Death Puuuf

Mi amigo Rubén Darío explica en un texto que es una obra maestra de la brevedad, la sensación que le queda a uno después de visionar semejante atentado contra el séptimo arte. Evidentemente, un servidor, y subrayo lo siguiente a pesar de que parezca lo contrario, no le tiene al realizador de esta cosa un odio tan acérrimo como el que le profesa mi colega, ya que soy de los que piensan que 'Reservoir Dogs' es un film magistral de cabo a rabo, a pesar de las enormes influencias de cierto film oriental que comentaré dentro de poco. Eso sí, a partir de su segundo largometraje su filmografía ha ido decayendo en interés, por lo menos para mí, con partes interesantes en aquella peliculita que ganó en Cannes, pero en general de un aburrimiento alarmante, y con poco que aportar a este maravilloso arte, por mucho que se le haya tildado de original a su autor, cosa que desde luego no es.

El argumento de 'Death Proof' simplemente no existe. Algunos pueden ver un homenaje a las películas Grindhouse que en los 70 llenaban las salas de segunda y tercera categoría, y que, cuenta la leyenda, eran malas de narices. Bien, si esto es cierto, el director de la película ha cumplido con creces su intención, que ha sido la de realizar una mala película. Entonces, ¿por que algunos se empeñan en decir que es buena? ¿le ha salido sin querer? No, leñe, es mala y punto, ¿es lo que quería, no? Otros pueden ver una muestra más de su universo, personal e intransferible, y eso me parece totalmente respetable, pero alzarlo como un genio de la originalidad me parece simplemente un error bastante gordo. Y por último, podemos ir más allá de la pantalla traspasando dimensiones e intenciones, y podemos ver una apología del feminismo, simple y llanamente porque un supuesto maltratador recibe su merecido. Pero afortunadamente no estamos ante una obra de ciencia ficción, por lo tanto esa opción para mí queda eliminada por completo.

Ahora bien, si en la película existiese una mínima línea argumental, ésta podría resumirse de la siguiente manera: bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla CATACRASHHHH, bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla BRROOOOMMM BROOOMMM PAF PAF FIN.

Y no habría ningún problema si esta necedad de historia estuviera bien llevada a la pantalla con garra, pero el caradura que la ha dirigido simplemente se ha limitado a poner la cámara, algo que saben hacer el 90% de los directores actuales, y filmar sin ningún tipo de personalidad un material que ya en su base es enormemente endeble. Queda claro lo que ya sabíamos de él, la utilización de diálogos eternos hasta el infinito y más allá, diálogos que nada tienen que ver con la trama central de la película. Vale, es un signo de identidad, pero lo que en su ópera prima está mostrado con ingenio y buen hacer, aquí está alargado hasta la extenuación, llegando a poner nervioso al espectador, y consiguiendo que a algunos no nos interese cómo se van a desarrollar los acontecimientos. La importancia de los personajes femeninos, lo cual siempre es de agradecer, y su fetichismo por los pies, también femeninos por supuesto. Todo ello mezclado con una batidora a mitad de potencia en un ejercicio de onanismo por parte del artífice de la película, algo que ya practicaba en sus anteriores obras, aunque no tan descaradamente, y ya sabemos lo que a este tío le encanta gustarse. Ya no voy a hablar de otras cosillas, como lo de la melodía el móvil con una música que salía en 'Kill Bill vol. 1'', pero que compuso Bernard Herrmann, a quien a este paso se le va a desvincular de dicha composición. Que vale, que la peli está llena de homenajes a multitud de cosas, unas buenas y otras malas, tanto de su propia filmografía, como de películas ajenas famosas. ¿Y? Si al menos lo aprovechase para algo y no se limitase a mostrarlo.

Por si fuera poco el aburrirnos con una hora de película en la que no pasa absolutamente nada, al tipo éste no se le ocurre otra cosa que volver a comenzar prácticamente desde el principio, con otros personajes y haciendo un cambio radical en el personaje masculino, algo que cuando ocurre ya tenemos medio pie fuera de la sala y no nos importa, aparte de que no hay quién se lo crea, ¿un tío acostumbrado a romperse brazos y piernas, mentones, la cara, todo, en catastróficos accidentes de coche, llorando por sangre en el brazo de un disparo? Andaaaaa, cuéntaselo a otro. Y por supuesto está la tan mencionada secuencia de la persecución final, y que a un servidor provocó más de un bostezo por lo interminable y estúpida que es, porque anda que no tenía tiempo la tía de bajarse del coche en alguna que otra ocasión. Eso sí, la anterior escena de un choque frontal, también muy comentada, me parece impresionante, aunque innecesario el hecho de ver tres veces el choque para que veamos lo que le pasa a cada una de las ocupantes como si fuéramos idiotas y no nos diésemos cuenta.

Evidentemente el señor Kurt Russell, alguien con mucho carisma, me parece lo mejor de la película, y creo que se come literalmente a las actrices, a todas, incluso cuando le dan su merecido. Baste comparar cómo se queja Russell y cómo lo hacen ellas, sobre todo Zoe Bell, que es mejor que se siga dedicando a su trabajo de doble. Que sí, que la hija de Sidney Poitier es muy mona, como todas las demás pibas que salen en la peli, pero su pose de tía sabelotodo y trascendental, es literalmente insoportable. El bailecito de Vanessa Ferlito es una de las secuencias que hemos podido ver a este lado del charco, ya que en el montaje original, tal-y-có-mo-se-con-ci-bió, no existe, correspondiendo esta escena al rollo perdido que caracterizaba algunas de aquellas sesiones setenteras. Realmente la escena no viene a cuento ni sirve para nada en la evolución de los personajes, y ni siquiera "anima" la función. Si dicha secuencia la coge Verhoeven iban a saber lo que es calentar al personal, pero de verdad.

En fin, que su director no ha decepcionado y ha sido coherente consigo mismo regalándonos casi dos horas interminables de mal cine. Vale, si tuviera que elegir entre esto y 'Planet Terror', probablemente me quedaría con esto, pero por muy poco. Ahora, mis queridos lectores, espero vuestras más que lógicas reprimendas, las cuales recibiré de muy buen grado, porque en el fondo yo sé que ustedes me quieren.

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