El ‘Adagio para cuerdas’ del compositor estadounidense Samuel Barber, considerada por muchos melómanos como una de las expresiones más perfectas del dolor y la tragedia, y que está incluida sobre estas mismas líneas y en la música del segundo largometraje de David Lynch, acompaña los últimos momentos de la película y de la vida de John Merrick (el tristemente célebre hombre elefante, de verdadero nombre Joseph Merrick), y es imposible imaginar mayor humildad y belleza en esos momentos.
Humildad y belleza porque, a pesar de que incluyendo este tema desolador podría pensarse que el relato cae en los pantanosos terrenos del melodrama, jugando por tanto a hacer un espectáculo del dolor, en realidad se erige como homenaje a la dignidad y la lucha de un hombre asombroso, cuya enfermedad es una de las mayores tragedias íntimas de que hay noticia, pero mayor tragedia fue el desprecio, el maltrato, la humillación de la mayoría de personas que se cruzaron en su vida, que son los auténticos monstruos de esta historia devastadora.
“¡No! ¡No soy un elefante! ¡No soy un animal! ¡Soy un ser humano! ¡Soy una persona!”- John Merrick
La penosa vida de Joseph Merrick se extendió desde 1862 hasta 1890, en plena época victoriana, con lo que significó este reinado de revolución industrial y tecnológica. De este modo, la elección del blanco y negro para contar esta historia es completamente natural, y no tiene nada que ver con pretenciosidad. No se puede concebir ‘El hombre elefante’ en color, tanto dolor sólo puede contarse en una paleta cromática limitada. Por otro lado, los entornos industriales, la frialdad del acero y el metal, que tanto recuerdan a ‘Cabeza borradora’, vuelve a sumergirnos en un mundo despiadado y feísta. Pero los rayos de luz son más luminosos en plena oscuridad.
Echando mano del grandioso talento y experiencia de un príncipe de su oficio como Freddie Francis (ganador de dos Oscar, y cuya carrera finalizó, precisamente, con otra obra maestra de David Lynch), la fotografía de la película se aleja mucho de cualquier pretensión preciosista o impactante, y se dedica, con una sencillez abrumadora, a retratar una época y unos espacios anímicos sin llamar la atención sobre sí misma, y siendo igualmente una fotografía en blanco y negro de referencia. Aunque es justo decir que el magnífico diseño de producción de Stuart Craig, en su segunda película como responsable de esta disciplina, colabora sustancialmente en ese sentido, e inició la carrera imparable de uno de los más famosos diseñadores de producción británicos.
Del infierno a las estrellas
No cabe comienzo más magistral para la película. Primero con una secuencia onírica que nos recuerda poderosamente a la apertura de ‘Cabeza borradora’, en la que somos testigos de la versión de Merrick de la razón de su desgracia. Segundo, con el compasivo doctor Frederick Treves (interpretado de manera soberbia por el siempre impredecible Anthony Hopkins) siguiendo a un policía que, en un circo ambulante, termina cerrando un grotesco espectáculo llamado El Hombre Elefante. No puede ver el doctor al famoso monstruo, pero no parará hasta examinarle, quedando estupefacto por las severas deformaciones de su cuerpo. De nuevo, la influencia de Tod Browning es evidente e indisimulada. Pero hay algo más: la mirada compasiva de Treves es también la de Lynch.
Ni el menor rastro de exageración o parodia, a pesar de que el productor era Mel Brooks, el famoso director de ‘El jovencito Frankenstein’, estrenada seis años antes. De hecho, Brooks decidió retirar cualquier tipo de mención a su persona durante la promoción de la película de Lynch, para que nadie se llevara a engaño. Pero hay muchos más detalles que son indicios claros de la entrega total del director a contar la historia de la forma más cruda y veraz imaginable.
Y no sólo eso, sino que Lynch elabora un discurso absolutamente personal, que entronca a la perfección con el viaje tenebroso de Henry Spencer en su primer largometraje, del cual se podría decir que es la negación de la felicidad en la materia y la confirmación de la libertad en la mente, en la narración acerca de la vida de Merrick, es la confirmación de esa idea y algo más: un viaje desde el infierno que es este mundo a la luz de las estrellas, la luz que es la muerte para tantos desgraciados como hay en el mundo. Lynch niega de plano cualquier tipo de sentido al dolor humano, cualquier clase de justificación o aprendizaje. Muy al contrario, el triunfo de Merrick es que, más que extraer una sabiduría de su situación (como vemos en tantos lamentables melodramas), se opone a ella con su inocencia y su dulzura conmocionadoras.
