Parece que no solo en España funciona la comedia simplona entre el público, creando auténticos bombazos de taquilla. Desde la bastante decente 'Bienvenidos al norte' ('Bienvenue chez les Ch'tis', Danny Boon, 2008) parece que cada año ha salido un gran éxito de comedia popular. En 2011 fue 'Intocable' ('Intouchables', Olivier Nakache y Éric Toledano) y en 2014 le ha tocado el turno a 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?', dirigida por Philippe de Chauveron y que han visto más de 12 millones de espectadores sólo en Francia.
Una vez más, el tema del choque de culturas vuelve a ser utilizado como leitmotiv en una película que llegó en un momento en el que la xenofobia y el racismo aumentaban a pasos agigantados en Francia. 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' es un canto a la multiculturalidad que, aunque puede hacer soltar alguna carcajada, le falta el corazón y la emoción que tenían sus antecesoras en el pódium de la comedia popular francesa.
Comedia facilona a la francesa
En 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' conocemos a la familia Verneuil: a Claude y Marie, un matrimonio muy tradicional, ambos católicos y padres de cuatro hijas, a las que han tratado de inculcar sus valores y costumbres. Algo que no ha sido tarea fácil y han tenido que pasar tres malos tragos: el matrimonio de su hija mayor con un musulmás, seguido por el de su segunda hija con un judio y el de la tercera con un chino.
Aunque intentan aceptarlo, no pierden la esperanza de que su cuarta hija pueda casarse por la iglesia. El optimismo de los Verneuil aumenta cuando la joven conoce a un muchacho católico con el que comenzará a salir. ¿Conseguirán los Verneuil que al fin una de sus hijas continúe sus tradiciones?
Obviamente, a la familia Verneuil le costará un poco aceptar que ninguna de sus hijas se casa con un hombre al que ellos consideran 'normal' o por lo menos que compartan religión y costumbres y en la película no dudan en mostrarnos sus grandes esfuerzos para aceptar a todos y cada uno de sus yernos, aunque sus tradiciones puedan llegar a resultarles raras y hasta desagradables —la escena de la circuncisión o la cena de Nochebuena con diferentes pavos halal y kosher son los gags más divertidos—.
Sin contar un par de gags que funcionan bastante bien, la comedia de Philippe de Chauveron sobre la diversidad cultural y la familia tiene un guión demasiado predecible, facilón y en alguna ocasión, hasta demasiado tradicional y algo machista y que ni siquiera consigue destacar con su puesta en escena plana y casi televisiva.
Con un reparto coral que no destaca demasiado —el grupo de jóvenes actores no muy populares en Francia, por cierto—, los únicos que son destacables son Christian Clavier y Chantal Lauby, que dan vida con solvencia y encanto a los excéntricos y desesperados padres que quieren ver a sus hijas feliz —y católicamente casadas—.
En definitiva, 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' es una comedia facilona y simplona, que se salva por un par de bromas bien hechas y un mensaje que defiende la multiculturalidad, pero que no consiguen que nos termine de convencer este nuevo tipo de comedia francesa popular que tanto nos hizo disfrutar en el pasado con títulos más inteligentes y provocadores. ¡Cuánto te echamos de menos 'La cena de los idiotas' ('Le dîner de cons', Francis Veber, 1998)!
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