‘Los crímenes de la academia’ (The Pale Blue Eye) es un nuevo thriller gótico del director de ‘Antlers’, que tendrá un estreno limitado en cines el 23 de diciembre antes de estar disponible en abierto en Netflix, el 6 de enero de 2023. Una prometedora adaptación en la que Christian Bale se convierte en una especie de detective forense, al estilo de ‘El Alienista’, en la academia militar donde estudia… Edgar Allan Poe.
Últimamente ha vuelto con fuerza el whodunit, tras el triunfo en cines de ‘Asesinato en el Orient Express’ (2017) y ‘Cuchillos por la espalda’ (2019) y sus respectivas secuelas, el misterio y la intriga se han hecho un hueco en las pantallas y la televisión, y en este caso se añade una ambientación de época y el protagonismo del maestro literario del horror, Edgar Allan Poe. Aunque esta no es la primera vez que vemos una representación de Poe en la pantalla haciendo de detective, ya vimos a John Cusack investigar asesinatos basados en su obra en ‘El enigma del cuervo’.
Es curioso que ahora su figura esté recibiendo un nuevo valor, tras su aparición también en la serie ‘Dickinson’, pero es la primera vez en la que vemos al escritor mucho antes de su fama como uno de los grandes escritores góticos, pero también de ficción detectivesca, cuya obra sería una gran influencia en escritores como Arthur Conan Doyle, H.G. Wells o Stephen King, aunque no es la primera en hacerlo este año. La serie B ‘Raven’s Hollow’, que explica también sus primeros años en una academia militar, se adentra en el terror sobrenatural para explicar el célebre poema.
Corrección académica y "look Netflix"
Si aquella es una película modesta, resulta mucho más compacta que este nuevo esfuerzo por mostrar el enigma del poeta, basándose en la novela de 2006 del mismo nombre de Louis Bayard. Esta tiene lugar en West Point, en 1830, en donde un cadete es encontrado muerto y tras llegar a la morgue, se descubre que el corazón del joven ha sido hábilmente extraído. Temiendo un daño irreparable a la incipiente academia militar, sus líderes recurren a un detective local, Augustus Landor (Christian Bale), para resolver el asesinato.
Obstaculizado por el código de silencio de los militares, Landor solicita la ayuda de uno de los suyos para continuar con el caso, un cadete excéntrico con desdén por los rigores del ejército y afición por la poesía: un joven llamado Edgar Allan Poe (Harry Melling). Mucho antes de que el escritor se convirtiera en un icono, ‘Los crímenes de la academia’ muestra los sus primeros comienzos, haciéndole partícipe de la que podría ser una de sus narraciones policíacas, tomando como referencia que realmente sirvió en las Fuerzas Armadas de los EE. UU. durante 7 meses en West Point, aunque la película no se basa en ningún evento concreto real.
La película tiene un gran diseño de vestuario, peinado y maquillaje, pero lo que llama la atención es la perfección de la interpretación de Poe por un fascinante Harry Melling, quien no solo se defiende contra el imponente Christian Bale, sino que se convierte en el reflejo inverso de un trabajo de encargo del antiguo Bruce Wayne. Más allá de esto, la película se presenta con una fotografía televisiva que no se corresponde con los 76 millones de presupuesto, haciendo oposiciones para confirmar que muchas producciones de Netflix tienen un look característico.
Una oportunidad perdida
Una paleta visual lavada y nítida confiere el aspecto de una telenovela cara que se va arrastrando con rimbombantes escenas de diálogo sin refinar, con un montaje sin ritmo y una duración exagerada para la cantidad de eventos que suceden en pantalla. Todo es correcto, almidonado y con aspiraciones de cine “de época” que se pegan de bofetadas con la naturaleza gótica, misteriosa y evocadora de los cruentos asesinatos, en ocasiones es como si vieras ‘Sleepy Hollow’ dirigida por un aspirante a Ridley Scott de la tercera edad en su tercera película rodada en un año.
Una lástima, no solo por la cantidad de posibilidades de orquestar un gran homenaje a Poe y los orígenes de sus obsesiones, sino porque el propio material de partida tiene un par de giros muy efectivos que llegan aquí cuando hemos presenciado un misterio sin emoción, que incluso desaprovecha los elementos de asesinatos rituales y jugosísimos elementos esotéricos, de los que parece huir constantemente para mostrarlos solo cuando sea necesario.
‘Los crímenes de la academia’ acaba siendo la típica película de Netflix estándar, cargada de un buen reparto y un diseño de producción caro que no luce en pantalla, rácana en la puesta en escena salvo en los planos generales abiertos y con una duración exagerada que invita a desconectar planchando o haciendo la agenda del día siguiente. Habrá que esperar a que sea la propia plataforma la que estrene la esperada adaptación de la obra de Poe en ‘La caída de la casa Usher’ de Mike Flanagan, en su última colaboración con el streamer. Con oportunidades perdidas como esta le van a echar de menos.
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