En ese sentido hay varias secuencias asombrosas en este filme, filmadas por Lynch con la cámara a la altura de la mirada de los actores, es decir, con sencillez expositiva absoluta, sin alardes de ningún tipo. La conmovedora escena en la que Treves presenta a Merrick a su esposa, en su casa, sólo puede filmarse de esta forma tan despojada por contadísimos artistas cinematográficos. ¿Dónde está ese director morboso que tantos cinéfilos desprecian? ¿Dónde quedaron sus argumentos? ¿No nos encontramos aquí con un cineasta excepcional, de una humanidad arrolladora y un respeto absoluto por la tragedia de un hombre? ¿No contiene este bellísimo momento, con Merrick llorando por ser tratado con dignidad, o con la mujer de Treves llorando a su vez por la indescriptible inocencia y bondad de un ser tan trágico, todo el dolor de la historia del hombre?
Todo el dolor de la historia…contenido en una secuencia, sencillamente. Dicen que un poema puede hacerte recordar lo que sientes cuando estás enamorado, aunque no lo estés en el momento de leerlo. O que una composición musical puede transformar tu estado anímico como el escalpelo de un cirujano extirpar un tumor maligno. Y si el cine es verdaderamente el arte definitivo (y yo no sé si lo es), lo demuestra en ocasiones como esta, en la que es al mismo tiempo representación y alegoría, metáfora del dolor y parábola de la existencia. Lynch, director superdotado, artista eminente, escribe una elegía sobre la inmortalidad de la inocencia y del coraje.
Conclusión
Excepcional obra maestra que es una conquista mayor por parte de Lynch, en la que queda patente su inmensa humanidad y la luminosidad de una mirada sólo comparable a colosos como Terrence Malick, con el que guarda más de un paralelismo estilístico y temático, por sorprendente que pudiera parecer. Ambos directores, que además han trabajado numerosas veces con el legendario diseñador de producción Jack Fisk, son certeros indagadores de la verdad anímica, de las más oscuras y profundas verdades del ser humano.
Lástima que a una película tan importante le siga otra tan olvidable.
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22 comentarios
hristo
Tanto esta pelicula como "Una Historia Verdadera" paracen realizadas para enseñar a los detractores de Lynch que el si quiere, puede (que si quiere hacer eso que se llama 'cine clasico', lo hace a la perfeccion); simplemente no le da la gana.
David Lynch es un maravilloso bicho raro, de esos a los que hay que proteger, por que es unico. No siempre es necesario entender, para sentir; y eso, este hombre lo hace como nadie.
La diferencia de este Hombre Elefante, con otras de sus peliculas es simple y llanamente el estilo. Un estilo sobrio, lineal,y ortodoxo, o sea clasico.
Ruben Gomez Radioboy FB
Me da pena que, comentario sí comentario no, se desprestigie las siguientes películas uno de los pocos directores dignos de la actualidad, que saben hacer cine como los grandes.
Creo que sois vosotros los que habeis "desaprendido" a sentaros frente a las imágenes y sentir.
Una pena.
johnnios
Una de las mejores películas de Lynch. Terrible a la par que enternecedora historia,que nos hace ver la brutalidad con la que puede cebarse la vida con un ser, cómo de profunda puede ser su desgracia, y el infierno que crea la sociedad para tan desdichada persona.
Una vez más Lynch nos hace partícipes de una pesadilla que, por desgracia, ésta vez no ha salido puramente de su imaginación, sino que tiene un fundamento muy real.
Los monstruos de ésta película son demasiado reales como para creer que no van a aparecer en nuestra vida o que son producto de mentes perturbadas o infantiles. Buena crítica, esperaré pacientemente que le toque el turno a mi admirada "Terciopelo azul".
P.D: tengo entendido que Lynch debe de tener un hijo con malformaciones, y que éste es el motivo por el que en sus películas siempre aparecen seres deformes o pesadillas con freaks de lo mas perturbador y extraño.
tgtr666
Aplaudo Massanet. Te nos compones cuando hablas así.
Una obra maestra que sin embargo es difícil de ver. Es tan cruda, tan fea, tan real, retratando aquello que de más repugnante tiene el ser humano: el feo de la película no es John Merrick, los feos (horribles) son (somos) todos los demás. Esta película retrata al humano en todo lo que tiene de aberrante, explotando, denigrando, desterrando a aquél que es distinto. Una horrible obra maestra que no es fácil de ver y que necesita de un mood en específico para apreciarla. No todos los días se despierta uno con ánimo de ver un espejo tan grotesco.
walter_sobchak
Una gran película.
