Se queda demasiado sepultada entre el catálogo masivo de Netflix, pero 'Derry Girls' se ha ganado a pulso el ser considerada como una de las mejores comedias que nos podemos echar a la cara en la plataforma.
Como tantas otras series, la tercera temporada de 'Derry Girls' se llevó un volantazo con la pandemia que retrasó su rodaje y su estreno, pero después de mucho esperar (que de verdad, la espera se ha hecho eterna), por fin han llegado los nuevos capítulos a Netflix.
¿Lo malo? Es que si ya las temporadas de 'Derry Girls' se hacían demasiado cortas, esta encima nos deja el regusto amargo de tener que despedirnos para siempre de la pandilla de Erin y de todos los personajes de los que nos hemos enamorado a lo largo de la serie.
My life is changing every day
A través de las temporadas anteriores hemos ido conociendo a Erin Quinn y su pandilla formada por su prima Orla, Clare, Michelle y James, el primo de esta, en su pequeño pueblo de la Irlanda del Norte en plenos años 90.
Hemos visto el alto el fuego, la intriga por saber quién es en realidad Keyser Söze, las diferencias y similitudes entre católicos y protestantes, y también hasta qué punto se puede llegar para ir a un concierto de Take That. Pero con esta temporada, ya es hora de crecer.
Si 'Derry Girls' arranca con la llegada de James al colegio, es natural que termine en el punto justo en el que nuestro grupo de protagonistas se convierten en adultos.
Toda la temporada tiene ese pequeño toque de melancolía de saber que una etapa está llegando a su final mientras Erin, Clare, Orla, Michelle y James se preparan para lo que les depare la vida Está llena de cambios, empezando por las dinámicas del grupo y también por cómo el panorama político del país se está volviendo muy diferente muy rápidamente y ellos deben también tomar las riendas de su futuro.
Y aún así, 'Derry Girls' sigue siendo tan divertida y estrafalaria como podemos esperar de ella. Sí, nos pega varios golpes de realidad muy duros y también es posiblemente la temporada que tenga los momentos más intensos y serios, pero los equilibra a la perfección con una temporada que te saca la carcajada y la sonrisa en más de una ocasión.
In every possible way
Algunos de los episodios más delirantes de la serie los tenemos en la temporada, y en especial el momento dedicado a las madres de las protagonistas, que fueron las 'Derry Girls' de su generación, es una bicoca divertidísima donde se les permite soltarse la melena.
Si algo hay que echarle en cara, en realidad es el precisamente final. No todo el capítulo en sí, que transcurre tras un pequeño salto temporal para meternos de lleno en una jornada electora decisiva que cambiará el rumbo del país. Es un capítulo muy sentimental, pero que está lleno de esperanza mientras los personajes analizan qué quieren del futuro.
Toda la última secuencia te llega a sacar la lagrimita al ver todo lo que han crecido estos personajes a lo largo de las tres temporadas, y nos deja una magnífica secuencia de cierre... Que la verdad es que se queda un poco empañada por un cameo un tanto sacado de la manga a modo de escena casi "post-créditos". Que sí, es cierto que conecta tal que así con la anterior temporada, pero que parece fuera de lugar y manda un poco al traste la emotiva escena anterior con la que nos hemos quedado tan a gustito.
Pero dejando este detallito sacapuntas de lado, la tercera temporada de 'Derry Girls' es magnífica, aumentando todos los elementos que la han convertido en una de las mejores series de comedia de los últimos años.
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