Nuevo lunes y nos levantamos deseando ver cómo transcurre la nueva vida de Dexter e Hijo (ojalá la hubieran llamado así), sobre todo en este tramo intermedio de 'Dexter: New Blood' en el que las cosas se ponen muy interesantes.
Por supuesto, a partir de aquí spoilers de 'Demasiados sándwiches de atún' el sexto episodio de 'Dexter: New Blood'.
Tras el enésimo desencuentro entre Dexter (Michael C. Hall) y Harrison (Jack Alcott), el primer punto a tratar del episodio es LA conversación pendiente. Tras una escena que emulaba a aquella del primer episodio con ese juego de rol, vemos que esta vez Angela (Julia Jones) no está para sexo ni mierdas. Quiere saber quién es su novio, por qué su falsa identidad.
El runrún
No es lo único que ronda por la cabeza de Angela, ya que después de comprobar la semana pasada que Kurt (Clancy Brown) ha mentido ahora falta saber por qué y qué es lo que el cacique local está ocultando. Por un lado tenemos ese runrún y por el otro el de Dexter intentando saber quién ha podido descubrir su identidad.
Es curioso que no sospeche de su hijo —el único que realmente sabe el pasado de Jim y con el que las cosas están muy tensas—, sino de Molly (Jamie Chung). Afortunadamente, esta sospecha será la que le salve la vida a la podcaster.
Hablando de lo cual, me descoloca un poco la actitud de Kurt. Está claro que el no haber matado como quería a la chica del episodio pasado le ha trastocado un poco. Creíamos tener bastante claro el perfil de sus víctimas y extraña mucho la elección de Molly. Si bien se justifica el querer acabar con una joven que quiere averiguar a toda costa qué pasó con Matt, es impropio de él y su desaparición atraería más atención de la deseada. Por lo menos comparando con el resto de desaparecidas.
Es curioso también cómo Kurt sigue ejerciendo como una figura paternal (ni pizca de gracia le hace a Dexter) para Harrison. Algo que, además, se refuerza con la historia de cómo "apadrinó" a Logan (Alano Miller). Tengo bastante curiosidad por ver cómo se desarrolla este vínculo chungo, sobre todo después de un episodio en el que la terapia paternofilial no parece haber limado asperezas. Sobre todo cuando el pasajero oscuro de Harrison vuelve a la luz en pleno combate de lucha.
Volviendo con desaparecidas, el episodio resuelve uno de los mayores tormentos de Angela: dónde está su amiga Iris. La respuesta: en el fondo de una cueva. Que ese sea el motivo por el que llama (necesita) a su ex (llamándole por su nombre) indica que no cree, para nada, que haya sido un accidente. O es lo que ella desea, esa explicación para todo.
Ahora se abre ese otro misterio y mi teoría apunta a que TODO el asunto con Kurt comenzó con Iris. Pero eso se resolverá, imagino, en próximos episodios. De momento, 'Demasiados sandwiches de atún', no defrauda en lo que sigue siendo una temporada in crescendo.
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