La mejor de Lynch junto a "The Straight Story", a mi parecer.
PeDRo MaRTíNeZ
Es un excelente analisis, no hay duda que es una buena pelicula,pero com yo no la he visto al parecer tengo tarea por hacer...
alforte
Adrian, la escena que describes es magistral, como se puede de una forma tan sencilla y humilde transmitir toda esa intensidad emocional. Su visionado me revuelve anímicamente por dentro cada vez que la veo, no puedo dejar de sentir una gran empatía y compasión por el personaje de John Merrick.
rolando-f7
Una de mis películas favoritas, una obra que todo ser humano debería ver como mínimo una vez en su vida. Nunca con tanta sencillez se ha conseguido tanta emotividad, sin nunguna pretenciosidad; algo que se ha perdido en la historia del cine.
Alfredo Garcia
Si no sentencio a Lynch totalmente, es gracias al enorme talento narrativo que despliega con peliculas como esta, el sufrimiento de Merrick de verdad te llega, y conozco muy pocas peliculas que consigan transmitir sentimientos como lo consigue esta.
gabriel_coen
Ver ésta película fue un experiencia mas dura que cualquiera de las escabrosas de Lynch. Un verdadero tour de force emocional para el espectador que solo recibe respiro con los momentos de ternura. Magnífica, estaba totalmente inspirado. ¿Cuando otra como esta, David?
Kotus
Todavia recuerdo cuando vi esta pelicula por primera siendo un puber, quede descolocado y un poco perturbado. Ahi, creo, comenzo mi curiosidad por Lynch.
salu2
japico
una gran pelicula y un clasico que nos hace pensar y sentir como pocas peliculas
precisamente esta pelicula la nombraba en el post de la cabeza borradora, ya solo falta que hablen de la pelicula johnny cogió su fusil,otro peliculón
lastima que gran parte de la juventud desconozca este cine y se niegue a ver peliculas por el hecho de ser en blanco y negro y crean que el cine que hace sentir es del tipo crepusculo
ghinzu
Esta película tiene algo mágico. Como bien dices transpira humanidad y nos enseña que las personas son algo más que carne y pelos.
Para mi una obra de obligado visionado.
PD: me gusta que pongáis banda sonora a vuestros post, pero me encanta que encima cada nota camine junto al post. Gracias!
Besos y/o Abrazos según correspondan!
Teresa Fernández Prieto
Es ua pelicula excepcional. Esencial, humilde y hermosa. Es hermosa porque muestra el alma humana, en blanco y negro, sin artificio y con sencillez. Lynch no deja a nadie indiferente.
principevegetta
demasiado palabrerío que no tiene que ver con la belleza de la pelicula. . estas obras de arte no necesitan tanta parafernalia, ya que se valen por si mismas
se te olvido mencionar a John Hurt y su excelente trabajo, que fue capaz de transmitir emocion a traves de la mascara y el maquillaje
bertoff
Realmente un sobrecogedor relato tratado con la dignidad que merece!
inisensei
Excelente y digno análisis, tan digno como la propia película. Muy bien Massanet ;)
Boyaca
Muy Bien Sr. Massanet, se me ha puesto la carne de gallina con su análisis, oyendo la música que pone en el post.
Creo, a lo mejor me equivoco, que "Adagio para cuerdas" la he oído en otra película o yo estoy confundido, pero me parece que es en Platoon.No lo se. Saludos a todos
jeinzu
La acabo de ver por primera vez, y pienso que cualquier elogio se queda corto. Una obra maestra. A pesar de que soy fan de Lynch desde hace varios años y me he visto casi todas sus películas, no deja de sorprenderme este tipo. En días pasados terminé de ver la serie "Twin Peaks" completa, el domingo me vi "Twin Peaks: Fire Walk With Me", y hoy veo "The Elephant Man", y por Dios que si Lynch no es un genio no sé quién diablos lo es. Deberíamos prestar atención a lo que nos dice sobre el ser humano y sobre la vida en la tierra, al horror que nos muestra pero también a la esperanza que traslucen varios de sus films. Puede sonar increíble, pero el final de "Twin Peaks: Fire Walk With Me" es muy parecido al de "The Elephant Man". Laura Palmer y John Merrick se encuentran en el mismo lugar después de muertos.