otra que la matrícula de honor, porque la manera en la que se logra situar a los alienígenas y su tecnología en nuestro mundo es totalmente alucinante.
Entonces, ¿dónde falla? En algo que no puedo/quiero escribir aquí, porque mi último deseo con este texto es arruinaros cualquier sorpresa (ya sabéis que en mis críticas intento no destripar nada relevante de la trama), pero os esperaré en los comentarios cuando la veáis, y la comentamos con spoilers y todo. Sólo os digo que el problema está en el punto de vista, y, un poco menos, en ciertos comportamientos y aspectos concretos del guión que no casan con el crudo y realista conjunto, siendo más propios del resto de películas que nos llegan, repletas de tópicos e incoherencias, inverosímiles.
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