Hay series que tienen muy fácil el hacernos picar año a año. 'El cuento de la criada' ('The Handmaid's Tale') es una de ellas. Todos los años se nos promete la gran revolución de June (Elisabeth Moss) y todos los años eso queda ligeramente a la deriva a pesar de que cada vez está más cerca de ser realidad. Y esta temporada 4, que llega a HBO España el próximo jueves 29 de abril, podría ser la excepción... pero no estoy del todo seguro de eso.
Tranquilos que procuraré mantener los detalles de la trama al mínimo imprescindible pero sí que he de destacar que si esperábamos que a partir de ahora la revolución de las criadas fuese un camino de rosas, no podemos estar más equivocados porque vamos a seguir viendo sufrir (y mucho) a June.
Gilead vs June
Estos primeros tres episodios de la temporada (los facilitados a la prensa) comienzan casi sin solución de continuidad justo donde dejamos a la serie hace dos años. El avión ha aterrizado en Canadá pero una June malherida y su equipo se han quedado atrás, consiguiendo refugio en la granja de un viejo comandante y su adolescente esposa (McKenna Grace).
Como os podéis imaginar, la tranquilidad durará poco, mientras en Canadá las cosas tampoco parecen fáciles. Fred y Serena (Joseph Fiennes e Yvonne Strahovsky) continúan retenidos, Gilead se prepara para la guerra y los niños y niñas rescatados no parecen adaptarse a su nueva libertad ni entienden por qué de la noche a la mañana les han separado de las únicas familias que han conocido, algo que traerá de cabeza a Moira (Samira Wiley), Luke (O. T. Fagbenle) y Emily (Alexis Bledel).
Una de las mayores críticas que recibían las primeras temporadas de 'El cuento de la criada' era por la pornografía de la tortura de la que abusaba el guion de Bruce Miller. Si bien parecía que este sadismo había disminuido considerablemente, la temporada 4 recupera la, por así llamarla, tradición. Dirigido por Moss, 'The Crossing', el tercer episodio, es especialmente duro de ver.
Hay, por lo general, unas ganas en esta temporada de 'El cuento de la criada' por reforzar la sed de venganza. Tanto por parte de las criadas prófugas —hay alguna escena que recuerda los linchamientos a las órdenes de Tía Lydia— como por parte del aparato de poder gileadiano. Estos nuevos episodios no dejan respirar, tienen tensión y mucha garra.
Que no es que todo funcione en esta temporada. La serie sigue bastante empeñada en mantener viva la llama entre Nick (Max Minghella) y June, una subtrama que lleva años sin ir a ninguna parte y que no cuadra del todo con lo que se nos va contando a lo largo de estos nuevos episodios. Miller tampoco parece saber qué hacer exactamente con los Waterford, pero al menos siguen manteniendo cierto interés.
Reforzando la imaginería distópica
Confesaba Jason Lutes a propósito de su magnífico 'Berlín' que el que no saliese ni una sola esvástica ni otros símbolos políticos hasta el tramo final de su obra se debe al propósito de, a pesar de su contexto geográfico e histórico concretísimo, universalizar todo lo posible esta historia sobre ciudadanos corrientes que ven el mundo cambiar ante sus ojos.
Algo parecido pasa con 'El cuento de la criada'. Margaret Atwood quiso ser suficientemente escueta a la hora de definir esta distopía incluso a pesar de usar elementos reconocibles. Una cuestión que siguió Bruce Miller, manteniendo cierta asepsia durante las primeras temporadas porque no hacía falta mostrar más por el mundo "pequeño" que rodea a June.
En esta temporada 4, el foco es cada vez mayor y eso se nota también en las cuestiones estéticas. La serie es más rica en imaginería e incluso entornos tradicionalmente sobrios y austeros tienen cierta capa de engalanamiento extra que en las temporadas anteriores (quizás sí en la tercera) no tenía.
Y es algo que llama bastante la atención, sobre todo si miramos hacia esos iniciales episodios de 2017. La dirección, la imagen, la estética de la serie en general goza de planos más abiertos e incluso luminosos. Combinando una suerte de rayo de esperanza con la sensación de lo que está en juego es mucho más que el destino de un grupo de mujeres.
En definitiva, esta temporada 4 de 'El cuento de la criada' viene con una fuerza inusitada. La tranquilidad habitual en los primeros episodios de otras tandas se sustituye con un guion en el que Bruce Miller pisa el acelerador y no pierde el tiempo a la hora de presentar la situación que dominará la situación de los protagonistas durante estos episodios.
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