Sé que no debo, pero no puedo evitarlo. Las preferencias personales me marcan demasiado el visionado de una película. ¡Qué confidencia más sorprendente! No, ya, os pasará a todos (los que lo reconozcáis). Esto viene al caso de 'Desafío en la Ciudad Muerta', de John Sturges, que vi anoche, aunque es posible que esté hablando de algo personal cuando realmente no lo es; quiero decir, que mi impresión es la misma que tendrá cualquiera que vea la película. Me refiero al desigual duelo entre los dos actores protagonistas, donde, a mi parecer, el héroe está muy por debajo del villano.
'Desafío en la Ciudad Muerta' ('The Law and Jake Wade', 1958) nos presenta a Jake Wade liberando a Clint Hollister, condenado a la horca, quien pronto se descubre como un hombre con facilidad para apretar el gatillo y disparar a todo el que se mueva. Tras discutir sobre cuentas saldadas y un dinero oculto, se separan. Jake resulta ser un respetado marshall que va a casarse y que cree que ha dejado atrás su oscuro pasado. Nada más lejos de la realidad, Clint y su banda le encuentran y le obligarán a desvelar el lugar donde ocultó el suculento botín.
La cuestión de la que hablaba es que en esta película hay una rivalidad dramática entre dos personajes, uno marcadamente bueno y otro, digamos, con tendencias criminales. El primero lo encarna Robert Taylor y el segundo Richard Widmark, quien vuelve a hacer de villano, que es por lo que es más popular, a pesar de también brilló en otros papeles (como en 'Pánico en las Calles' o 'Brigada Homicida'). Personalmente, no pude dejar de sentir cariño por Widmark y ponerme del lado de su personaje, aunque el honrado y el bondadoso (y el que no busca matar a nadie) lo interpretase Taylor.
La relación entre los dos protagonistas es lo que mantiene la película, es el eje de una trama muy sencilla pero muy bien expuesta y narrada por John Sturges, que, como en otras de sus películas (por ejemplo, la impresionante 'Conspiración de Silencio'), consigue dotar de una gran tensión las relaciones de los personajes, logrando que el espectador esté expectante, esperando la producción de esa chispa que amenaza con romperlo el equilibrio en cualquier momento, provocando un dramático incendio. Precisamente, la resolución de todo este cúmulo de tensión y amenazas entre los diferentes personajes es un tanto decepcionante. Desde el principio se nos anticipa que veremos un duelo a muerte entre Taylor y Widmark, y uno sabe que es así, y si ha visto al menos un western, ya sabe cómo va a concluir el mismo.
Los apaches son el gran obstáculo de la segunda parte de la película, y los responsables de ir eliminando personajes secundarios, además de ser el típico elemento que no suele faltar en un producto del género. Se le resta bastante emoción al tramo final, carente de garra, cuando todo queda en desenterrar el tesoro y disputar el duelo final. Ya digo, como fan de Widmark, esto me supuso asistir a los últimos minutos con un aire amargo, en plan "ya sé, que acabe pronto". Supongo que los fans de Taylor quedarían satisfechos. Ese incendio metafórico del que hablaba, que podría afectar a todos los personajes la asemeja bastante a 'Colorado Jim', magnífico thriller psicológico en forma de western donde también un grupo debe llevar como carga a un hombre y a su mujer; al igual que en ese film, Sturges hace que el prisionero provoque tensión entre los miembros del grupo poniendo en duda la figura del líder que les guía y mantiene unidos.
A diferencia del film de Anthony Mann, la "carga" explosiva aquí es el "bueno", obligado a exprimir su ingenio para provocar una situación que le permita huir. En este sentido, creo que Mann lograba explotar mucho mejor la tensión entre los diferentes personajes. En 'Desafío en la Ciudad Muerta', al ser los "malos" quienes tienen el control, creo que el prisionero tiene más facilidades de las que debería, restando mérito a su tarea de dividir al grupo y poder escapar con su amada (¿por qué la llevan con ellos?). Sin embargo, esto sólo lo digo comparándola con la magistral obra de Mann, que conste. Sturges tiene en sus manos una historia con muchos elementos para entretener y ofrecer una estupenda película, llena de suspense y aventura; a esto hay que sumarle su labor como narrador y el trabajo de los actores, todos en su sitio, salvo Widmark, que destaca sobre el resto.
Ya he hablado de Taylor y de Widmark, pero hay otros actores a destacar en este film. Así, tenemos a Patricia Owens, Robert Middleton, Henry Silva, DeForest Kelley, Burt Douglas y Eddie Firestone. De todos ellos, comentar lo gratuita de la presencia de Owens, que es casi un florero, y las estupendas aportaciones de Silva, como el forajido más inquieto de la banda de Widmark, y de Kelley, más famoso posteriormente por su trabajo en la saga de Star Trek.
'Desafío en la Ciudad Muerta' destaca por la dirección de John Sturges y por la composición de Richard Widmark, resultando un western de lo más entretenido, que habría ganado con un mayor pulido en los conflictos personales y un protagonista más carismático. Lamentablemente, esta película no está aún disponible en DVD.
Ver 6 comentarios